Número 12 - CCH - Universidad Nacional Autónoma de México

itmo
Helena, según versión de Isócrates (s. V
a. C.) en su Helena, se aparece, cual soberana,
una noche a Homero y le ordena
escribir la Iliada, un poema sobre los guerreros
de Troya, para que en lugar de loar
sus culpas, la ensalce y haga su muerte
más envidiable que la de los demás, él
obedece y absorbe su encanto afrodítico;
gracias al arte de Homero y a ella, el poema
llega a ser atractivo y célebre.
Helena, que en griego Ελενη significa
“antorcha, la brillante, la resplandeciente”,
es la mujer más bella del mundo y
merece el epíteto, ελανδροσ, destructora
de hombres, porque despierta en
ellos pasiones peligrosas, “con su poder
arrebata las miradas de los hombres, destruye
ciudades, pone fuego a las casas”,
acarrea a los pueblos guerra y desgracia.
Vive rodeada del amor y odio, sufre injurias
y blasfemias de hombres y mujeres,
es la única mujer de la que Zeus acepta
ser llamado padre.
Ella posee dos cualidades: belleza y facilidad
para la traición. Su belleza resulta
insostenible para los hombres y peligrosa
para los dioses, desde su origen es acompañada
y seguida por la ruina, en la blancura
comienza y termina Helena. También
tiene fidelidad de traidora y su mente
inescrutable es luna intoxicante que irradia
luz sobre todo.
Tíndaro, su padre, mientras hace sacrificios
a los dioses años antes, se olvida de
Afrodita, quien jura que hará a sus tres hijas
–Clitemnestra, Timandra y Helena–célebres
por sus adulterios. El castigo de la
diosa se cumple, Helena de Esparta adora
reflejarse en los ojos de un hombre, reci-
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bir sus palabras maravillosas y sentirse
amada por todos, no amarlos, tiene seis
amantes: el primero es Teseo de 50 años y
ella de 12, luego la desposan Menelao, los
hermanos troyanos, Paris y Deífobo, Proteo,
el rey de Menfis, y Aquiles en la Isla
Blanca, afirma Filostrato, “donde el deseo
de sus cuerpos nació de lo que oían”.
Su origen
Helena, “la joven de hermosos tobillos”,
nace del huevo de un cisne. Según
la leyenda, Hermes coge el huevo blanquísimo
del vientre de Némesis, estuprada
por Zeus, lo lleva a Esparta y deposita
en el vientre de Leda, esposa de Tíndaro.
Cuando el gran huevo se abre, surge dentro
de la cáscara una minúscula y perfecta
figura de mujer blanca, Helena, que desde
niña causa una guerra y acarrea males
a Grecia.
Ella es bella y apasionada, le gusta la
caza y la lucha, tiene ánimo sencillo y modales
finos, cuerpo fragante, piel tersa y
reluciente como una cuerda, muslos delineados
y nalgas abultadas como Afrodita
calipigia, espléndida cabellera y tez delicada,
un lunar entre las cejas y grandes
ojos brillantes, dulce boca y senos blancos
tan perfectos y adorables que cuando
irrumpe Menelao en Troya para matarla, al
ver pasar a su lado los pechos desnudos
de Helena tira la espada, afirma Esquilo en
Agamenón.
Helena, igual que las jóvenes espartanas,
juega con los varones en carreras
y ejercicios de palestra con los muslos
desnudos y los cabellos sueltos, después
ritmo / nueva época
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