BAUTISMO Y CONFIRMACIÓN. Sacramentos de iniciación ... - 10
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254 P.IIsec. II. Parte sistemática<br />
con Cristo y <strong>de</strong> participación <strong>de</strong> las gracias y fuerzas <strong>de</strong>l Espíritu 34 .<br />
Hay que separar, pues, netamente el aspecto sacramental <strong>de</strong> los aspectos<br />
psicológico, social y jurídico.<br />
«Si a veces se habla <strong>de</strong> la Confirmación como <strong>de</strong>l "sacramento<br />
<strong>de</strong> la madurez cristiana", es preciso, sin embargo, no confundir la<br />
edad adulta <strong>de</strong> la fe con la edad adulta <strong>de</strong>l crecimiento natural, ni<br />
olvidar que la gracia bautismal es una gracia <strong>de</strong> elección gratuita e<br />
inmerecida que no necesita una "ratificación" para hacerse efectiva.<br />
Santo Tomás lo recuerda: "La edad <strong>de</strong>l cuerpo no constituye un prejuicio<br />
para el alma. Así, incluso en la infancia, el hombre pue<strong>de</strong><br />
recibir la perfección <strong>de</strong> la edad espiritual <strong>de</strong> que habla la Sabiduría<br />
(4,8)" (STh III, q.72, a.8 ad 2)» (CIC 1308).<br />
Una versión afín a esta que acabamos <strong>de</strong> <strong>de</strong>scribir, pero que no<br />
coinci<strong>de</strong> con ella exactamente, nos llega <strong>de</strong> un autor oriental <strong>de</strong>l<br />
s. xiv, que goza <strong>de</strong> la alta distinción <strong>de</strong> haber sido citado por el<br />
concilio Vaticano II como autoridad precisamente en materia <strong>de</strong><br />
confirmación (LG 11), Nicolás Cabasilas. Inspirándose en Hch<br />
17,28, concibe la relación entre los tres sacramentos <strong>de</strong> la siguiente<br />
manera: El bautismo encuentra muertos y les confiere la vida (el ser,<br />
la existencia) en Cristo. La unción con el myron a los así nacidos los<br />
hace perfectos y les comunica una energeia que les permite moverse<br />
y actuar. La Eucaristía nutre y conserva esa vida y esa salud 35 .<br />
Queda así suficientemente documentado el pleno acuerdo <strong>de</strong> las<br />
dos tradiciones, oriental y occi<strong>de</strong>ntal, en un punto que metodológicamente<br />
es clave para la teología <strong>de</strong> la confirmación: la relación ortológica<br />
existente entre el bautismo y la confirmación, y la acción perfectiva<br />
<strong>de</strong>l segundo respecto <strong>de</strong>l primero y la alta estima <strong>de</strong> este<br />
sacramento. Las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> los orientales sobre el myron no son tributarias,<br />
en absoluto, <strong>de</strong> las especulaciones <strong>de</strong> los occi<strong>de</strong>ntales sobre la<br />
confirmación y las <strong>de</strong>sarrollaron aun cuando entre ellos no se dio la<br />
disociación ritual que se dio en Occi<strong>de</strong>nte.<br />
Todo lo que llevamos dicho en este apartado nada dice en <strong>de</strong>scrédito<br />
<strong>de</strong> la gracia bautismal, que, en su or<strong>de</strong>n, es perfecta y proporciona<br />
todo lo necesario. Precisamente, entre los nombres que los<br />
34 SANTO TOMAS habla, por ejemplo, <strong>de</strong> spiritualiter provectorum (cf. STh III,<br />
q.72, a.5 ad 1). Sus i<strong>de</strong>as, por tanto, nada tienen que ver con el sacramento <strong>de</strong> la<br />
adolescencia en que algunos, en nuestros días, sin ningún apoyo en la tradición,<br />
quieren convertir el sacramento <strong>de</strong> la confirmación: un sacramento para la edad<br />
juvenil.<br />
35 Cf. De vita in Christo, 1,19: SCH 355,94. Consultar BOBRINSKOY, B., Onction<br />
chrismale et vie en Christ chez Nicolás Cabasilas: Irénikon 32 (1959 8-22; HAUKE,<br />
M., Firmung, 173-174: NORET, J., La confirmation selon Nicolás Kabasilas: LMD<br />
168 (1986) 33-46; ZERNDL, J., Theologie <strong>de</strong>r Firmung, 225-234.<br />
C. 11. La gracia <strong>de</strong> la confirmación 255<br />
Santos Padres dan al bautismo está el <strong>de</strong> to teleion (lo perfecto, la<br />
perfección). Pero eso no quita para que también la gracia bautismal,<br />
como toda gracia otorgada in statu viae, sea una gracia germinal y<br />
nos llegue con vocación <strong>de</strong> crecimiento. La dinámica propia <strong>de</strong> la<br />
gracia bautismal está exigiendo su prolongación y <strong>de</strong>sarrollo mediante<br />
nuevas ayudas; la primera <strong>de</strong> ellas, la <strong>de</strong> la confirmación.<br />
III. FORTALECIMIENTO PARA LA MISIÓN<br />
La gracia <strong>de</strong> la confirmación tiene una segunda vertiente que<br />
afecta al individuo, pero con vistas a los <strong>de</strong>más. Precisamente la<br />
plena madurez que otorga este sacramento es un valor social: es propio<br />
<strong>de</strong>l adulto salir <strong>de</strong> sí mismo y participar personalmente, como<br />
trabajador, en la vida y edificación <strong>de</strong> la comunidad a la que pertenece;<br />
está capacitado para actuar in alios e interesarse in salutem<br />
aliorum 36 . Mediante una nueva y más plena infusión <strong>de</strong>l Espíritu, al<br />
recibir una nueva misión, el confirmado se siente capacitado por la<br />
fuerza <strong>de</strong> lo alto para cumplir las tareas que le son encomendadas.<br />
La confirmación es una nueva <strong>de</strong>putatio y consagración para la misión,<br />
pero al mismo tiempo es también capacitación para cumplirla<br />
(estos aspectos ontológicos son prioritarios respecto <strong>de</strong> los aspectos<br />
éticos) 37 ; en ellos se apoya la seguridad (parrésía) <strong>de</strong>l confirmado<br />
<strong>de</strong> po<strong>de</strong>r estar a la altura <strong>de</strong> su misión.<br />
La razón profunda <strong>de</strong> esta habilitación está en la mayor configuración<br />
con Cristo y mayor vinculación con la Iglesia que comporta<br />
este sacramento, que nos hace partícipes <strong>de</strong> la unción que ambos<br />
—Cristo y la Iglesia— recibieron para el cumplimiento <strong>de</strong> su misión.<br />
La tradición ha visto un claro paralelismo entre la unción <strong>de</strong><br />
Jesús en el Jordán y la unción <strong>de</strong> la Iglesia en Pentecostés y ambas<br />
las ha relacionado con la confirmación. Las fuentes, sin contra<strong>de</strong>cirse,<br />
unas veces atribuyen a Cristo y otras al Espíritu la autoría <strong>de</strong> esta<br />
investidura. Pero, a<strong>de</strong>más, el papel que representa el obispo en la<br />
celebración <strong>de</strong> este sacramento permite a la tradición reconocer el<br />
protagonismo que correspon<strong>de</strong> también a la Iglesia en ella.<br />
Al querer precisar un poco esa misión para la que recibe capacitación<br />
el confirmado, comprobamos que los documentos más anti-<br />
36 «... incipit iam communicare actiones suas ad alios; antea vero quasi singulariter<br />
sibi ipsi vivit»; STO. TOMAS, STh III, q.72, a.2c; cf. también In IVSent., d.7, q.l,<br />
a.2 sol.2.<br />
37 La crismación guarda cierta analogía con la or<strong>de</strong>nación <strong>de</strong> los ministros pastorales:<br />
en ambos casos los ungidos se convierten en imágenes <strong>de</strong> Cristo Sacerdote,<br />
Rey y Profeta, y hacen presente su acción medianera en la Iglesia y en el mundo; se<br />
convierten en servidores <strong>de</strong>l proyecto salvífico y actores <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> la salvación.