1998 Bolonia - Conferencia Interprovincial de Dominicos de ...

cuentemente en circunstancias de vida difíciles y sin el reconocimiento que
merecen del resto de la Orden. Los estudiantes que asisten a la Universidad
aprecian mucho en general la calidad de la enseñanza, el amor al estudio y la
amistad que encuentran en ella. No tiene la reputación que merece, ni en la
Orden ni en la Iglesia. El Directoriz~r?l redactó un mensaje para el Capítulo,
subrayando su apoyo a la Universidad.
Teniendo en cuenta la extraordinaria oportunidad que la Universidad ofrece
a la Orden para su propia misión, y la contribución que ofrece a la misión
de la Iglesia, necesita todo el apoyo posible de la Orden, para progresar como
centro académico de primera clase. Durante estos tres últimos años se hicieron
grandes progresos, especialmente en la Facultad de Ciencias Sociales.
Conforme a lo acordado en la Comisión del Capítulo General de Calemega
(n- 117), nombré una Comisión "para la renovación y progreso del Angelicum",
bajo la presidencia de Fr. Liam Walsh OP, profesor en Friburgo, de la Provincia
de Irlanda. Sus miembros son dos profesores del Angelicum, dos expertos de
fuera y dos miembros del Consejo Generalicio. Dos de los miembros son hermanas
dominicas. Después de seis largas reuniones, la Comisión redactó algunas
propuestas que fueron sometidas al Directorium. Agradezco a la Comisión
el duro trabajo que llevó a cabo y sus valientes propuestas. El Directoritllll las
discutió y modificó, y las presenta ahora al Capítulo General. Yo las acepto
con entusiasmo. Subrayan los retos que tiene que afrontar la Universidad al
asumir las consecuencias de ser una Universidad más bien que un Stí~dií~ni
Generale. Subrayan la importancia capital de la planificación para la renovación
de las facultades. Proponen que se invite a toda la Familia Dominicana
a tomar parte en esta misión de la Orden. Hacen propuestas radicales acerca
de la relación entre la Universidad y el convento dominicano de hermanos que
viven allí. Aclaran el papel del Directorium, sobre todo en su misión de ayudar
a la Universidad a asumir la responsabilidad de su propia vida y de su futuro,
y a afrontar los retos con valentía. Pido al Capítulo que considere seriamente
dichas propuestas.
Añadiré sólo dos observaciones:
a) Dejemos de ver al Angelicum como problema y comencemos a reflexionar
con realismo sobre cómo puede contribuir a la misión de la Orden. Ya
el hecho de educar a tantos estudiantes de todo el mundo es en sí mismo parte
de la misión de la Orden; pero ¿de qué otro modo podemos integrar a la
Universidad en nuestra misión, y usar sus recursos para el bien de toda la
Orden? Por ejemplo, muchas Facultades y centros de estudios en el mundo
tienen vínculos formales con la Universidad. ¿Cómo podrían llegar a tener una
relación más dinámica en beneficio mutuo? ¿Pueden crearse institutos especializados
o cátedras de profesores en beneficio de toda la Orden? ¿Cómo podemos
promover la participación de toda la Familia Dominicana en la
Universidad?