15.05.2013 Views

max-lucado-aplauso_del_cielo-2 - Ondas del Reino

max-lucado-aplauso_del_cielo-2 - Ondas del Reino

max-lucado-aplauso_del_cielo-2 - Ondas del Reino

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

casa. Pero en lugar de estar lleno de agua, está cargada de pelotas… miles y miles de<br />

pelotas de plástico, coloridas y livianas.<br />

En el centro de la fosa hay una especie de mesa que tiene unos agujeros por donde salen<br />

chorros de aire. Los niños se trepan por la fosa, agarran pelotas, las colocan sobre los<br />

agujeros y «¡Yupiiii!»… las pelotas vuelan.<br />

La parte más maravillosa de la fosa es el área para los padres. Mientras los niños ruedan<br />

y saltan en las pelotas, los padres se sientan en el piso alfombrado que rodea la fosa, y<br />

descansan.<br />

Mi hija mayor, Jenna, lo hizo muy bien. Se sumergía y enfilaba directamente hacia la<br />

mesa.<br />

En cambio Andrea, de tres años de edad, tuvo algunas dificultades. Ni bien dio un paso<br />

en la fosa, se cargó los brazos de pelotas.<br />

Ahora, es bastante difícil caminar por la fosa hundido en pelotas hasta la cintura con los<br />

brazos extendidos haciendo equilibrio. Y con los brazos cargados resulta imposible.<br />

Andrea dio un paso y se cayó. Intentó incorporarse luchando sin soltar las pelotas. No<br />

podía hacerlo. Comenzó a llorar. Caminé hasta el borde de la fosa.<br />

—Andrea —dije suavemente—, suelta las pelotas y podrás caminar.<br />

—¡No! —gritó, mientras se sacudía y se sumergía debajo de las pelotas. Extendí mis<br />

brazos y la levanté. Seguía aferrada a su brazada de tesoros.<br />

— Andrea —dijo su padre sabio y paciente—, si sueltas las pelotas, podrás caminar.<br />

Además, hay suficientes pelotas cerca de la mesa.<br />

—¡No!<br />

Dio dos pasos y se volvió a caer.<br />

No se permite que los padres entren a la fosa. Intenté alcanzarla desde el borde, pero no<br />

podía. Estaba en algún punto debajo de las pelotas, así que hablé dirigiéndome hacia la<br />

zona donde se había caído.<br />

—Andrea, suelta las pelotas para que te puedas levantar. Vi que había movimiento<br />

debajo de las pelotas.<br />

¿Noooo!<br />

—Andrea —dijo su padre un poco agitado—. Te sería posible levantarte si soltases<br />

las…<br />

—¡¡¡¡¡Nooooo!!!!!<br />

—Jenna, ven a ayudar a tu hermana para que se pueda levantar.<br />

A esta altura los demás padres comenzaban a mirarme. Jenna se desplazó por el lago de<br />

pelotas hacia el lugar donde estaba su hermanita. Metió la mano dentro de la fosa e intentó<br />

ayudar a Andrea a incorporarse. Jenna no tenía la fuerza suficiente y Andrea no podía<br />

ayudar porque seguía aferrada a las mismas pelotas que había agarrado al principio.<br />

Jenna se enderezó y mirándome, sacudió la cabeza.<br />

—No la puedo levantar, papá.<br />

—Andrea —dijo con fuerza su padre, cuya irritación iba en aumento—, ¡suelta las<br />

pelotas para que te puedas levantar!<br />

El grito que venía de lo profundo de las pelotas sonaba apagado, pero claro.<br />

—¡¡¡¡¡Nooooo!!!!!<br />

«Maravilloso», pensé. «Ella tiene lo que quiere y seguirá aferrada aunque eso la mate».<br />

—Jenna —dijo con firmeza su padre visiblemente enojado—. Quítale esas pelotas a tu<br />

hermana.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!