maquetacion diciembre 2007 - Diverdi

30 diverdi grabaciones históricas
Pequeño gran hombre
(glorious John)
Barbirolli demuestra que fue un
especialista en autores nórdicos
Roberto Andrade
Los conciertos de los grandes artistas que publica
BBC Legends contribuyen a dar una imagen más
completa de su repertorio que la discografía oficial.
Barbirolli tuvo una fecunda relación con el disco,
pero los que realizó en los primeros años para el sello
inglés PYE duermen el sueño de los justos. Por
eso, es prácticamente desconocida su grabación oficial,
en estereofonía, de la Cuarta Sinfonía de Nielsen,
obra favorita que amaba y programaba con
frecuencia. Esta versión, ofrecida en los Proms, es poderosa,
imaginativa y brillante, tal y como la música
pide. A los 66 años de edad, Barbirolli demuestra
una admirable rapidez de reflejos para adaptarse a
los súbitos cambios de humor, tan frecuentes en esta
Sinfonía, que realiza con igual entusiasmo que acierto,
y para galvanizar a una orquesta buena pero no
excepcional, su querida Hallé de Manchester, que
responde admirablemente, al límite de su potencialidad,
a las órdenes de su titular de tantos años, que
encerraba un poderoso magnetismo en una figura
menuda. El alarido con que el público de los Proms
recibe esta sensacional versión demuestra que Sir
John supo, en aquella velada, “meterse en el bolsillo”
tanto a los músicos como al auditorio, y persuadirles
del carácter excepcional de esta espléndida obra
de Nielsen, que merece mayor difusión, gusta más
cuanto más se la conoce y que es, sin duda, una de
las grandes sinfonías del siglo XX.
Sibelius, como bien es sabido, fue autor favorito
del director inglés, al que dedicó en sus últimos
años un estupendo ciclo sinfónico para EMI. Esta
interpretación de concierto tiene más vida que la
grabación de estudio: aunque los tempi son moderados,
el fraseo, pleno de intención y carácter, desborda
de energía que Barbirolli dosifica con mano
maestra. Precioso de colores y de timbres el movimiento
central, quintaesencia del lenguaje sibeliano,
con un idóneo tono agridulce y nostálgico; una
música bellísima que “engancha” al oyente cuando
se hace con tal acierto.
JOHN BARBIROLLI dirige NIELSEN (1865-1931): Sinfonía nº.
4. SIBELIUS (1865-1957): Sinfonía nº. 3
Hallé Orchestra. Dir.: John Barbirolli (1965 & 1969) / BBC LE-
GENDS / Ref.: BBCL 4223-2 (1 CD) D2
Un retrato de Tullio
Serafin
Merecidísimo recuerdo del gran
maestro italiano
Blas Matamoro
Afortunadamente, la carrera del veneciano Tullio
Serafin (1878-1968) llegó hasta el microsurco y con
la plenitud de facultades de un octogenario a quien
sus colegas identificaban por su modestia, reticencia,
serenidad y paciencia en la tarea de ensayar, sólo
matizada de rudeza cuando corregía manierismos.
Su largo periplo por Europa y las dos Américas le
permitió no solamente explorar el repertorio operístico
más trajinado sino dar a conocer a los modernos
de sucesivos tiempos: Strauss, Dukas, Rimski,
Humperdinck, Berg, Britten, a sus paisanos Pizzetti
y Alfano, a los estadounidenses Taylor, Grünberg
y Hanson.
Admitía don Tullio que, en su trabajo, había
conocido a tres monstruos: Caruso, Ruffo y Rosa
Ponselle. A ésta la ayudó a presentarse en sociedad
y a desplegar una carrera relativamente breve, ciertamente
única y de auténtica soprano todo terreno
(lo de absoluto no me cuadra en el arte). Más tarde
sirvió de guía a la joven María Callas y confió en las
primicias de Victoria de los Ángeles y Joan Sutherland.
Quizá sin su tarea no habría sido posible la recuperación
belcantista de posguerra. Prueba de ello
es que se fue despidiendo, en 1962, con la reposición
del Otello rossiniano.
En este compacto se alinean unas sesiones londinenses
de 1959 y 1960, donde la vivaz madurez
serafiniana brilla en todo su esplendor. Baste examinar
el canto intenso y sostenido con que resuelve los
violines y los chelos en ambos preludios de La Traviata
o la combinación de poderoso lirismo y marcialidad
de conjunto en las tres oberturas verdianas.
Un Rossini límpido y de energía delicada alterna
con la chispa de dos Donizetti en el campo de la comedia.
En cuanto a Norma, obra en la que tanto deben
“sus” sopranos a nuestro director, apenas podría
volverse al tópico elogio. En síntesis: la actualidad de
un maestro desplazado de otros tiempos y con la
asegurada actualidad perenne del gran arte veraz.
TULLIO SERAFIN dirige oberturas y preludios de óperas de
Verdi, Bellini, Rossini & Donizetti
Royal Philharmonic Orchestra. Philharmonia Orchestra. Orchestra
del Teatro alla Scala di Milano. Tullio Serafin, dirección
/ MEDICI ARTS / Ref.: MM008-2 (1 CD) D4
Llorar por dentro
Fricsay dirige Stravinski y Bartók
en MEDICI MASTERS
Ignacio González Pintos
Ferenc Fricsay afirmaba que ejecutar el segundo
movimiento del Divertimento para cuerdas de Bartók
le suponía una experiencia particularmente
intensa. Lo consideraba un “estallido de desesperación”,
la recreación de un dolor amargo que nace
en la intimidad para convertirse en grito desesperado,
llanto de un mundo que se derrumba desconsolado.
Escuchando la interpretación presente en
este registro entendemos lo que Fricsay quería decirnos,
pues desde los primeros compases, marcados
por la grave y acuciante introducción de los
contrabajos, el movimiento se desarrolla en un clima
de opresiva tristeza, con la cuerda revelando su
lamento y gimiendo de dolor. Magnífica muestra
del intenso y sentido Bartók de Fricsay en el que
la esperanza nos es devuelta en forma de luminoso
final. El álbum sitúa esta pieza entre dos interpretaciones
de obras de Stravinski que Fricsay
enfoca con cálida flexibilidad sin menosprecio del
necesario rigor rítmico. Formando una muy interesante
pareja con Grumiaux, el discurso orquestal
del Concierto para violín explota con elegancia
la asimetría rítmica que caracteriza la pieza, y entre
ambos nos muestran, a través de ese omnipresente
acorde que abre cada movimiento de la obra,
los distintos afectos que recorren la pieza desde el
algo desabrido comienzo al vivo impulso que protagoniza
el final, pasando por la energía de la primera
aria y el angustiado lirismo con que ejecutan
la segunda. El generoso metraje del disco se completa
con una Consagración de la primavera de irregular
respuesta orquestal en la que el director
húngaro pone de manifiesto su batuta flexible y
su capacidad para dotar de naturalidad y fluidez el
continuo cambio de ánimo de la pieza. Muy buen
sonido en las tomas de 1953 y algo áspero y seco
el del Concierto para este bello tributo a la figura
de Ferenc Fricsay.
IGOR STRAVINSKY: Concierto para violín y orquesta en Re
Mayor; Le Sacre du Printemps (La Consagración de la Primavera).
BÉLA BARTÓK: Divertimento para orquesta de
cuerdas
Artur Grumiaux, violín. Kölner Rundfunk-Sinfonie-Orchester.
Ferenc Fricsay, dirección / MEDICI ARTS / Ref.: MM020-2 (1
CD) D4