NAVARRO-ARENDINE IRAI.pdf - RiuNet

los que se sirven pueden ser violentos, ideológicos, físicos o reflexivos. De
cualquier forma el sujeto obediente es idóneo por su falta de fuerza.
Así que se sofistican los medios para incidir sobre el cuerpo sin siquiera
tocarlo; recluyéndolo. No se apela al sufrimiento físico sino a la suspensión
de los derechos. Las sutilezas que van moldeando las acciones, el dominio
de las tecnologías políticas del cuerpo.
“Las prácticas escindentes: el sujeto es dividido en el interior de sí
mismo o dividido de los otros. Este proceso hace de él un objeto. La
partición entre el hombre loco y el hombre juicioso, enfermo e
individuo sano, criminal o “buen chico”, ilustran esta tendencia.” 96
Así dice Foucault, que su interés iba más allá de las restricciones, más allá
de lo prohibido; su interés recaía en los sentimientos, pensamientos, deseos
e impulsos experimentados a causa de ello.
Es primordial la separación de los cuerpos o mantener la individualidad para
preservar el control, bajo esta premisa se disocian los grupos o las
colectividades. Es más difícil controlar grandes números a unidades
específicas.
“Se trata de establecer las presencias y las ausencias, de saber dónde
y cómo encontrar a los individuos, instaurar las comunicaciones útiles,
interrumpir las que no lo son, poder en cada instante vigilar la
conducta de cada cual, apreciarla, sancionarla, medir las cualidades o
los méritos. Procedimiento, pues, para conocer, para dominar y para
utilizar. La disciplina organiza un espacio analítico.” 97
96
FOUCAULT, Michael. Tecnologías del yo y otros textos afines. Barcelona: Paidos, 1996,
pág. 21
97
FOUCAULT, Michel. Vigilar y Castigar, nacimiento de la prisión. Buenos Aires: Siglo XXI,
1976, pág.131
108