maquetacion diciembre 2007 - Diverdi

“Haendel sabía a la perfección el
efecto de su música. No sólo
estaba preocupado por escribir
obras maestras, sino también por
entretener al público.”
nía claro que serían ideales también para el trabajo
de los demás solistas, que quise que fueran españoles
para reflejar la contribución española a
este proyecto haendeliano. Tuve la inmensa suerte
de poder contar con una fantástica soprano, Elena
de la Merced, y con uno de nuestros
contratenores, Jordi Domènech, ambos en gira
europea en este momento. Existe un cierto peligro
con Haendel, y es que muchos cantantes tienden
a tratarlo de una forma un poco superficial, cuando
la realidad es que la expresividad que se puede
obtener con sus arias es muy superior a la que muchas
personas explotan.
D.: ¿Y cómo logra usted esta expresividad?
E.L.B.: El problema que siempre hay es muy común
en nuestros días, y es la falta de tiempo para
ensayar. Interpretar una obra no se puede limitar
a ejecutar lo que está escrito, sino que debemos
leer entre líneas para conseguir comunicar a la au-
diencia aquello que no está expresamente en la
partitura. Existen dos tendencias enfrentadas, algo
que vemos muy especialmente en la música antigua:
aquélla de los que hacen demasiado poco –que
son fríos y no expresan apenas nada– y aquélla de
los que se exceden. Pienso que con Haendel podemos
llegar muy lejos y aún así queda recorrido por
delante. Pienso por ejemplo en las improvisaciones
de Haendel al órgano. Era muy espontáneo.
Pero esta espontaneidad, hoy en día, sólo la podemos
realizar desde la base del ensayo, cuando la orquesta
ha logrado dominar el lenguaje, el estilo de
una pieza. Podemos estar conjuntados, pero eso no
implica espontaneidad. Quisiera alcanzar la libertad
de este segundo nivel, la libertad que posibilita
los momentos de magia.
D.: ¿Podemos entender como desarrollo radical
el hecho de que una orquesta de instrumentos originales
como Al Ayre Español vaya a interpretar
el Così fan tutte de Mozart?
E.L.B.: Desde luego que lo es, tanto para el grupo
como para mí. Pienso que representa un punto de
inflexión en cuanto al desarrollo de la interpretación
de esta música en España. El hecho de que sea
un teatro importante de ópera (en concreto, Bilbao)
el que dé esta oportunidad a un grupo español
que nunca antes había hecho una ópera de
Mozart completa es muy significativo. Las únicas
entrevista 165 / diciembre 2007
obras del periodo
clásico que hemos
interpretado hasta
la fecha son una serie
de conciertos de
Arriaga y Mozart, en el Teatro Real de Madrid,
así como algunas sinfonías de Mozart y de Haydn
en Zaragoza. Y desde luego es importante para el
desarrollo de la música antigua en España. Después
de 16 años de Al Ayre Español, en 2004 nos vimos
ante la disyuntiva de seguir siendo un grupo
de cámara haciendo más y más música española,
o ampliar las miras también hacia repertorio posterior.
Pienso que la orquesta debía optar por el segundo
camino, pues por fin en España el nivel de
los instrumentistas de cuerda antigua es muy alto.
Cuando voy a París, o a Montpellier, a menudo recibo
felicitaciones por nuestro nivel instrumental,
pero debo decir que esto no es sólo un aspecto de
Al Ayre Español, sino de España en su totalidad.
Si no permitiera a estos instrumentistas tan bue-
“Nuestro propio país no defiende su patrimonio
musical. Es algo que llevamos diciendo músicos
como Jordi Savall o yo mismo desde hace mucho
tiempo. No nos sentimos apoyados como los
músicos de otros países.”
nos acercarse a un repertorio posterior, sería un
director muy malo. Conozco a mi orquesta, y sé a
dónde puede llegar.
En cuanto a Così fan tutte en concreto, estoy
investigando mucho acerca de las intenciones de
Mozart en su escritura orquestal. A menudo son
evidentes, porque escribe de una forma fantástica.
Pero a veces escucho a gente decir que Mozart escribe
una música tan interesante que el texto no tiene
importancia. Me parece que esto no es del todo
cierto. Mozart es un compositor muy dramático.
Sabe a la perfección lo que las voces pueden hacer
y lo que no, y las emplea con mano maestra. Lo que
quiero investigar en Bibao es esta relación entre música
y texto. Por fortuna, la acústica de la sala bilbaína
es excelente.
D.: Tras tantos años trabajando y defendiendo la
música barroca española, ¿piensa que ya se la comprende
como una parte de una tradición europea
más amplia?
Para nada. Porque nuestro propio país no ayuda
a que esto ocurra. Es algo que llevamos diciendo
músicos como Jordi Savall o yo mismo desde hace
mucho tiempo. No nos sentimos apoyados como
los músicos de otros países. Francia, por ejemplo,
ha realizado un gran esfuerzo en pro de su música.
Cuando se descubre algo francés con calidad,
es música que se vende muy bien. Tienen su Cen-
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tre de Musique Baroque de Versailles, con sus ediciones
y su distribución internacional. Un ejemplo
de España: José de Nebra es un gran
compositor, con multitud de obras que merecerían
ser interpretadas por todo el mundo. La única
edición que existe de su música está en Zaragoza,
en una tirada muy limitada, sólo disponible
en las bibliotecas de algunos musicólogos e intérpretes.
No existe distribución internacional. Nadie
conoce esta música. Sin esta distribución, nada
se puede hacer. No estamos haciendo lo suficiente
por nuestro patrimonio musical, aparte de algunos
gestos para el consumo interno. Y así,
muchos músicos de fuera de España posiblemente
siempre tengan otros intereses prioritarios. El
Instituto Cervantes está ahora realizando una
gran labor para dar a conocer la literatura y la lengua
españolas en el mundo, pero hasta ahora el español
ha sido como una lengua africana para el
resto de los europeos. Un europeo culto quizá hable
inglés, francés, alemán, algo de italiano. Pero
el español siempre ha sido la lengua olvidada. Tras
casi 30 años de democracia y un gran esfuerzo
político por estar cerca de Europa, queda un montón
de cosas por hacer.
D.: ¿Qué más nos deparará el 20º aniversario de
Al Ayre Español, que se celebra en 2008?
No desatenderemos la idea de recuperar repertorio
olvidado. Habrá interpretaciones de obras de
Alessandro Scarlatti que aún no se han hecho nunca.
Y también estamos trabajando en inéditos del
periodo clásico. Lo que está resultando decisivo
para la vida cultural española es el hecho de que
muchos músicos están viniendo para vivir y trabajar
aquí. Por primera vez, esto está posibilitando
un verdadero intercambio de ideas. En Al Ayre
Español nunca hemos querido limitarnos a contar
con músicos españoles, y siempre me ha parecido
importante mantener un contacto fluido con
músicos extranjeros, por el bien de la música. Por
primera vez, el año próximo podremos montar
la Pasión según San Mateo de Bach, pero lo que sería
verdaderamente maravilloso es poder repetir
año tras año, invitando cada vez a músicos diferentes.
Y ello no porque se haga también en otros
países, sino porque es una experiencia humana y
artística que deberíamos tener aquí. Pero todas
estas excursiones no hacen sino afianzar la idea original
que es la base de la actividad de Al Ayre Español:
la música española. Tenemos un programa
de cuatro cantatas “nuevas” y unas Vísperas de
José de Nebra. Es ya la tercera parte de un ciclo
de cantatas que empecé hace varios años. Pero
esta vez podré contar con los ampliados recursos
orquestales del nuevo Al Ayre Español…
Al Ayre Españo