Seminario Internacional de Miami Miami ... - MINTS español
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habían entregado (ver 12:44; 13:5, 12). Sin embargo, no se ha mencionado la ofrenda <strong>de</strong> leña ni<br />
las primicias. Al punto <strong>de</strong> concluir el libro, Nehemías revela que él había conseguido la entrega<br />
<strong>de</strong> estas dos ofrendas pendientes también. Esto contribuye a un sentido <strong>de</strong> clausura <strong>de</strong>l libro.<br />
A<strong>de</strong>más, la lista <strong>de</strong> ofrendas en 12:44 y las dos ofrendas en el v. 31 colocan un marco literario<br />
alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> toda la sección <strong>de</strong> 12:44–13:31.<br />
Es claro Charles Swindoll, ( 140 ) al mostrar que Nehemías hace tres breves solicitu<strong>de</strong>s, que forman<br />
su consejo final a los lí<strong>de</strong>res:<br />
Primera, la acción <strong>de</strong> agarrar cualquier problema por la cabeza comienza con una honesta<br />
observación. La <strong>de</strong>tección siempre prece<strong>de</strong> a la solución. Usted nunca podrá resolver un<br />
problema que no pueda <strong>de</strong>finir. Hay que llamar al pan, pan y al vino, vino. El problema pue<strong>de</strong><br />
ser una alianza comprometedora que usted ha comenzado, en su negocio, en su vida social o en<br />
sus citas. Tal vez usted haya comenzado a soltar las riendas <strong>de</strong> la responsabilidad.<br />
De las cuatro oraciones <strong>de</strong> Nehemías pidiendo que Dios se acuer<strong>de</strong> <strong>de</strong> él, la <strong>de</strong>l v. 31 es la más<br />
escueta (ver vv. 14, 22; 5:19). Esto también da un sentido <strong>de</strong> clausura al libro. Las oraciones<br />
aquí y en 1:4–11 enmarcan todo el libro y subrayan la confianza en Dios que caracteriza a<br />
Nehemías <strong>de</strong>l principio al final.<br />
Segunda, la observación honrada tiene que ir unida con la valiente convicción. Cualquier lí<strong>de</strong>r<br />
que <strong>de</strong>cida practicar una vida piadosa tiene que prepararse con la convicción. Una andanza<br />
piadosa requiere una <strong>de</strong>terminación valiente y tomar fuertes medidas para permanecer firme.<br />
En el campo espiritual no po<strong>de</strong>mos tolerar que cada uno actúe según su propio capricho. Si así<br />
hacemos, se <strong>de</strong>bilita nuestra convicción cristiana. Con esto no estoy diciendo que no <strong>de</strong>bemos<br />
ser nunca flexibles. No estoy abogando una intolerancia ciega. Lo que estoy diciendo es que es<br />
responsabilidad <strong>de</strong> los lí<strong>de</strong>res cristianos permanecer firmes a pesar <strong>de</strong> aquellos que no están <strong>de</strong><br />
acuerdo.<br />
Tercera, la honesta observación y la convicción valiente tienen que estar atemperadas con una<br />
profunda <strong>de</strong>voción. Aquí es don<strong>de</strong> se pier<strong>de</strong>n muchos cristianos bien intencionados. Se<br />
convierten en cazadores <strong>de</strong> cabezas <strong>de</strong> tipo espiritual: se convierten en cristianos negativos,<br />
airados, que persiguen a los disi<strong>de</strong>ntes, que siempre viven en sospechas y a menudo están<br />
peleando. Cambian el gozo <strong>de</strong>l Señor por un profundo ceño. El lí<strong>de</strong>r tiene que mantener un<br />
equilibrio entre su postura firme a favor <strong>de</strong> la verdad y el mantener un corazón ardiente ante el<br />
Señor. G. J. Wenham y otros ( 141 ) expresan que, <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> este capítulo se <strong>de</strong>scubre la<br />
preocupación por la i<strong>de</strong>ntidad distintiva <strong>de</strong> la comunidad. La dura oposición externa la puso en<br />
peligro al tentarla a diluir su testimonio y hacerla ineficaz. Entonces, eran esenciales un enfoque<br />
firme y fuerte en el centro <strong>de</strong> la comunidad y en la adoración a<strong>de</strong>cuada <strong>de</strong> Dios en el santuario<br />
que había <strong>de</strong>signado… el libro <strong>de</strong> Nehemías parece que se va agotando hacia el final en lo que<br />
uno consi<strong>de</strong>raría una manera bastante <strong>de</strong>sagradable, y en lugar <strong>de</strong> terminar en una nota alta,<br />
<strong>de</strong>saparece como un suspiro. Todos los abusos que se tratan en este último capítulo ya se<br />
trataron anteriormente, pero tienen que mostrar sus caras una vez más a pesar <strong>de</strong> los mejores<br />
esfuerzos que los reformadores hicieron para erradicarlos. Sólo <strong>de</strong> paso nos enteramos <strong>de</strong> que la<br />
situación es el segundo período <strong>de</strong> Nehemías como gobernador (6, 7), así que pue<strong>de</strong> ser que han<br />
140 Swindoll, Charles, Op. Cit., PP. 202-203.<br />
141 Wenham G. J. y otros, Op. Cit., P. 982.