Monedas regionales - Kennedy Bibliothek

BERNARD LIETAER Y MARGRIT KENNEDY
En junio de 1990 se contaba con unos cuarenta grupos de
este tipo, gestionando horas de trabajo voluntario en todo el
territorio japonés. Sus organizadores eran muy diversos: nueve
grupos dedicados a iniciativas ciudadanas, quince asociaciones de
beneficencia, y doce eran cooperativas. La mayoría trabajaba en
estrecha colaboración con los poderes públicos locales.
El considerable trabajo realizado por estos pioneros explica
probablemente el éxito de los modelos puestos en marcha en
Japón después de mediados de la década de los 90 del siglo XX.
La primera experiencia que se inscribe en la estela de Mishiko
Kanema y otros pioneros es el sistema Fureai-Kippu.
El sistema Hotta y el Fureai-Kippu
Al retirarse de la vida profesional en 1991, Tsutomu Hotta,
abogado y ministro de Justicia muy reputado, decidió consagrar
!74 | todas sus energías al ámbito del cuidado de las personas mayores.
De todos los países industrializados, Japón es, en efecto, el país en
el que la proporción de personas de más de 65 años aumenta más
rápidamente. Esta es la razón por la que ha creado el centro Sawayaki
Fukushi (literalmente: "organización de beneficencia Sawayaka"),
que ha experimentado un rápido desarrollo, hasta el punto de
llegar a convertirse en una verdadera institución nacional.
La vitalidad de los sistemas de monedas complementarias
en Japón no puede ser comprendida sin evocar el terremoto de
Kobe, en enero de 1995. Su influencia fue decisiva. Una catástrofe
de esta magnitud sobrepasaba con mucho la capacidad de acción
prevista por el gobierno japonés: es así cómo hemos asistido al
desarrollo de una multitud de organizaciones voluntarias proponiendo
su ayuda en una gran variedad de ámbitos. Tsutomu
Hotta en un principio se comprometió a promover una ley que
reconociera la existencia legal de las asociaciones de utilidad pública,
un estatuto que, hasta entonces, no existía en la legislación
japonesa. En 1998, sus esfuerzos dieron sus frutos.