crescencio palomo iglesias, op vida y obra de la m. trinidad del ...
crescencio palomo iglesias, op vida y obra de la m. trinidad del ...
crescencio palomo iglesias, op vida y obra de la m. trinidad del ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
«Mi padre, <strong>de</strong> edad <strong>de</strong> quince años quiso ser militar y marchó a Guada<strong>la</strong>jara (según le oí<br />
referir muchas veces, pasó su <strong>vida</strong> en Castil<strong>la</strong> <strong>la</strong> Vieja en distintos puntos), y estuvo<br />
muchas veces en grave peligro <strong>de</strong> per<strong>de</strong>r su <strong>vida</strong> en cumplimiento <strong>de</strong> su <strong>de</strong>ber, y que <strong>la</strong><br />
Virgen Santísima, <strong>de</strong> quien fue <strong>de</strong>votísimo, le libró cuando <strong>la</strong> invocaba con fe y amor <strong>de</strong><br />
hijo. ¡Cuánta fe tenía su corazón refiriéndonos con lágrimas los favores singu<strong>la</strong>rísimos <strong>de</strong><br />
su patrona <strong>la</strong> Santísima Virgen <strong>de</strong> <strong>la</strong>s Maravil<strong>la</strong>s <strong>de</strong> Martos a don<strong>de</strong> nació!<br />
»Sus pa<strong>la</strong>bras: “Siempre estaré bendiciendo a mi madre <strong>la</strong> Virgen Santísima <strong>la</strong><br />
protección y cariño con que me acompañó siempre en todos los pasos <strong>de</strong> mi <strong>vida</strong> militar, y<br />
a pesar <strong>de</strong> mis travesuras en mi juventud, don<strong>de</strong> quiera que veía una imagen <strong>de</strong> <strong>la</strong> Virgen<br />
me <strong>de</strong>scubría y rezaba sin temor a <strong>la</strong>s censuras <strong>de</strong> mis compañeros, que no siempre sentían<br />
como yo. Y <strong>la</strong> bendita Madre cuidó siempre <strong>de</strong> mí. Mayor ya, me preocupaba <strong>de</strong>l estado<br />
que había <strong>de</strong> tomar; quería encontrar una compañera i<strong>de</strong>al que me hiciera feliz... y no veía<br />
nada que llenara mi corazón, a el<strong>la</strong> encomendé con toda <strong>la</strong> fe <strong>de</strong> mi alma este asunto y puso<br />
en mi camino una mujer dotada <strong>de</strong> un alma hermosísima con un corazón <strong>de</strong> ángel, ¡vuestra<br />
madre!, pru<strong>de</strong>nte y discretísima que me dirige.<br />
»No tenía un céntimo, <strong>la</strong> divina Provi<strong>de</strong>ncia dispuso tuviese que ir con mi Coronel a<br />
Má<strong>la</strong>ga, y en el mismo hotel, se hospedaba una señora con tres hijas, que pronto hicieron<br />
amistad con <strong>la</strong>s hijas <strong>de</strong> mi Coronel, <strong>la</strong> mayor me encantaba oír<strong>la</strong> en <strong>la</strong>s tertulias y<br />
reuniones <strong>de</strong> ambas familias. Era sumamente jovial, discreta, sencil<strong>la</strong>, alegre, tan simpática<br />
en su trato, tan agradable en su conversación que <strong>la</strong> familia <strong>de</strong> mi Coronel, pidió a <strong>la</strong> señora<br />
madre, <strong>de</strong>jase a sus hijas acompañar a <strong>la</strong>s suyas, para hacerles más amena <strong>la</strong> temporada,<br />
que ambas habían ido <strong>de</strong> recreo. Me parecía todo provi<strong>de</strong>ncial.<br />
»Entonces yo buscaba <strong>la</strong> Patrona <strong>de</strong> Má<strong>la</strong>ga, y pasaba muchas horas al pie <strong>de</strong> <strong>la</strong> Virgen<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong>s Victorias pidiéndole que me diera aquel<strong>la</strong> señorita por mi compañera. Salí <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
iglesia, seguro que <strong>la</strong> Virgen me había oído, y en efecto, aprovechando una ocasión en que<br />
fui acompañando a <strong>la</strong>s hijas <strong>de</strong> mi Coronel, me acerqué a el<strong>la</strong> y le dije: a <strong>la</strong> Virgen <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />
Victorias le confié un encargo <strong>de</strong> interés para usted, ¿no le ha dicho nada?<br />
»Quedó en silencio y calló. Su silencio fue <strong>la</strong> contestación <strong>de</strong> <strong>la</strong> Virgen; a el<strong>la</strong> fui lleno<br />
<strong>de</strong> gratitud, y el<strong>la</strong> me dio fortaleza para conseguir mi intento, a pesar <strong>de</strong> <strong>la</strong> persecución y<br />
guerra que tuve que sostener tres años con toda su familia que se <strong>op</strong>onía a que llegase a<br />
el<strong>la</strong>. ¡Bendita sea <strong>la</strong> Madre <strong>de</strong> misericordia!”.<br />
»Estas fueron sus pa<strong>la</strong>bras siempre que nos contaba, siendo pequeños, cómo vino <strong>de</strong><br />
Jaén a este pueblecito <strong>de</strong> <strong>la</strong> vega <strong>de</strong> Granada.» 2<br />
De lo referido se aprecia que don Manuel era un hombre creyente, aunque no tuviese el<br />
fervor religioso <strong>de</strong> su esposa y <strong>de</strong> <strong>la</strong> familia <strong>de</strong> ésta. Pasaba también por ser un hombre<br />
bondadoso y generoso. Su hija, <strong>la</strong> madre Trinidad, dice:<br />
«Tenía un gran corazón para los pobres a quienes repartía cuanto ganaba, hasta el punto<br />
<strong>de</strong> quitarse sus r<strong>op</strong>as para vestir algún pobre <strong>de</strong>snudo, como un invierno, volvió a casa sin<br />
capa porque encontró un pobre medio muerto <strong>de</strong> frío y se <strong>la</strong> dio; y mientras tuvo, no <strong>de</strong>jó<br />
nunca <strong>de</strong> socorrer todas <strong>la</strong>s necesida<strong>de</strong>s, y siempre llevaba <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> él muchos pobres que<br />
le l<strong>la</strong>maban su padre. Muchos años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> muerto, cuando venían <strong>de</strong>l pueblo al<br />
convento, me <strong>de</strong>cían contristados: “Aquel hombre no <strong>de</strong>bió morir; mientras él vivió con<br />
nosotros no se conoció el hambre en el pueblo, nos socorría a todos y no nos c<strong>obra</strong>ba”<br />
(tenían almacén o tienda).» 3<br />
De los padres <strong>de</strong> don Manuel se sabe que se l<strong>la</strong>maban José Carreras González y María<br />
<strong>de</strong>l Carmen Chamorro González y que eran naturales y vecinos <strong>de</strong> <strong>la</strong> referida vil<strong>la</strong> <strong>de</strong><br />
2 Cuad. 38.<br />
3 Cuad. 38.