Monedas regionales - Kennedy Bibliothek

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BERNARD LIETAER Y MARGRIT KENNEDY
Para nosotros, la mejor forma de abordar tal movilización
será dotar de más libertad de acción a las regiones. Y, como Toshiharu
Kato ha demostrado, la libertad de acción para las regiones
implica la necesidad de introducir monedas regionales.
Algunos ejemplos de ámbitos de aplicación
Cuando se piensa a nivel de inversiones destinadas, por
ejemplo, a la infraestructura de transportes por carretera con el
fin de aumentar los movimientos de mercancías, es sorprendente
que la dimensión sistémica de este fenómeno no sea tenida en
cuenta. ¿Cómo podemos quejarnos del crecimiento del número
de camiones en nuestras autopistas y no querer fomentar los intercambios
intrarregionales? Por ejemplo, ¿no sería lógico invertir
el equivalente de una minúscula fracción de nuestros gastos en
carreteras en los sistemas monetarios regionales para reducir
sistemáticamente la necesidad de transporte de larga distancia?
Del mismo modo, con la mundialización financiera, es cada
vez más raro que el dinero ahorrado sea invertido en la región
o en el país de origen. En el sistema actual, y como lo pone de
manifiesto el cuadro de más abajo, las regiones financian con
su ahorro su propio desempleo, la fuga de capitales y la deslocalización
de sus empresas hacia las economías emergentes. En
efecto, el ahorro no es invertido en la región donde se genera; es
invertido en otros sitios y beneficia a otros.
El mundo en general, y Europa en particular, se encuentran
en una encrucijada. Nos enfrentamos a una convergencia sin
precedentes de problemas inéditos, como el cambio climático, la
extinción de especies, el envejecimiento de la población, la inestabilidad
monetaria y financiera, etc. Juntos, estos problemas crean
una situación radicalmente nueva. Por esta razón proponemos
tomar en consideración unos instrumentos de acción radicalmente
nuevos. Las monedas regionales son una parte de ellos.