Monedas regionales - Kennedy Bibliothek

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BERNARD LIETAER Y MARGRIT KENNEDY
Las unidades de cuenta concretas. La forma más conocida de
moneda comercial, las millas de las compañías aéreas, utilizan una
unidad de cuenta bastante peculiar. Se trata del número de millas
recorridas en un trayecto. Pero se podría encontrar otros muchos
ejemplos en Japón. Así, el sistema WAT utiliza como unidad de
cuenta el coste de un kilovatio-hora de electricidad producida a
partir de energías renovables. En Osaka existe también un sistema
que utiliza el carbón de leña como unidad de cuenta a través
del sistema Wára, que fue introducido en Alemania en los años
1920-1930. En Kobe y en Yokohama, el sistema LEAFS permite
intercambiar productos procedentes de la agricultura ecológica.
La moneda Terra, una unidad de cuenta transnacional, y de la
que acabamos de hablar, se basa en una cesta de materias primas
y de servicios.
Cada tipo de unidad de cuenta tiene sus ventajas y sus
inconvenientes. Las monedas complementarias que utilizan la
moneda nacional como unidad de cuenta se ganan más fácilmente
la confianza de sus usuarios. Es más, esto facilita las cosas y evita
conversiones complejas de una unidad de cuenta a otra: ¿cuánto
valen en horas una docena de huevos? En cualquier caso, si la
moneda nacional es estable, como el franco suizo, es interesante
basarse en ella para asegurar la función de unidad de cuenta. Si
la moneda no es estable y experimenta perturbaciones y devaluaciones
importantes —pensemos en la devaluación del rublo
en 1998-, la moneda complementaria generará necesariamente
costes. Éste es el principal peligro.
Las monedas que utilizan como unidad de cuenta el tiempo,
bien se trate de minutos o de horas, son particularmente adaptables
a los sistemas complementarios destinados a organizar
el intercambio de servicios. Uno de los inconvenientes de estas
unidades de cuenta es que pueden generar malentendidos. En
efecto, el tiempo no tiene necesariamente el mismo valor para
todos, y no tiene el mismo valor según el servicio prestado. En
este sentido, no se podrá reprochar a un dentista el hecho de pedir
más por una intervención que necesita de unos instrumentos y de