Número 12 - CCH - Universidad Nacional Autónoma de México

mitar, yo creo que hay aproximadamente
ochenta y cinco que estamos hablando
ya la lengua nacional y que estamos buscando
hacernos de un lugar en el mundo,
aunque nuevamente seamos oprimidos y
colonizados por un conjunto –y tengo que
decirlo– de hombres blancos, igual como
ocurrió en el siglo XVI. Ya que estos indios,
de quienes formamos parte, tienen que ir
a conseguir trabajo a otras partes porque
aquí no lo encuentran, y se juegan la vida
para poder adquirir una calidad de hombre,
cuando son más hombres que cualquiera.
Estos indios actualmente están
saliendo del país por millares, buscando
donde hacerse, donde formarse; en lugar
de que con un gran apoyo educativo estuvieran
hoy como los señores de México.
Por eso insisto, seguimos estando como
en la Colonia, como mestizos. Los hombres
blancos de Arizona son quienes nos
cazan, porque ellos son la raza pura, los
que no son mestizos, y de quienes nos
alegramos que ahora nos llamen hispanos.
En lugar de que pidiéramos ser llamados
indios, que es nuestro verdadero
nombre.
–En alguna ocasión usted mencionaba
que Simón Bolívar, en cuanto a lo que es
nuestra idiosincrasia, representaba excelentemente
la imagen del latinoamericano.
–Claro; usted se refiere a la imagen que
me llevó a escribir Canto llano a Simón
Bolívar. Y es que para mí, en el sentido histórico,
él es una de las figuras principales
que ha concebido lo que debe ser este
ritmo / nueva época
imaginación y crítica
mundo nuestro. Por eso el título que él
se puso, porque nunca admitió ser rey ni
cosa por el estilo, y que fue el de libertador.
Y marcó un camino que inclusive ahora,
podría ser un instrumento de libertad
para nuestros países. Ese sí fue un injerto
a todo dar, para que vea.
–Y dentro de lo que podríamos llamar estos
instrumentos de libertad latinoamericanos,
¿qué papel juega la poesía?
–¿La poesía? No creo que juegue papel
alguno; simplemente se le ha dado demasiada
importancia. Claro, el poeta siempre
piensa que su trabajo puede salvar al
mundo, y ojalá pudiera. Pero no creo que
la poesía represente ningún papel para
libertar a los pueblos. Tal vez un poema
puede que incite la acción de algún joven
hacia la lucha, pero de otra manera no veo
qué papel pueda desempeñar la poesía.
Es decir, sólo como incitadora de acción
de aquellos hombres que pueden efectivamente
lograr la libertad. Ahora, en algunos
poemas míos se observa una reflexión
social. Claro. Pero la cuestión está en que
yo pasé mi infancia y juventud totalmente
en la miseria y eso me llenó naturalmente
del sentido de la injusticia y la protesta; de
la búsqueda de la igualdad entre los hombres.
Pero de eso a que lo que yo hago
tenga algún papel que representar en lo
que pasa en este momento en el país, le
aseguro que no. ¿Usted cree que algo de
lo que nos pasa podría componerse con el
canto? Ojalá fuera posible; pero el canto
no tiene destino.
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