BAUTISMO Y CONFIRMACIÓN. Sacramentos de iniciación ... - 10
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8 Introducción<br />
luego la formación en la fe. La fuerza <strong>de</strong> la Palabra juega un papel<br />
insustituible. La formación doctrinal ocupa un espacio importante en<br />
la preparación <strong>de</strong>l catecúmeno: se imparte al candidato una instrucción,<br />
elemental, sí, pero completa y orgánica (catequesis). Pero «el<br />
catecumenado no es una mera exposición <strong>de</strong> dogmas y preceptos,<br />
sino la formación y el noviciado <strong>de</strong>bidamente prolongado <strong>de</strong> toda la<br />
vida cristiana, en que los discípulos se unen a Cristo, su Maestro»<br />
(AG 14). Por eso en todo tiempo han formado parte <strong>de</strong>l programa<br />
catecumenal los ejercicios ascéticos, así como una variedad <strong>de</strong> ritos<br />
litúrgicos que culminan en los tres sacramentos <strong>de</strong> la <strong>iniciación</strong> cristiana.<br />
Es que el cristianismo no es ante todo un cuerpo <strong>de</strong> doctrina ni<br />
un código <strong>de</strong> normas éticas; primordialmente es una historia: historia<br />
<strong>de</strong> la salvación. Por eso los instrumentos <strong>de</strong> que se vale para introducir<br />
en el misterio son símbolos reales, sacramentales, acciones <strong>de</strong>l<br />
Señor <strong>de</strong> la gloria, memorial eficaz <strong>de</strong>l misterio <strong>de</strong> salvación en el<br />
que son iniciados los nuevos miembros (cf. AG 14; RICA 1-2).<br />
5. La <strong>iniciación</strong> es un proceso<br />
La <strong>iniciación</strong> presenta siempre un aspecto dinámico, tal como se<br />
evi<strong>de</strong>ncia en la variada simbólica empleada en las distintas culturas:<br />
es itinerario que hay recorrer; es paso <strong>de</strong> una situación a otra (<strong>de</strong> las<br />
tinieblas a la luz, <strong>de</strong> la muerte a la vida, <strong>de</strong> la esclavitud a la libertad);<br />
es gestación y parto; maduración y crecimiento; aprendizaje.<br />
La metáfora más socorrida es la <strong>de</strong>l paso <strong>de</strong> la muerte a la nueva<br />
vida. Está claro que la <strong>iniciación</strong> requiere tiempo y comporta fases y<br />
etapas. Los especialistas señalan fundamentalmente tres tiempos: a)<br />
tiempo <strong>de</strong> separación, <strong>de</strong> ruptura con el camino viejo, <strong>de</strong> aislamiento<br />
(Buschzeit = tiempo <strong>de</strong> selva); b) tiempo <strong>de</strong> marginación, <strong>de</strong> transición,<br />
<strong>de</strong> pruebas y sufrimientos, <strong>de</strong> aprendizaje <strong>de</strong> palabras importantes;<br />
c) tiempo <strong>de</strong> integración en el grupo, <strong>de</strong> introducción en el<br />
nuevo género <strong>de</strong> vida, <strong>de</strong> investidura. Ritos adaptados van jalonando<br />
en cada etapa los progresos que va haciendo el iniciando. Pero la<br />
<strong>iniciación</strong> es sólo «comienzo <strong>de</strong> una experiencia <strong>de</strong>stinada a continuar»<br />
(J. Ries); aun terminado todo el proceso, la <strong>iniciación</strong> se consi<strong>de</strong>ra<br />
sólo virtual; la <strong>iniciación</strong> efectiva viene <strong>de</strong>spués y dura toda<br />
la vida ,0 .<br />
— La ley <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo constante y progresivo es también una<br />
<strong>de</strong> las características <strong>de</strong> la <strong>iniciación</strong> cristiana. La afirmación <strong>de</strong> Clemente<br />
<strong>de</strong> Alejandría <strong>de</strong> que el catecúmeno necesita tiempo " refleja<br />
<strong>10</strong> «Entrar en el camino es la <strong>iniciación</strong> virtual; seguir el camino es la <strong>iniciación</strong><br />
efectiva»: R. GUÉNON, citado en PH.-E. RAUSIS, O.C, p.16.<br />
11 Strom. 2,961: SCH 38,<strong>10</strong>7.<br />
Introducción 9<br />
una convicción unánimemente compartida <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los primeros orígenes<br />
<strong>de</strong>l catecumenado cristiano. Se necesita tiempo para purificar las<br />
motivaciones, consolidar la conversión, madurar la fe, habituarse al<br />
género <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> los cristianos, i<strong>de</strong>ntificarse con la Iglesia. Pero la<br />
<strong>iniciación</strong> cristiana es también sólo el comienzo <strong>de</strong> la existencia cristiana;<br />
sólo abre la puerta a la vida cristiana, que toda ella ha <strong>de</strong><br />
consi<strong>de</strong>rarse como un proceso <strong>de</strong> conversión e <strong>iniciación</strong> permanentes.<br />
La verda<strong>de</strong>ra <strong>iniciación</strong> <strong>de</strong>finitiva sólo se dará, a través <strong>de</strong> la<br />
muerte, con el ingreso en el goce <strong>de</strong> la vida eterna. Esta perspectiva<br />
<strong>de</strong> la meta final confiere a todo el proceso una tensión escatológica.<br />
6. La <strong>iniciación</strong> es un proceso unitario<br />
A pesar <strong>de</strong> la variedad <strong>de</strong> elementos, actores y momentos que<br />
intervienen, el proceso iniciático es único; hay una unidad orgánica<br />
entre todos los elementos.<br />
— También en la <strong>iniciación</strong> cristiana todos los agentes, elementos<br />
y etapas están articulados entre sí <strong>de</strong> forma que todo el proceso<br />
constituya un único acontecimiento. Esto nos autoriza a hablar <strong>de</strong>l<br />
gran sacramento <strong>de</strong> la <strong>iniciación</strong> cristiana.<br />
Resumiendo lo dicho, podríamos <strong>de</strong>finir la <strong>iniciación</strong> diciendo<br />
que es «el proceso mediante el cual el sujeto modifica radicalmente<br />
su estatuto comunitario, religioso y social, viviendo al mismo tiempo<br />
un cambio existencial profundo para adquirir el puesto normal que<br />
correspon<strong>de</strong> a todo miembro activo <strong>de</strong> la comunidad y se caracteriza<br />
por una i<strong>de</strong>ntidad singular respecto <strong>de</strong> los no iniciados» !2 . No resultará<br />
difícil al lector ajustar esta <strong>de</strong>finición a la realidad concreta y<br />
original <strong>de</strong> la <strong>iniciación</strong> cristiana.<br />
II. LOS SACRAMENTOS DE LA INICIACIÓN CRISTIANA<br />
En el cristianismo la <strong>iniciación</strong> al misterio se realiza principalmente<br />
en las acciones sacramentales. «Mediante los sacramentos <strong>de</strong><br />
la <strong>iniciación</strong> cristiana, el bautismo, la confirmación y la Eucaristía,<br />
se ponen los fundamentos <strong>de</strong> la vida cristiana» (CIC 1212). Por eso<br />
los Padres griegos <strong>de</strong>l s. iv casi siempre i<strong>de</strong>ntifican la <strong>iniciación</strong><br />
(mystagógia) con la celebración misma <strong>de</strong> los misterios (fundamentalmente<br />
el bautismo y la Eucaristía). Éstos, según RICA 27, representan<br />
el último grado o etapa, una especie <strong>de</strong> cumbre y <strong>de</strong> punto <strong>de</strong><br />
llegada <strong>de</strong>l itinerario <strong>de</strong> la <strong>iniciación</strong> cristiana. Dentro <strong>de</strong>l gran sa-<br />
12 Cf. S. MAGGIANI, O.C, 18.