maquetacion diciembre 2007 - Diverdi

El Lied italiano
Canciones de Leone Sinigaglia en
STRADIVARIUS
Blas Matamoro
Turín, capital de la Italia unida, industrial y progresista,
heredera de las tradiciones jacobinas y liberales
tuvo, entre tantas peculiaridades, una
comunidad judía poderosa y de enjundia cultural.
Ha dejado una visible huella, la curiosa Mole Antonelliana
que señorea sobre la ciudad y alberga un
espléndido Museo del Cine. Produjo personajes tan
acusados como el antropólogo Lombroso, el novelista
Fogazzaro, los políticos socialistas Roselli
y ese testimonio incomparable de la dolorosa condición
humana que fue Primo Levi. A esta judería
torinesa perteneció también el músico Leone Sinigaglia
(1868-1944) hasta sus últimos días pues
murió buscado por la policía fascista, refugiado
en un hospital, para evitar la deportación.
Formado en su ciudad, recaló en Viena a fines
del siglo XIX, donde siguió estudiando y trabó
amistad con colegas tan notorios como Brahms
y Suk. Volvió a su tierra donde, entre diversos géneros
– el concierto, la sinfonía, las danzas orquestales
– siempre cultivó la canción de cámara.
Sinigaglia es conocido, sobre todo, como folclorista,
pues recopiló y editó cientos de piezas
anónimas del Piamonte, en parte utilizadas en sus
trabajos sinfónicos. A la vez, en su producción
cancioneril, se advierte su afición a la lectura y su
poliglosía, pues adopta textos italianos, alemanes
y franceses, a menudo con firmas reputadas: Verlaine,
D’Annunzio, Eichendorff, Lenau, más anónimos,
en ocasiones dialectales.
El lenguaje de Sinigaglia es ecléctico y acude
tanto a la melodía francesa como a la canción estrófica
de tradición germánica. Su escritura es
ponderada y sencilla, dejando al piano en un plano
modesto que permite a la voz decir con comodidad
y desarrollar un melodismo depurado, hecho
de pequeñas cláusulas que se entrelazan con rasgos
de familia, dentro de soluciones armónicas finamente
pensadas.
LEONE SINIGAGLIA (1868-1944): Lieder e Romanze
Anja Kampe, soprano. Massimiliano Génot, piano / STRADI-
VARIUS / Ref.: STR 33767 (1 CD) D2
ópera 165 / diciembre 2007
Pavarotti navideño
Un documento audiovisual editado por ANALEKTA nos permite
recordar al gran divo italiano recientemente desaparecido
El gran Luciano fue un todoterreno en cuanto a espacios utilizables para expandir su personalidad. Amparado
en una voz de belleza irresistible y única, de inmediato tan reconocible como disfrutable, capaz
de brillar cantara lo que cantase, colocó en atriles partituras de diferentes, a veces contradictorios,
significados estéticos. Y ya en la Navidad de 1978, en plena expansión profesional cuando no era el Pavarotti
mítico que llegó a ser, en la iglesia de Nuestra Señora de Montreal (de la cual las cámaras nos
dan buen detalle de su barroquismo policromado), desgranó un concierto religioso ad hoc para general
disfrute y provecho. Un goce ahora hecho público a través de la edición en DVD del evento, que nos
llega a los pocos meses del fallecimiento del tenor, como si se tratara de un homenaje póstumo más a
su persona. En programa, páginas apropiadas al caso por supuesto, muchas de ellas grabadas en otras
ocasiones por el cantante u ofrecidas en recitales de similar significación, como las schubertianas Ave
Maria y Mille cherubini in coro (momento también asumido por las gargantas de sus especialísimos colegas
Domingo y Carreras), el Agnus Dei de Bizet (un tema archifrecuentado, desde Caruso a Bocelli),
el Panis Angelicus de Franck (otro best seller del género) o el universitario Adeste Fideles. Flanqueadas
por otras igualmente muy reiteradas de Niedermeyer, Martens o el Haendel del infaltable Aleluya del
Mesías... porque el tenor va compartiendo el recital con intervenciones solistas de la orquesta, dirigida
con deleitoso cuidado por Franz-Paul Decker (responsable durante casi una década, precisamente, de
la Sinfónica de Montreal) y los coros, de uno de los cuales surge de pronto un espontáneo impúber sumando
el suyo al canto tenoril en el socorrido Gesù bambino, otro de los hits del modenés. La voz de
Pavarotti, en esa época de absoluta confirmación profesional como uno de los grandes de la historia,
suena ya increíblemente hermosa y equilibrada, manejada con ese lirismo tan propio y tan meridional
que fácilmente puede obviar cualquier posible reproche (algunas frases acabadas algo feamente), en
un repertorio además en el que logra encajar, especialmente gracias a su luminosidad y calidez. Hasta
el punto de que, pese al lugar donde se realiza el concierto, los nutridos aplausos de los asistentes no
pueden reprimirse, espontáneos, rompiendo ostentosamente el recogimiento y la solemnidad del recinto
sacro.
27
Fernando Fraga
“La voz de Pavarotti, en esa época de absoluta
confirmación profesional como uno de los
grandes de la historia, suena ya increíblemente
hermosa y equilibrada, manejada con ese
lirismo tan propio y tan meridional que
fácilmente puede obviar cualquier posible
reproche.”
NAVIDADES EN NOTRE-DAME: Luciano Pavarotti canta Adolphe Adam, Jacquet van Berchem, George Bizet, César Franck,
Georg Frideric Handel, Louis Niedermeyer & Franz Schubert
Luciano Pavarotti, tenor. Les Petits Chanteurs du Mont-Royal. Les Disciples de Massenet. Gilbert Patenaude, René Lacourse,
Franz-Paul Decker, dirección / ANALEKTA / Ref.: ANDVD 59113 (1 DVD) D10 x 2