Informe a todos los religiosos - Provinciasannicolas.org
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12 <strong>Informe</strong> del prior provincial • 2008<br />
Distribución de <strong>los</strong> <strong>religiosos</strong> por grado de orden o profesión religiosa<br />
Servicio a la Iglesia y<br />
Gobierno genral<br />
Otras provincias<br />
En comunidades de la<br />
Provincia<br />
Fuera de comunidad<br />
Total<br />
2002 2005 2008 2002 2005 2008 2002 2005 2008 2002 2005 2008 2002 2005 2008<br />
Obispos 6 5 6 0 0 0 0 0 0 0 0 0 6 5 6<br />
Sacerdotes 8 9 8 3 5 4 272 259 252 0 0 1 283 273 270<br />
Diac. Perm. 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 1<br />
Hermanos 0 0 0 0 0 0 27 22 20 0 0 0 27 22 20<br />
P. Solemnes 0 0 0 0 0 0 5 3 4 0 0 0 5 3 4<br />
P. Simples 0 0 0 0 0 0 17 21 24 0 0 0 17 21 24<br />
Novicios 0 0 0 0 0 0 9 9 6 0 0 0 9 9 6<br />
S. Especial 0 0 0 0 0 0 0 0 0 8 6 4 8 6 4<br />
S. Irregular 0 0 0 0 0 0 0 0 0 7 5 6 7 5 6<br />
Total 14 14 14 3 5 4 330 314 312 15 11 11 362 344 341<br />
De la realidad presente<br />
a la realidad futura<br />
“Pasó lo viejo, todo es nuevo” (2Co 5,17)<br />
“Poned <strong>los</strong> ojos en el futuro, hacia el que el<br />
Espíritu os impulsa para seguir haciendo<br />
con vosotros grandes cosas” (VC 110).<br />
San Pablo vivió el inicio de la plenitud de <strong>los</strong><br />
tiempos y fue testigo de la ruptura más radical<br />
en <strong>los</strong> planos teológico y ontológico: la manifestación<br />
y realización del misterio escondido<br />
durante sig<strong>los</strong> ( R m 16,25-26; E f 3,5-6). La<br />
encarnación desbordó toda expectativa al realizar<br />
una “nueva creación”.<br />
Conocer y realizar ese misterio en cada persona<br />
y en la sociedad sigue siendo una novedad<br />
radical y una ruptura. Como el apóstol, el cristiano<br />
ha de dar el paso de ser enemigo de Jesús<br />
a ser su apasionado amigo. Por vocación, <strong>los</strong><br />
<strong>religiosos</strong> estamos llamados a esa experiencia,<br />
de tal modo que <strong>los</strong> demás, al vernos, se sientan<br />
interpelados. Es la experiencia de Agustín,<br />
cuando cita a Pablo en sus Confesiones: “dejad<br />
el hombre viejo, revestíos del<br />
Señor”.<br />
El religioso, a imitación de<br />
Pablo, ha de ser pionero en una<br />
sociedad que cambia, colaborador<br />
en un plan de salvación que<br />
se renueva permanentemente<br />
para responder a las nuevas<br />
realidades del mundo y de la<br />
humanidad.<br />
El religioso<br />
ha de ser pionero<br />
en una sociedad<br />
que cambia<br />
para responder<br />
a las nuevas realidades<br />
En nuestra historia nos ha tocado afrontar<br />
novedades y situaciones que suponían una ruptura<br />
social e incluso de visión religiosa por las<br />
circunstancias políticas o sociales. Hemos tenido<br />
que dejar parroquias y misiones, hemos sufrido<br />
convulsiones que nos arrebataron bienes y<br />
casas, hemos sentido la demanda de estar en el<br />
campo educativo, y hemos llegado a nuevos países<br />
y lugares urgidos por la realidad.<br />
Quien lea con detenimiento la historia advertirá<br />
desde la intuición enriquecedora de algunos<br />
hermanos a la hora de afrontar esos desafíos,<br />
hasta la lamentable pérdida de oportunidades<br />
de renovación. Muchas familias religiosas corren<br />
el riesgo de perder su lugar y su misión, de sufrir<br />
durante largo tiempo la desilusión de sus miembros,<br />
paralizados o abandonados a su suerte.<br />
Juan Pablo II quiso impulsar a toda la Iglesia<br />
a una nueva evangelización, algo que hunde sus<br />
raíces en la fidelidad a <strong>los</strong> valores del evangelio,<br />
que no se ha desgastado con el paso de <strong>los</strong><br />
sig<strong>los</strong>. No podemos renovarnos ni ayudar a la<br />
renovación de la Iglesia y de la sociedad sin pretender<br />
cada día vivir en fidelidad todo lo que<br />
realiza el evangelio.<br />
Es imprescindible entrar en<br />
relación profunda con nuestro<br />
mundo para descubrir lo que<br />
vale la pena vivir por amor a la<br />
humanidad, lo que hay que dejar<br />
de lado porque arruina nuestra<br />
vocación al seguimiento de<br />
Jesús y las respuestas que hemos<br />
de dar en circunstancias cambiantes.<br />
I. Visión panorámica de la Provincia