Monedas regionales - Kennedy Bibliothek

MONEDAS REGIONALES.
NUEVOS INSTRUMENTOS PARA UNA PROSPERIDAD SUSTENTADLE
Tales ejemplos deberían invalidar la idea según la cual las
monedas locales habrían sido abolidas por los soberanos para
modernizar la economía y maximizar la eficiencia del sistema
monetario.
Sin embargo, nos podemos preguntar si los usuarios consideraban
los méreaux como una auténtica moneda. Se puede
responder a esta pregunta de forma clara y simple: sí. El solo
hecho de que muchos méreaux lleven la inscripción moneta, que
significa "moneda", es prueba de ellos. Otra prueba: toda persona
que falsificaba los méreaux se exponía a las mismas sanciones que
los falsificadores de las monedas oficiales. Las penas que conllevaban
estos delitos eran muy severas: la muerte por abrasamiento
en agua o aceite, marcas con hierro al rojo vivo sobre la cara, o
exposición a la vergüenza pública.
Nos podemos preguntar igualmente qué relaciones existían
entre estas monedas y la moneda oficial. A decir verdad, esto
dependía de cada momento. Una moneda que, en principio, no
circulaba sino en el seno de un grupo social restringido, podía muy
bien, poco a poco, extenderse progresivamente a otros grupos
sociales hasta llegar a convertirse en un medio de pago aceptado
por una gran parte de la población.
Los resultados de los registros arqueológicos y las colecciones
numismáticas pueden llevar a engaño a quien intenta comprender
la importancia respectiva de las monedas oficiales y de
los méreaux en la sociedad medieval. Recordemos que las mayores
cantidades de monedas medievales han sido encontradas bajo la
forma de "tesoros", es decir, monedas utilizadas como ahorro
o atesoramiento. Por definición, en tales tesoros no se incluyen
normalmente los méreaux porque son de pequeña denominación
y porque su poca aleación de metal precioso los convertía en
impropios para el atesoramiento. Igualmente, las colecciones
numismáticas se centran fundamentalmente en monedas oficiales
de metales preciosos porque son, estéticamente hablando, de
mayor valor. Al contrario, esto no debe hacernos creer que los
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