1998 Bolonia - Conferencia Interprovincial de Dominicos de ...
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Pensemos por un momento en la autoridad <strong>de</strong> Jesús. "Se me ha dado toda<br />
autoridad sobre el cielo y sobre la tierra." Es una autoridad que recibe <strong>de</strong>l<br />
Padre. Está fundada en la esc~~clza <strong>de</strong> las palabras <strong>de</strong> su Padre. En primer lugar,<br />
Jesús tiene autoridad porque e.scuclza.<br />
Nuestros Capítulos también tienen autoridad sobre todos nosotros porque<br />
nos reunimos en Capítulo para escuchar. Nos juntamos para escuchar a Dios<br />
y para escuchar-nos unos a otros. Todos los textos que votamos tienen verda<strong>de</strong>ra<br />
autoridad si nacen <strong>de</strong> la atención a Dios y a nuestros hermanos.<br />
Los momentos más intensos <strong>de</strong> este Capítulo han sido, al menos para mí,<br />
cuando he visto que nos escuchábamos unos a otros con gran atención. Pienso<br />
en Andrzej Kaminksi cuando nos hablaba <strong>de</strong> los sufrimientos <strong>de</strong> la gente rusa;<br />
o cuando otros frailes compartían sus esperanzas <strong>de</strong> diálogo con los ortodoxos.<br />
Aunque no comprendiéramos <strong>de</strong>l todo, intentábamos escuchar. Me acuerdo<br />
<strong>de</strong> Thomas Kamainda compartiendo la situación <strong>de</strong> nuestros hermanos en<br />
el Congo, que otra vez sufren violencia. Recuerdo a Margaret, contándonos<br />
sus experiencias como hermana dominica, o a Miguel hablando <strong>de</strong> las esperanzas<br />
<strong>de</strong> los jóvenes. Ellos nos han dicho: "Venid, venid v ved."<br />
A veces se nos ha hecho duro escuchar y compren<strong>de</strong>r, como cuando tratamos<br />
algunos temas <strong>de</strong> la afectividad la semana pasada. Pero hemos empezado,<br />
con un corazón abierto y unos oídos abiertos. Así que, cuando volvamos<br />
a nuestra provincias, haremos más que hablarles meramente <strong>de</strong> las miles<br />
<strong>de</strong> or<strong>de</strong>naciones y recomendaciones que hemos hecho. Con esto no conseguiríamos<br />
mucho. Seremos capaces <strong>de</strong> hablar con autoridad si compartimos<br />
lo que hemos oído unos <strong>de</strong> otros. No po<strong>de</strong>mos volver sólo con un texto sino<br />
como los que comparten lo que han oído.<br />
En segundo lugar, Jesús habla con la autoridad <strong>de</strong>l que ha muerto y resucitado.<br />
Ha salido <strong>de</strong>l campamento y ha triunfado sobre la muerte. Ahora pue<strong>de</strong><br />
hablar con autoridad, porque ha hecho el viaje.<br />
A menudo en este Capítulo hemos hablado <strong>de</strong> cómo <strong>de</strong>bemos hacer este<br />
viaje, más allá <strong>de</strong> las estrechas i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s raciales o culturales, más allá <strong>de</strong><br />
una misión estrecha que excluya a nuestras hermanas. Debemos ponernos en<br />
camino. Como dice la carta a los Hebreos <strong>de</strong> la segunda lectura: "por eso, también<br />
Jesús, para santificar al pueblo con su sangre, pa<strong>de</strong>ció fuera <strong>de</strong> la puerta.<br />
Así pues, salgamos don<strong>de</strong> él fuera <strong>de</strong>l campamento, cargando con su oprobio."<br />
Pero nuestros textos, nuestras or<strong>de</strong>naciones y recomendaciones permanecerán<br />
como meras palabras hasta que no hayamos comenzado nuestro viaje.<br />
Mencionaré sólo dos momentos en los que oí esa voz <strong>de</strong> autoridad, <strong>de</strong> la autoridad<br />
<strong>de</strong>l peregrino.<br />
Justo al principio <strong>de</strong>l Capítulo, vimos ese ví<strong>de</strong>o <strong>de</strong> nuestro hermano Pierre<br />
Claverie, asesinado hace exactamente dos años, el 2 <strong>de</strong> agosto. Nos impresionó<br />
porque hablaba con la autoridad <strong>de</strong>l que ha emprendido el camino <strong>de</strong><br />
Jerusalén, hacia la muerte. Sus palabras fueron pan para nuestro viaje.