NAVARRO-ARENDINE IRAI.pdf - RiuNet

El arte da la libertad de poder reinterpretar el mundo y llenarle de
implicaciones mágicas; el artista es el dueño de su mundo y su realidad. El
artista deja asomarnos a su interior para descubrir tesoros, para
despertarnos la curiosidad que sólo los cuentos de hadas podían.
El artista ha sido en todos los tiempos el instrumento y portavoz del espíritu
de su época, y aunque esté condicionado a su contexto histórico, existe otra
condición para entender su obra y está limitada en función de su psicología
personal. Consciente o inconscientemente, ya que interpretará los valores de
su tiempo que, a su vez, le forman a él.
“La fascinación ante una obra se produce cuando se ha conmovido el
inconsciente. La finalidad del artista moderno es dar expresión a la
visión interior del hombre, al fondo espiritual de la vida y del mundo”. 29
Se experimenta cierta afinidad con la obra donde reconocemos las
posibilidades inmersas no sólo como objetos sino obra de arte.
“Cada objeto del mundo puede pasar de una existencia cerrada,
muda, a un estado oral, abierto a la apropiación de la sociedad pues
ninguna ley, natural o no, impide hablar de las cosas”. 30
No sugiere que el mito surja de la naturaleza de las cosas, sino que es
producto de la historia, de la historia humana para ser claros, ya que esta es
la que se encarga como él bien dice, de dar habla a las cosas reales. No es
necesario que sea oral, puesto que es un mensaje; puede ser una
representación, la materia ya pensando en una comunicación apropiada.
29
JUNG, Carl Gustav. El hombre y sus símbolos. Barcelona, Buenos Aires, México:
PAIDOS, 1995.pág.252
30
BARTHES, Roland. Mitologías .México :Siglo XXI 13ª.edición 1980-2002.pág.199
41