10.06.2013 Views

maquetacion diciembre 2007 - Diverdi

maquetacion diciembre 2007 - Diverdi

maquetacion diciembre 2007 - Diverdi

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

El Café bien temperado<br />

Para Pedro Gandía<br />

antigua 165 / <strong>diciembre</strong> <strong>2007</strong><br />

El patriarca Gustav Leonhardt dirige al juvenil Café Zimmermann en un antológico CD<br />

de cantatas profanas de Johann Sebastian Bach<br />

Él es un enemigo declarado de las integrales, en las que no ve sino una prueba más de la presión consumista<br />

de nuestra época. De haber dependido de su albedrío, Gustav Leonhardt ni siquiera las seis<br />

Suites inglesas habría grabado en su totalidad, asegura. Incluso la integral por excelencia –la única a la<br />

que acaso no hubiera puesto reparos–, ese monumento aere perennius de las cantatas religiosas bachianas,<br />

la emprendió, como todo el mundo sabe, compartida: con Harnoncourt. El guardián de la ortodoxia<br />

no podrá ser tachado de «integrista»... Sin embargo, siempre ha mostrado su frustración por que<br />

se truncara el proyecto con las cantatas profanas comenzado en los noventa para Philips, tras seis obras<br />

llevadas al disco, si la memoria no traiciona al comentarista. Por eso recibió con los brazos abiertos la<br />

propuesta de Alpha que se materializa en este primer compacto, con el que las versiones leonhardtianas<br />

se elevan casi a la mitad del repertorio (las iniciales, más bien difíciles ya de procurarse). Si hay suerte,<br />

un día no muy lejano tal vez podamos contar con su visión de la totalidad del corpus conservado,<br />

una veintena de partituras.<br />

Ahora viene la pregunta del millón: Leonhardt, ¿con Café Zimmermann? Dos must actuales en<br />

Bach, sin duda, ¿pero no es como juntar a Dios y al diablo? ¿Quién no ha rumiado la pregunta mientras<br />

esperaba que saliera el cedé? «Su empeño todo el rato era que moderásemos nuestro entusiasmo»,<br />

reconocía la clavecinista Céline Frisch, uno de los dos pilares del grupo, para hablar acto seguido, subyugada,<br />

de claridad. Claridad del propósito, claridad en el ritmo, claridad en la polifonía, claridad del<br />

texto cantado por el coro. La claridad ha sido el punto de encuentro entre el maestro y sus huestes, rendidas<br />

a un pulso de una evidencia apabullante que en privado me encomiaba el violinista<br />

Pedro Gandía, quien, junto con José Manuel Navarro en el atril de las violas, compañero<br />

suyo en las filas de la Orquesta Barroca de Sevilla, forma parte del puñado de escogidos<br />

que integran las cuerdas del Ensemble francés. Nuestro excelente instrumentista barroco<br />

ha venido impresionado de la vitalidad de ese hombre próximo a cumplir los ochenta,<br />

capaz de ponerse a improvisar al órgano durante horas entre las sesiones de grabación<br />

o de pasmarse como un novicio ante la escandalosa hermosura de un trozo dirigido.<br />

Si Leonhardt ha conseguido templar al Café Zimmermann, en el tempo por ejemplo<br />

–compárense los suyos con el anfetamínico desbocamiento de un Goebel en la BWV<br />

207–, nunca es desde luego a costa de la vitalidad. Sus lecturas, robustas, bien ritmadas,<br />

rebosantes de salud, simplemente ofrendan al ideal de Apolo. Que, por lo demás, me parece<br />

asaz pertinente para las páginas de celebración circunstancial (sendos homenajes<br />

a un miembro de la nobleza y a un docente universitario) que son las cantatas interpretadas,<br />

Angenehmes Wiederau, BWV 30a, y Vereinigte Zwietracht der wechselnden Saiten,<br />

BWV 207, de 1737 y 1726 respectivamente. Él lo formula de la siguiente manera: Bach es<br />

profundo incluso cuando es divertido. Un ideal al que se pliegan como un guante voces<br />

solistas –muy estimables, ya que no de excepción– y corales –espléndidas prestaciones<br />

de los doce Cantores de Versalles, que dirige Schneebelli–. La marca de la casa Zimmermann<br />

sigue reconocible en la energía arrebatadora, en la precisión del juego, en una presencia<br />

sonora palpitante y en la belleza y la densidad de los timbres.<br />

JOHANN SEBASTIAN BACH (1685-1750): Cantatas profanas BWV 30a y 207<br />

Monika Frimmer, soprano. Robin Blaze, contratenor. Markus Schäfer, tenor. Stephan MacLeod, bajo / Cantores del Centro de<br />

Música de Versalles. Café Zimmermann. Gustav Leonhardt, dirección / ALPHA / Ref.: ALPHA 118 (1 CD) D2<br />

15<br />

Jesús S. Villasol<br />

“Si Leonhardt ha conseguido templar al<br />

Café Zimmermann, nunca es desde luego<br />

a costa de la vitalidad. Sus lecturas, robustas,<br />

bien ritmadas, rebosantes de salud, simplemente<br />

ofrendan al ideal de Apolo.”<br />

Gustav Leonhardt<br />

Café Zimmermann

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!