maquetacion diciembre 2007 - Diverdi

Ópera para la infancia
Nacido en Lienz, en el Tirol, en 1958, Wolfgang
Mitterer es una figura llamativa del actual panorama
compositivo austriaco, en lo que atañe, por
una parte, a la electroacústica y, por otra, a la improvisación.
Reputado organista (una parte relevante
de su catálogo está dedicada a este
instrumento), la vertiginosa riqueza tímbrica de
su instrumento ha marcado su impronta en una
línea de trabajo en la que conviven dos tendencias
diferentes: la exploración del fenómeno sonoro a
partir de sus componentes y su transformación
electroacústica, y la formalización de grandes acontecimientos
audiovisuales en los que, sobre un amplio
magma electrónico, se inscriben las
intervenciones de grupos instrumentales y vocales
de muy diferente procedencia, del free-jazz al
rock, junto con agrupaciones de naturaleza más o
menos experimental, meticulosamente calculadas
y cronometradas, en una fulgurante heterogeneidad
en la que convive una concepción ampliada
del collage con el más exacerbado expresionismo.
Mitterer ha trabajado en la creación colectiva con
figuras tan contrastadas como Wolfgang Reisinger,
Tom Cora, Hozam Yamamoto y Roscoe Mitchell,
y ha realizado piezas de teatro musical
radiofónico así como instalaciones electroacústicas
de diferente escala. Alguno de sus trabajos ha
sido comentado ya en estas páginas, como el caso
de la excelente recopilación de música para órgano
y electrónica (Col legno WWE 20615) o el de
esa pieza de “Sinfonismo Brutal” (sic) titulada
Coulored noise (Kairos 0012592 KAI) en la que,
pese al excelente resultado sonoro, no deja de echarse
en falta, como es lógico, el espacialismo envolvente
de la realización en vivo.
La pieza que aquí se comenta se mueve en un
registro por completo disímil. Das tapfere Schneiderlein
(El sastrecillo valiente: el conocido cuento de
los hermanos Grimm) es una excelente muestra de
lo que los modernos medios sonoros pueden ofrecer
al servicio de una causa de naturaleza didáctica:
la iniciación operística de los más pequeños,
realizada con imaginación pero también con laudable
sobriedad. Se ha elegido como tema un cuento
mucho más conocido aún en los medios
siglos XX & XXI 165 / diciembre 2007
El Sastrecillo Valiente, ópera de Wolfgang Mitterer sobre el cuento de los hermanos Grimm,
en COL LEGNO
germanohablantes que entre nosotros, y se le ha
dado un tratamiento que, a su vez, se apoya en dos
modelos autóctonos de reconocida solvencia y, sobre
todo, incontestable reconocibilidad: el Singspiel
y el melólogo radiofónico, narrador incluido,
lo que no impide que, si así se desea, la obra pueda
subir a un escenario. El problema de escribir música
para un público infantil que, al tiempo, no
abjure de las conquistas del lenguaje ni del propio
estilo personal del compositor es uno de los más
difíciles y de solución más arriesgada que éste puede
afrontar (un ejemplo admirable está en las piezas
pianísticas didácticas escritas por nuestro Jesús
Rueda). A partir de un excelente libreto de Helga
Utz, Mitterer (autor también de una ópera libremente
basada en textos de Chistopher Marlowe,
Massacre) ha afrontado el desafío con eficacia y
sabiduría. La música utiliza la electrónica con desenfado
y habilidad siempre al servicio de la creación
del adecuado ambiente dramático, y el canto
está tratado con una sobriedad que busca en todo
momento la plena comprensión del texto: salvo
un contrabajo y varios teclados a cargo de un solo
intérprete, todo el resto (motores, ruidos de la naturaleza,
voces de animales, efectos sonoros diversos,
sonidos instrumentales manipulados...)
está pregrabado, transformado y programado, y
sólo se requieren las seis voces necesarias para la
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José Luis Téllez
“El sastrecillo valiente es una excelente muestra de lo
que los modernos medios sonoros pueden ofrecer al
servicio de una causa de naturaleza didáctica: la
iniciación operística de los más pequeños, realizada
con imaginación pero también con laudable
sobriedad.”
ejecución directa: el sastrecillo protagonista está
encomendado a una mezzo, siguiendo una convención
largamente explorada que se remonta al
mozartiano Cherubino. Sin caer jamás en lo vulgar,
la música vocal aglutina lo tonal, lo modal y lo
atonal, buscando en todo instante, tanto la caracterización
de los personajes como la expresión de
la situación dramática concreta, y no renuncia ni
a la paráfrasis folclorizante ni al Sprechgesang si el
instante así lo requiere. Sólo cabe poner un reparo
a este registro: la ausencia de textos en otra lengua
que no sea la original, lo que imposibilita su
uso para cualquier oyente infantil ajeno al diccionario
de los Grimm (cuyo texto es la base del narrador).
Al menos, sugiere una idea: traducirlo
íntegramente con vistas a su empleo en nuestros
teatros operísticos. El ejemplo del Teatro Real con
El pequeño deshollinador de Benjamin Britten en la
excelente versión castellana de Luis Gago podría
perfectamente aplicarse aquí y, de paso, permitiría
enriquecer el parco repertorio de óperas para
los niños.
WOLFGANG MITTERER (1958): Das tapfere Schneiderlein
(El Sastrecillo Valiente)
Rombach, Dlouhy, Kölbl, Heegmann, Maurer. Karl Sayer, Michael
Tiefenbacher, Florian Liewehr / COL-LEGNO / Ref.:
WWE 20801 (1 CD) D1
Wolfgang Mitterer