La teoría de los cuatro escalones. Violencia, criminalidad e ...
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calle con una velada amenaza <strong>de</strong> violencia) y el ‘peaje’ (bloqueo <strong>de</strong> una vía <strong>de</strong> pasaje<br />
obligado en un barrio para exigir dinero a <strong>los</strong> transeúntes a cambio <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar<strong>los</strong> pasar)<br />
entre <strong>los</strong> cuales se opta según la oportunidad y el momento (Kessler, 2004). 44<br />
<strong>La</strong>s carreras <strong>de</strong>lictivas <strong>de</strong> antaño –que <strong>de</strong>scriben un campo profesional jerarquizado por<br />
la posesión diferencial <strong>de</strong> técnicas y conocimientos- entran en crisis al mismo tiempo que las<br />
carreras laborales legales. En la lógica anterior, el grupo que se podría llamar “plenamente<br />
integrado” contribuye a la construcción <strong>de</strong>l otro al <strong>de</strong>finirlo como “<strong>de</strong>sviado”. Cuando el<br />
horizonte <strong>de</strong> carrera laboral se <strong>de</strong>struye, la articulación indistinta <strong>de</strong> formas legales e ilegales <strong>de</strong><br />
acceso a recursos se torna más probable.<br />
<strong>La</strong>s estructuras <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s –analizadas en el primer escalón- <strong>de</strong>terminan en muchas<br />
socieda<strong>de</strong>s entramados relacionales débiles, falta <strong>de</strong> sostén normativo y escaso aprendizaje <strong>de</strong><br />
técnicas. <strong>La</strong> <strong>de</strong>sorganización social contextual impi<strong>de</strong> la conformación <strong>de</strong> cualquier tipo <strong>de</strong><br />
racionalidad profesional. <strong>La</strong> inestabilidad obstaculiza también la formación <strong>de</strong> una i<strong>de</strong>ntidad<br />
laboral y la construcción <strong>de</strong> un oficio. 45<br />
El <strong>de</strong>finitiva, la lógica <strong>de</strong> la “provisión” legitima la alternancia entre <strong>los</strong> medios legales e<br />
ilegales para obtener ingresos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una racionalidad <strong>de</strong> corto plazo que no consi<strong>de</strong>ra las<br />
consecuencias futuras <strong>de</strong> la acción. ¿Dicha lógica se mantiene, <strong>de</strong>saparece o se transforma en<br />
trayectoria más profesional? Gabriel Kessler, en su abordaje <strong>de</strong> la problemática <strong>de</strong> jóvenes que<br />
<strong>de</strong>linquen contra la propiedad en la Argentina, procura fundamentar la siguiente i<strong>de</strong>a: si las<br />
acciones <strong>de</strong>lictivas iniciales se caracterizan por un bajo cálculo <strong>de</strong> costo-beneficio y una<br />
racionalidad <strong>de</strong> muy corto plazo, éstos comienzan a incrementarse a medida que se adquieren la<br />
experiencia <strong>de</strong>l riesgo, <strong>los</strong> beneficios eventuales <strong>de</strong>l <strong>de</strong>lito y las interacciones con otros actores<br />
(en especial, víctimas y policías) (Kessler, 2004).<br />
44 A pesar <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> racionalidad <strong>de</strong> la acción <strong>de</strong>lictiva, permanece en muchos jóvenes la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>l robo como<br />
“acumulación originaria”, y una vez obtenida cierta cantidad <strong>de</strong> dinero poner, por ejemplo, un comercio. Se verifica,<br />
pues, que el “trabajo perdura, al menos en lo que dicen, como forma legítima <strong>de</strong> ascenso social. Se quejan <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />
bajos ingresos y las condiciones laborales, pero esto no necesariamente implica que hayan <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rarse<br />
que sigue siendo la única forma <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong> respeto y dignidad…Aun sin una explicitación tan acabada, para<br />
la mayoría <strong>de</strong> nuestros jóvenes, al menos discursivamente, el trabajo mantiene su lugar como actividad legítima. Tal<br />
valoración no es, sin duda, un predictor <strong>de</strong> algún tipo particular <strong>de</strong> comportamiento, pero muestra que el trabajo está<br />
<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> su imaginario. Esto cuestionaría el supuesto <strong>de</strong> que hay una subcultura cuyos códigos se establecen en<br />
completa oposición a la cultura hegemónica…”(Kessler, 2004).<br />
45 Muchas <strong>de</strong> las ocupaciones <strong>de</strong> <strong>los</strong> jóvenes estudiados son informales, “<strong>de</strong> acceso casi irrestricto –como la venta en<br />
la vía pública o transportes - y escasa necesidad <strong>de</strong> planificación; algo similar a cuando <strong>de</strong>scriben sus robos ‘al<br />
voleo’: salir a la calle, sin precisar la elección <strong>de</strong> la víctima ni la estrategia. En segundo lugar, realizan tareas con<br />
bajo requerimiento <strong>de</strong> calificación y <strong>de</strong> capital inicial; también sus escasas calificaciones y poco capital social <strong>los</strong><br />
limitan a <strong>de</strong>litos precarios: no saben conducir ni manejar armas y carecen <strong>de</strong> información y <strong>de</strong> contactos…En suma,<br />
todos <strong>los</strong> aspectos calificantes y socializantes <strong>de</strong>l mundo laboral están restringidos por la cantidad y la calidad <strong>de</strong> las<br />
ocupaciones a las que acce<strong>de</strong>n. Desprovisto <strong>de</strong> sus atributos tradicionales, el trabajo se reviste <strong>de</strong> un sentido<br />
meramente instrumental, acercándose así a las restantes formas <strong>de</strong> provisión” (Kessler, 2004).<br />
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