Informe a todos los religiosos - Provinciasannicolas.org

74 Informe del prior provincial • 2008
En comunión hemos de dar mayor
calidad a nuestros tiempos de oración. La
oración tiene un componente comunitario
tanto a la hora de presentar a los hermanos
a Dios con quien hablamos, como
en el momento de rezar comunitariamente,
de apoyarnos en la oración, de
rezar en armonía, de unir esfuerzos en la
preparación de la oración y distribuirnos
para dirigir la oración o hacerla más creativa.
En comunión deberemos vivir la experiencia
formativa colaborando en la formación
unos de otros. En comunión y trabajo
en equipo se llevan a cabo el apostolado
educativo y el apostolado ministerial.
2) La comunión propuesta fundamental
en la Iglesia de hoy
Podemos decir que la comunión es un concepto
nuclear a partir del Vaticano II para definir
a la Iglesia. La Iglesia es una comunidad, un
pueblo. Continuamente, hasta el día de hoy, se
sigue subrayando la comunión como el concepto
fundamental que define a la Iglesia.
La Iglesia se define a sí misma a partir de la
comunión (Cf. Juan Pablo II, Carta apostólica
Novo millennio ineunte, 43-45; Vita Consecrata,
46; 50). El último documento dirigido a los religiosos
insiste en “la espiritualidad
de comunión” y relaciona ésta
muy directamente con la misión
(cf. El servicio de la autoridad y
o b e d i e n c i a , 13, 19, p a s s i m ).
Recordemos sobre todo Vida fra -
terna en comunidad, 58-59 y Vita
Consecrata, 72-74).
3) La vida consagrada,
llamada a ser testimonio de comunión
La vida religiosa se ha definido como “testimonio
evangélico” (Pablo VI, Evangelica testifi -
catio 1). Se espera de ella que sea anuncio de
los bienes futuros en un mundo en el que interesan
más los bienes visibles e inmediatos de
esta vida. En este caso, la comunión, el trabajo
en equipo o la colaboración pretenden ser una
interpelación a un mundo cada vez más individualista
y de creciente aislamiento.
Hemos de entender que esa comunión se sustenta
en las relaciones fraternas entre sus
miembros, en el amor de caridad de unos para
con otros. Es el testimonio elocuente y eficaz de
los cristianos de las comunidades primeras:
“Mirad como se aman” (Tertuliano, Apología).
Reunión del Equipo de Animación de la Formación Permanente
Conocemos
las consecuencias
de la descoordinación
y de la falta de
comunión
4) Vinculación de la comunión y colaboración
en el trabajo con nuestra espiritualidad
Nuestra espiritualidad y carisma son exigentes
en la vida común y al mismo tiempo en la
respuesta a la misión. En nuestras Constitucio -
nes, el capítulo dedicado al apostolado tiene
como título “Comunidad apostólica”. Son continuas
las referencias a la comunidad en ese capítulo,
que es el sujeto más frecuente de las exigencias
que se describen en el ministerio.
Además hay exigencias concretas de unidad
en el trabajo apostólico: “La comunidad, animada
por el superior, una sus esfuerzos en la
tarea común. Los hermanos se ayuden mutuamente
en diálogo constante y pongan
sus trabajos, sus alegrías y sus
dolores al servicio de todos. Así, la
entrega a las obras apostólicas llevará
el sello de la unidad fraterna,
de apertura al mundo y de fidelidad
a la Iglesia” (Constituciones 284).
El programa de actividad apostólica
deberá ser elaborado con la
colaboración de todos (Constituciones 288). El
religioso realiza su apostolado desde la comunidad
y en nombre de ella.
5) Una respuesta a las necesidades
de la Provincia
A lo largo del presente Informe ya hemos
puesto de relieve en diversos momentos las
deficiencias en la comunión en el trabajo evangelizador;
las consecuencias de la descoordinación;
la reducción de la eficacia por no unir
esfuerzos; el desconcierto de los fieles al no
impulsar los esfuerzos en la misma dirección.
El Cuestionario sobre los organismos mostraba
que los religiosos valoran muy positivamente
a los órganos de servicio, sus iniciativas y actividades.
Por otra parte, se invita a los religiosos
a participar activamente en la mayor parte de
XI. Misión Compartida