Monedas regionales - Kennedy Bibliothek

MONEDAS REGIONALES.
NUEVOS INSTRUMENTOS PARA UNA PROSPERIDAD SUSTENTADLE
Monedas comprables e intercambiables. En este caso se compra
la moneda pagando con moneda convencional. Esta moneda
sirve de medio de cambio y puede ser cambiada bajo ciertas
condiciones contra la moneda nacional. Los chiemgauer, de los
que ya hemos hablado con anterioridad, pueden estar dentro de
esta categoría.
Las monedas de empresa. Se parecen mucho a las monedas
comprables, pero no pueden ser cambiadas contra la moneda
convencional. Se las consigue de forma gratuita o por la compra
de un producto determinado, pudiendo ser cambiada por
descuentos o por regalos. El valor de los regalos a menudo está
ligado al volumen de producto consumido. En la mayor parte de
los casos estas monedas no tienen curso sino entre las empresas
y sus clientes. Juegan un papel importante en la fidelización del
cliente. Existen también monedas de empresa funcionando sobre
este principio, pero dadas automáticamente por la empresa a sus
clientes con independencia del volumen de consumo. En la mayor
parte de los casos la empresa es quien las emite. De este modo
es como funcionan las millas.
El'crédito mutual. En este sistema el dinero se crea directamente
en el intercambio de bienes y servicios entre los participantes.
La red LETS y el Time-Dollar son muy buenos ejemplos. Si Julia
presta un servicio determinado a Juan, que le lleva una hora, una
hora es acreditada en la cuenta de Julia y una hora es adeudada en
la cuenta de Juan. El dinero es creado en el intercambio directo
de servicios entre estas dos personas. El interés de este sistema es
el de ser muy flexible y autorregulable. El dinero se crea según la
disponibilidad de los participantes. Un ejemplo muy interesante
en este sentido, pero que desafortunadamente nunca se ha puesto
en práctica, es el sistema Bancor propuesto por John Maynard
Keynes para el comercio internacional. La idea era simple: promover
que el país equilibre su balanza comercial al final de cada
ejercicio gravando los superávit y los déficit. Este sistema, a través
de un mecanismo interesante, permitía redirigir los excedentes
hacia la inversión.
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