La teoría de los cuatro escalones. Violencia, criminalidad e ...
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las condiciones <strong>de</strong> la ciencia social hacen altamente improbable el acuerdo consistente<br />
acerca <strong>de</strong> la naturaleza exacta <strong>de</strong>l conocimiento, y, con mayor motivo, el acuerdo sobre<br />
leyes subjuntivas explicativas. En la ciencia social, por consiguiente, <strong>los</strong> <strong>de</strong>bates sobre la<br />
verdad científica no se refieren únicamente al nivel empírico. Estos <strong>de</strong>bates están<br />
presentes en toda la gama <strong>de</strong> compromisos empíricos que mantienen puntos <strong>de</strong> vista<br />
rivales (Alexan<strong>de</strong>r, 1990).<br />
Cuando se avanza en las materias <strong>de</strong> la violencia, la <strong>criminalidad</strong> y la inseguridad, las<br />
perspectivas sociológicas quedan más sometidas a <strong>los</strong> discursos que a las discusiones científicas<br />
habituales. De esta forma, el discurso –y no la mera explicación- se convierte en una<br />
característica esencial <strong>de</strong> la ciencia social:<br />
por discurso entiendo formas <strong>de</strong> <strong>de</strong>bate que son más especulativas y están más<br />
consistentemente generalizadas que las discusiones científicas ordinarias. Estas últimas<br />
se centran, más disciplinadamente, en evi<strong>de</strong>ncias empíricas específicas, en la lógica<br />
inductiva y <strong>de</strong>ductiva, en la explicación mediante leyes subsuntivas y en <strong>los</strong> métodos que<br />
permiten verificar o falsar estas leyes. El discurso, por el contrario, es argumentativo. Se<br />
centra en el proceso <strong>de</strong> razonamiento más que en <strong>los</strong> resultados <strong>de</strong> la experiencia<br />
inmediata, y se hace relevante cuando no existe una verdad manifiesta y evi<strong>de</strong>nte. El<br />
discurso trata <strong>de</strong> persuadir mediante argumentos y no mediante predicciones. <strong>La</strong><br />
capacidad <strong>de</strong> persuasión <strong>de</strong>l discurso se basa en cualida<strong>de</strong>s tales como su coherencia<br />
lógica, amplitud <strong>de</strong> visión, perspicacia interpretativa, relevancia valorativa, fuerza<br />
retórica, belleza y consistencia argumentativa (Alexan<strong>de</strong>r, 1990). 1<br />
Asumir este plano <strong>de</strong>l discurso, en don<strong>de</strong> toda <strong>teoría</strong> es polivalente, implica aceptar la<br />
sobre<strong>de</strong>terminación teórica <strong>de</strong> <strong>los</strong> hechos. Cada vez que hablamos, opinamos o arriesgamos<br />
proposiciones sobre tópicos vinculados con la violencia, la <strong>criminalidad</strong> y la inseguridad,<br />
advertimos que toda generalización es esencialmente discutible. En <strong>de</strong>finitiva, toda sentencia <strong>de</strong><br />
la ciencia social está sujeta a la exigencia <strong>de</strong> justificación por referencia a principios generales<br />
(Alexan<strong>de</strong>r, 1990).<br />
1 “Foucault <strong>de</strong>fine las praxis intelectuales, científicas y políticas como ‘discursos’ a fin <strong>de</strong> negar su status<br />
meramente empírico, inductivo…<strong>La</strong> sociología también es un ámbito discursivo. Sin embargo, no se encuentra en<br />
ella la homogeneidad que Foucault atribuye a tales ámbitos; en la ciencia social hay discursos, no un único<br />
discurso…Los discursos <strong>de</strong> la ciencia social tienen como objeto la verdad, y siempre están sujetos a estipulaciones<br />
racionales acerca <strong>de</strong> cómo <strong>de</strong>be llegarse a la verdad y en qué <strong>de</strong>be consistir ésta. Aquí recurro a Habermas, que<br />
entien<strong>de</strong> el discurso como parte <strong>de</strong>l esfuerzo que hacen <strong>los</strong> interlocutores para lograr una comunicación no<br />
distorsionada. Aunque Habermas subestima las cualida<strong>de</strong>s irracionales <strong>de</strong> la comunicación, y no digamos <strong>de</strong> la<br />
acción, no cabe duda <strong>de</strong> que ofrece una forma <strong>de</strong> conceptualizar sus aspiraciones racionales…El ámbito discursivo<br />
<strong>de</strong> la ciencia social actual se encuentra en una difícil posición: entre el discurso racionalizante <strong>de</strong> Habermas y el<br />
discurso arbitrario <strong>de</strong> Foucault” (Alexan<strong>de</strong>r, 1990).<br />
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