Monedas regionales - Kennedy Bibliothek

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BERNARD LIETAER Y MARGRIT KENNEDY
Recordemos que una moneda regional tiene como función
conectar las necesidades no satisfechas en euros con los
recursos subutilizados de la región. La moneda regional no tiene
la vocación de remplazar al euro, que continuará cubriendo la
mayoría de los intercambios. Una moneda regional tiene como
vocación la de complementar al euro, no la de remplazado. De
ahí que no hablemos de monedas alternativas, sino de monedas
complementarias.
A fin de poner de manifiesto las diferencias fundamentales
entre el euro y las monedas regionales, insistimos sobre los
puntos siguientes:
- No se trata de una moneda oficial; su utilización no
tiene nada de obligatoria, sino que descansa en la buena
voluntad de cada uno de aceptarla o no.
Su campo de validez es voluntariamente concebido para
privilegiar funcional o geográficamente una región con la
que la gente mantiene una relación particular y por la que
está dispuesta a hacer un esfuerzo particular —más allá del
cálculo estrictamente económico- por beneneficiarla.
- Las monedas regionales no generan intereses.
Estas características hacen de las monedas regionales un
instrumento puro de intercambio que, al circular, provoca contactos
a nivel local y regional que, de otro modo, no tendrían lugar.
Reencontramos aquí el rol de las monedas regionales medievales
(capítulo 3). El objetivo buscado es el de motivar a los usuarios a
utilizarlas como puro instrumento de cambio. Y éste es el buen
resultado obtenido en el caso de los regios germanófonos, por
ejemplo.
Recordemos igualmente las nuevas posibilidades que tal
innovación permite y añaden a la utilización del euro. En efecto,
las monedas regionales permiten: