BAUTISMO Y CONFIRMACIÓN. Sacramentos de iniciación ... - 10
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126 P.IIsec. I. Parte sistemática<br />
muerto y glorificado, <strong>de</strong> una manera misteriosa, pero real... Este rito<br />
sagrado (<strong>de</strong>l bautismo) significa y realiza la participación en la<br />
muerte y resurrección <strong>de</strong> Cristo (consociatio cum morte et resurrectione<br />
Christi repraesentatur et efficitur)»: LG 7.<br />
Existe en este punto un amplio consenso entre las Iglesias, como<br />
pue<strong>de</strong> colegirse <strong>de</strong>l n.2 <strong>de</strong>l acuerdo ecuménico Bautismo, Eucaristía,<br />
Ministerio:<br />
«La participación en la muerte y en la resurrección <strong>de</strong> Cristo es<br />
el significado central <strong>de</strong>l bautismo. El bautismo que el mismo Jesús<br />
recibió (Me <strong>10</strong>,38) nos da la clave para una comprensión común.<br />
Este bautismo comenzó con la aceptación por Cristo <strong>de</strong> la solidaridad<br />
con los pecadores, cuando fue bautizado en el Jordán. Prosiguió<br />
cuando Cristo tomó el camino <strong>de</strong> Servidor Sufriente a través <strong>de</strong> su<br />
pasión, muerte y resurrección. El Espíritu que vino sobre Jesús en su<br />
bautismo viene sobre la Iglesia y une al pueblo <strong>de</strong> Dios con Cristo,<br />
en su muerte y resurrección, por medio <strong>de</strong> la acción bautismal. Nuestro<br />
bautismo nos une con Cristo, que ha tomado sobre sí nuestros<br />
pecados y los <strong>de</strong>l mundo entero, para que sean perdonados y borrados;<br />
nos abre a la vida nueva».<br />
El sacramento introduce al creyente en la dinámica re<strong>de</strong>ntora <strong>de</strong>l<br />
Acontecimiento pascual. El bautizado vive, como experiencia personal,<br />
la muerte-resurrección <strong>de</strong>l Señor. Se convierte en coactor <strong>de</strong><br />
aquel Acontecimiento central <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> la salvación. La koinónia<br />
que resulta es una comunión ontológico-místico-real; indica<br />
participación real en el misterio salvador.<br />
II. <strong>BAUTISMO</strong> E IGLESIA<br />
Abordamos la dimensión eclesiológica <strong>de</strong>l bautismo, que es inseparable<br />
<strong>de</strong> la dimensión cristológica: el bautismo es acción <strong>de</strong> Cristo,<br />
pero en la Iglesia. Se trata <strong>de</strong> dos facetas <strong>de</strong> un único misterio.<br />
La dimensión eclesiológica es también un aspecto importante <strong>de</strong><br />
la teología <strong>de</strong>l bautismo. Entre el bautismo y la Iglesia hay relaciones<br />
<strong>de</strong> estrecha inter<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia. La Iglesia es, a la vez, sujeto agente<br />
y sujeto pasivo <strong>de</strong>l bautismo.<br />
«Un sacramento es siempre un acontecimiento en la Iglesia, por<br />
la Iglesia y para la Iglesia: excluye todo lo que aisle <strong>de</strong> la resonancia<br />
eclesial» 20 . El bautismo se realiza también en primer lugar en la<br />
Iglesia y por la Iglesia. El bautismo nunca es un acto privado entre<br />
Cristo y el catecúmeno; es siempre celebración <strong>de</strong> la Iglesia. La sal-<br />
20 P. EVDOKIMOV, Sacrement <strong>de</strong> l'Amour (París 1980) 172.<br />
C.6. Las dimensiones histórico-salvíficas <strong>de</strong>l bautismo 127<br />
vación <strong>de</strong> Cristo le llega al hombre por la mediación <strong>de</strong> la Iglesia. Es<br />
en el bautismo don<strong>de</strong> la Iglesia muestra más claramente su maternidad,<br />
su función medianera: dando a luz nuevos hijos y agregándolos<br />
como nuevos miembros a su Cuerpo.<br />
Al hacerlo, ella misma revive el misterio <strong>de</strong> su nacimiento y va<br />
creciendo en el tiempo. Este efecto es primero en la intención <strong>de</strong><br />
Cristo. El bautismo concierne a la comunidad antes que al individuo;<br />
antes <strong>de</strong> ser el medio <strong>de</strong> asegurar la salvación <strong>de</strong>l individuo, es acontecimiento<br />
salvífíco que interesa y afecta primariamente a la Iglesia.<br />
Es antes que nada don <strong>de</strong> Dios a la Iglesia: Dios «ha abierto la fuente<br />
<strong>de</strong>l bautismo para la Iglesia» (RBN 217).<br />
Po<strong>de</strong>mos, pues, <strong>de</strong>cir, remedando un conocido aforismo teológico,<br />
que Ecclesia facit baptismum. Baptismus facit Ecclesiam.<br />
En el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> estos puntos partiremos también <strong>de</strong>l signum<br />
tantum para pasar al nivel intermedio <strong>de</strong> la res et sacramentum, pero<br />
esta vez visto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el ángulo <strong>de</strong> la Iglesia.<br />
1. La Iglesia, sujeto integral <strong>de</strong> la celebración bautismal<br />
El ritual <strong>de</strong>l bautismo pone claramente <strong>de</strong> manifiesto la significación<br />
eclesial <strong>de</strong>l acontecimiento que se está celebrando. Por <strong>de</strong> pronto,<br />
está previsto que participe activamente toda la comunidad local<br />
(cf. RICA 7-17, 41-48; RBN <strong>10</strong>-30), para que se vea que es ella el<br />
sujeto integral <strong>de</strong> toda la celebración y ésta aparezca como verda<strong>de</strong>ra<br />
celebración <strong>de</strong> la Iglesia, como acción <strong>de</strong> la Iglesia. No busca tampoco<br />
otra finalidad la preferencia por la celebración comunitaria en<br />
días bautismales 21 .<br />
Esta preocupación fue patente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los orígenes en el catecumenado<br />
antiguo: durante todo el recorrido, en cada una <strong>de</strong> sus etapas,<br />
hasta su culminación en la Eucaristía bautismal, la comunidad entera<br />
se sentía fuertemente interesada y responsable <strong>de</strong> la preparación a<strong>de</strong>cuada<br />
<strong>de</strong> los nuevos miembros. La Iglesia aparecía verda<strong>de</strong>ramente<br />
como iniciadora, como Ecclesia Mater.<br />
La celebración bautismal en su conjunto, consi<strong>de</strong>rada <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />
punto <strong>de</strong> vista simbólico, se muestra como una progresiva entrada en<br />
el misterio <strong>de</strong> la Iglesia y constituye toda una mystagógia. Son ya un<br />
indicio los <strong>de</strong>splazamientos simbólicos: primero <strong>de</strong>l exterior al interior<br />
<strong>de</strong>l templo y luego los <strong>de</strong>splazamientos en el interior, hasta llegar<br />
ante el altar. Los ritos iniciales (la presentación <strong>de</strong>l candidato a<br />
la Iglesia, la acogida por parte <strong>de</strong> la comunidad, la gustación <strong>de</strong> la<br />
sal como rito <strong>de</strong> hospitalidad, la inscripción <strong>de</strong>l nombre en el libro<br />
Cf. BOROBIO, D., Iniciación, 283-286.