BAUTISMO Y CONFIRMACIÓN. Sacramentos de iniciación ... - 10
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P.II sec. I. Parte sistemática<br />
Sin abandonar el filón paulino <strong>de</strong>l único cuerpo, la tradición ha<br />
comparado el nacimiento <strong>de</strong> la Iglesia como fruto <strong>de</strong>l bautismo con<br />
la elaboración <strong>de</strong>l pan. Según san Ireneo, los granos <strong>de</strong> trigo no se<br />
convierten en un solo pan más que gracias al agua; así los creyentes<br />
no hacen una sola realidad más que gracias al Espíritu, que es el<br />
agua celestial: la Iglesia se hace una, corporalmente por el agua bautismal<br />
y espiritualmente por la efusión bautismal <strong>de</strong>l Espíritu 45 .<br />
El primer efecto <strong>de</strong>l bautismo es la misma Iglesia: <strong>de</strong> la misma<br />
manera que <strong>de</strong> la experiencia salvífica <strong>de</strong>l Éxodo surgió la primera<br />
ekklésía, la <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto. Lo que la Iglesia <strong>de</strong>be ser lo es fundamentalmente<br />
por el bautismo. El bautismo hace nacer y crecer a la Iglesia<br />
en el mismo momento y por la misma acción por la que va incorporando<br />
nuevos miembros al cuerpo cuya cabeza es Cristo. La comunidad<br />
se renueva, se regenera y se <strong>de</strong>sarrolla ahondando en sus<br />
propias raíces, es <strong>de</strong>cir, entrando nuevamente en contacto con el<br />
acontecimiento <strong>de</strong>l que trae su origen, el Acontecimiento salvífico<br />
fundante <strong>de</strong> la Iglesia. La realidad que emerge <strong>de</strong>l acontecimiento<br />
bautismal trascien<strong>de</strong> las dimensiones <strong>de</strong>l individuo que es bautizado<br />
y agregado a la Iglesia. «... procuras el crecimiento <strong>de</strong> la santa Iglesia<br />
y (la) llenas con la luz <strong>de</strong> innumerables redimidos...» 46 .<br />
Po<strong>de</strong>mos afirmar que el bautismo es acto <strong>de</strong> la Iglesia, en el<br />
sentido fuerte <strong>de</strong> la palabra acto (paso <strong>de</strong> potencia a acto): en el<br />
bautismo la Iglesia se autorrealiza como el ámbito <strong>de</strong> la realización<br />
histórica <strong>de</strong>l misterio <strong>de</strong> Cristo, como sacramentum Paschae, como<br />
el lugar <strong>de</strong> la efusión <strong>de</strong>l Espíritu, como presencia anticipada <strong>de</strong>l<br />
Reino.<br />
«De las fuentes bautismales nace el único pueblo <strong>de</strong> Dios <strong>de</strong> la<br />
nueva Alianza que trascien<strong>de</strong> todos los límites naturales o humanos<br />
<strong>de</strong> las naciones, las culturas, las razas y los sexos: "Porque en un<br />
solo Espíritu hemos sido todos bautizados para no formar más que<br />
un cuerpo" (1 Cor 12,13). Los bautizados vienen a ser "piedras vivas"<br />
para "edificación <strong>de</strong> un edificio espiritual, para un sacerdocio<br />
santo"»: CIC n.1267-1268.<br />
La comunidad que nace <strong>de</strong>l bautismo es una fraternidad (a<strong>de</strong>lphotés).<br />
Siguiendo a Pablo, que afirma que en el Cuerpo <strong>de</strong> Cristo<br />
no hay <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s ni divisiones (cf. Gal 3,26-28; 1 Cor 12,1.12-<br />
13; Col 3,9-11), algunos Padres insisten con singular fuerza en la<br />
radical igualdad que nace <strong>de</strong> la común <strong>iniciación</strong>. Sobresale entre<br />
todos ellos el Crisóstomo; lo ha convertido en uno <strong>de</strong> los temas favoritos<br />
<strong>de</strong> su predicación.<br />
45 Cf. AH, 111,17,2: SCH 211,330-332.<br />
46 Ritual armenio: G. WINKLER, O.C, p.229.<br />
C.6. Las dimensiones histórico-salvíficas <strong>de</strong>l bautismo 135<br />
«En la Iglesia no hay diferencia entre el esclavo y el hombre<br />
libre, entre el extranjero y el ciudadano, entre el anciano y el joven,<br />
entre el sabio y el ignorante, entre el hombre normal y el príncipe,<br />
entre la mujer y el varón. Todas las eda<strong>de</strong>s, condiciones y sexos<br />
entran <strong>de</strong> la misma manera en la piscina <strong>de</strong> las aguas (bautismales).<br />
Lo mismo el emperador que el pobre, los dos participan <strong>de</strong> la misma<br />
purificación. Aquí está el signo más palpable <strong>de</strong> la nobleza que distingue<br />
a la Iglesia: que iniciamos <strong>de</strong> la misma manera al mendigo<br />
que a quien lleva el cetro» 47 .<br />
Todos los iniciados reciben idénticos dones y lo tienen todo en<br />
común:<br />
«Dios os llamó a todos a los mismos bienes. No dio más a uno<br />
que a otro. A todos ha concedido inmortalidad, a todos la vida eterna,<br />
a todos la gloria, a todos la fraternidad, a todos la herencia. Se ha<br />
convertido en Cabeza común <strong>de</strong> todos, os ha hecho resucitar y entro-<br />
48<br />
nizar a todos juntos:<br />
«Observa bien este punto: todo se os da a todos en común, para<br />
que el rico no <strong>de</strong>sprecie al pobre ni el pobre crea poseer menos que<br />
el rico, porque en Cristo Jesús no hay varón ni mujer, ni escita ni<br />
bárbaro, ni judío ni griego: <strong>de</strong>saparece no sólo la <strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong><br />
edad y <strong>de</strong> naturaleza, sino cualquier otra condición: una misma dignidad<br />
para todos, un mismo regalo, los mismos lazos <strong>de</strong> afecto fraterno,<br />
la misma gracia» 49 .<br />
Esta igualdad, en última instancia, <strong>de</strong>riva <strong>de</strong> la común experiencia<br />
sacramental:<br />
«Si Cristo es el Hijo <strong>de</strong> Dios y vosotros os habéis revestido <strong>de</strong> él,<br />
puesto que lo lleváis puesto y os habéis hecho semejantes a él, todos<br />
habéis entrado en la misma relación y forma. "Ya no hay judío ni<br />
griego; ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer, ya que todos vosotros<br />
sois uno en Cristo Jesús"... Todos vosotros tenéis la misma forma e<br />
imagen que Cristo. El que antes era griego o judío o esclavo, va<br />
<strong>de</strong>ambulando por ahí con la forma <strong>de</strong>l mismísimo Señor <strong>de</strong>l universo,<br />
mostrando en sí a Cristo» 50 .<br />
Semejantes consi<strong>de</strong>raciones no <strong>de</strong>jarían seguramente <strong>de</strong> causar<br />
fuerte impacto en una sociedad que acababa <strong>de</strong> salir <strong>de</strong>l paganismo<br />
y cuyas estructuras sociales <strong>de</strong>scansaban en la <strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong> clases.<br />
47 In 1 Cor hom. <strong>10</strong>,1: PG 51,2247AB; cf. Caí. Baut. I, 27: SCH 50, 122<br />
48 InEpk, 11:PG62, 79D-80A.<br />
49 Caí. Baut. 111,4: SCH 366,228-230. Cf. también Jo hom. <strong>10</strong>,2: PG 59 75CD'<br />
Cat. Baut. 1,27; 11,13: SCH 50,122 y 140-141.<br />
50 In Gal, 3: PG 61,656CD. Cf. In Mt hom. 19,4: PG 57, 278D-279B; In; In<br />
Rom hom. 1,3: PG 60,399BC; 2,6; In Eph hom. 11,1: PG 62,80CD; Cat Baut líl 4-<br />
SCH 366, 228-230.