07.05.2013 Views

crescencio palomo iglesias, op vida y obra de la m. trinidad del ...

crescencio palomo iglesias, op vida y obra de la m. trinidad del ...

crescencio palomo iglesias, op vida y obra de la m. trinidad del ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Algo importante en <strong>la</strong> infancia <strong>de</strong> Merce<strong>de</strong>s fue su formación humana y religiosa, que<br />

recibió al mismo tiempo que su hermana Pepita, un año menor que el<strong>la</strong>. Protagonista <strong>de</strong><br />

este cometido educativo fue <strong>la</strong> madre con <strong>la</strong> ayuda incondicional <strong>de</strong> <strong>la</strong> abue<strong>la</strong>.<br />

Según iban creciendo Merce<strong>de</strong>s y Pepita sus padres pensaron llevar<strong>la</strong>s al internado <strong>de</strong>l<br />

Colegio <strong>de</strong> Santo Domingo <strong>de</strong> Granada con el fin <strong>de</strong> que estudiasen para profesoras cuando<br />

tuviesen edad. Pero doña Filomena temía que siendo tan pequeñas con el contacto con otras<br />

niñas mayores pudiesen <strong>de</strong>sviarse <strong>de</strong> <strong>la</strong> educación moral y religiosa en que el<strong>la</strong> <strong>la</strong>s venía<br />

formando. Por ello prefirió retener<strong>la</strong>s a su <strong>la</strong>do y ocuparse personalmente <strong>de</strong> educar<strong>la</strong>s<br />

hasta que alcanzase una mayor edad. No obstante, para lograr una mayor eficacia buscó a<br />

una señora mayor, piadosa e instruida, algo parienta suya, para que fuese a su casa y<br />

enseñase a <strong>la</strong>s niñas <strong>la</strong>s disciplinas a<strong>de</strong>cuadas a su edad. De este modo también lograba<br />

ayudar a esa familia, que había venido a extrema pobreza. Esta señora estuvo enseñando a<br />

<strong>la</strong>s niñas a leer y escribir durante tres años, hasta que hicieron <strong>la</strong> Primera Comunión 21 .<br />

Así doña Filomena conseguía <strong>la</strong> formación <strong>de</strong> sus hijas, y al tener<strong>la</strong>s cerca <strong>la</strong><br />

completaba con el amor <strong>de</strong> madre y les inculcaba <strong>la</strong>s buenas costumbres y <strong>la</strong> vivencia <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

fe cristiana que el<strong>la</strong> y su familia con profunda convicción practicaba. Por ello, <strong>la</strong> formación<br />

o preparación para <strong>la</strong> Primera Comunión no <strong>la</strong> confió a nadie, quiso el<strong>la</strong> preparar<br />

personalmente a sus niñas 22 , si bien le ayudó algo su sobrino Antolín, el padre Hitos, y<br />

otros seminaristas que se encontraban <strong>de</strong> vacaciones en el pueblo 23 .<br />

Estos años infantiles, con especial connotación <strong>la</strong> formación y el clima familiar,<br />

marcaron fuertemente a Merce<strong>de</strong>s, que lo recuerda posteriormente, siendo ya religiosa y<br />

fundadora, con satisfacción y agrado, como un gran don <strong>de</strong> Dios al que <strong>de</strong>be respon<strong>de</strong>r con<br />

santidad <strong>de</strong> <strong>vida</strong>:<br />

«¡Qué cuenta me pedirá el Señor si no me santifico, habiendo vivido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> mi infancia<br />

entre santos que se esmeraban tanto en darnos una educación religiosa como para conservar<br />

en nosotras <strong>la</strong> gracia bautismal.» 24<br />

«Nacimos y criamos en aquel inverna<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> almas muy santas por dicha nuestra, como<br />

fueron los abuelos y tíos, especialmente tía Pru<strong>de</strong>ncia, Paz, Merce<strong>de</strong>s y su madre 25 y <strong>la</strong><br />

mía. ¡Qué hermosos y felices gozarán en el cielo aquel<strong>la</strong> familia tan llena <strong>de</strong> fe y amor <strong>de</strong><br />

Dios!.» 26<br />

«Antes <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r hab<strong>la</strong>r, mi corazón amaba a Dios y quería ir al cielo. ¡Con tal unción y<br />

amor nos hab<strong>la</strong>ba [mi madre] <strong>de</strong> Dios que lo veíamos en todo! Sin apenas pronunciar<br />

pa<strong>la</strong>bra nos enseñó los actos <strong>de</strong> fe, esperanza y caridad.» 27<br />

«Ya conoce lo santa que fue mi madre, parecía en familia un sacerdote, y con sus<br />

pequeñas hijas una madre con un alma <strong>de</strong> serafín. No sabíamos hab<strong>la</strong>r y nos hacía<br />

pronunciar el “Jesús, María y José” y “Jesús, María y José, os doy el corazón y el alma<br />

mía”, y con tal fuerza nos lo <strong>de</strong>cía que cuando acababa sus oraciones y consagraciones,<br />

muy hermosas, que nos hacía repetir con el<strong>la</strong> todos los días mañana y tar<strong>de</strong>, mi hermana<br />

sor Pura, con mucha gracia, abriendo sus manecitas le <strong>de</strong>cía: Mamá ya no tenemos más que<br />

darle.» 28<br />

21<br />

Cf. Cuad. 15, Escr. 6, p.11 y 14; cf. Cuad. 38.<br />

22<br />

Cf. Cuad. 15, Escr. 6, p. 11.<br />

23<br />

Cf. Cuad. 15, Escr. 6. p. 13.<br />

24<br />

Cuad. 7, Escr. 3, p.143.<br />

25<br />

Rita, que es tía <strong>de</strong> <strong>la</strong> madre Trinidad y madre <strong>de</strong> <strong>la</strong> M. Consuelo <strong>de</strong> Jesús, superiora <strong>de</strong> Braga cuando <strong>la</strong> M.<br />

Trinidad le dirige este escrito el 8 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 1944. Cf. Cuad. 32, Escr. 7, p. 141.<br />

26<br />

Cuad. 32, Escr. 7, p.143.<br />

27<br />

Cuad. 38.<br />

28<br />

Cuad. 25, Escr. 6, p. 11. Escribe por obediencia.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!