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Informe del Prior Provincial • 2008 73
Trabajo y comunión
El Consejo Provincial ha tenido
en cuenta algunos criterios
para elegir su propuesta de objetivo
prioritario, al que se le pide
cumpla estas condiciones:
1. Que sea aplicable a todos los
ámbitos de nuestra vida y con
aplicaciones concretas en
todos ellos.
2. Que esté en sintonía con la Iglesia, que propone
algunos valores de manera más insistente
en el mundo y en el tiempo actual.
3. Que sea acorde con nuestra vocación de vida
consagrada y el testimonio que podemos
ofrecer a la sociedad y a la Iglesia.
4. Que mantenga una estrecha relación con
nuestra espiritualidad y carisma.
5. Que responda a necesidades de la Provincia
por su situación actual, a partir de la ausencia,
pérdida o disminución de ese valor que
se propone.
6. Que esté en línea con la orientación asumida
por la Provincia en los últimos años.
7. Que la dedicación a ese objetivo pueda ser
fermento de renovación.
No todos los criterios podían cumplirse con la
misma exigencia. Una vez establecidos, llegamos
a un acuerdo en lo que podría ser el objetivo
prioritario para el próximo trienio:
“Nuestra misión, realizada en comunión”.
¿Misión compartida?
No era fácil encontrar una formulación que
nos convenciera a todos los miembros del Consejo,
pero una vez explicado el sentido que se
pretendía, sí hubo acuerdo en presentarlo. Se
trata de una realidad que creemos responde a
los criterios dados.
El Consejo habló de trabajo en equipo, de
experiencia de comunión en la evangelización,
de proyecto comunitario, de responsabilidad
compartida, de apostolado desde y en nombre
de la comunidad. Inicialmente hemos elegido
esta fórmula: “Nuestra misión, realizada en
comunión”. Se trata de una propuesta del Consejo.
Buscamos con ella iniciar en la Provincia
una reflexión y un diálogo que sean fecundos en
orden a la preparación del Capítulo Provincial.
El objetivo prioritario tiene también varios
aspectos de cumplimiento, que en cierto modo
son progresivos:
“Nuestra misión,
realizada
en comunión”
• En primer lugar, lo mismo que
respecto a los anteriores, será
necesaria una “cultura de la
comunión”. La Iglesia ha ofrecido
una rica doctrina en numerosos
documentos sobre la comunión,
el trabajo, la colaboración,
etc.
• En segundo lugar, se busca un
discernimiento de las implicaciones
prácticas que tiene la comunión en nuestra
vida y, por tanto, programar creativamente
iniciativas concretas para llevarlas a cabo,
que mejoren la comunión y el trabajo en equipo.
• Por último, una puesta en práctica de esa
experiencia de trabajo en comunión.
A semejanza de lo hecho en el último Capítulo,
ese objetivo prioritario puede desarrollarse
en tres aspectos o momentos:
1. Conocer, estudiar, aprender lo que significa
la “espiritualidad de comunión”. O dicho
de otra manera: formación permanente
para crear una mentalidad adecuada o una
cultura auténtica sobre la misión realizada
en comunión, a través de conferencias, lecturas
y talleres.
2. Elaborar nuestros proyectos y actividades
personales, comunitarios y de Provincia
desde la espiritualidad de comunión. Todos
los organismos de la Provincia tendrán en
cuenta el trabajo en equipo en el momento
de elaborar sus planes de acción para el
trienio.
3. Ejecutar las acciones programadas procurando
la implicación de todos los religiosos
y realizando en el momento adecuado una
evaluación que nos permita conocer nuestro
progreso y, al mismo tiempo, interpelarnos
cara al futuro.
La comunión, vinculada
a la sociedad, a la Iglesia
y a nuestra espiritualidad
¿Por qué la misión compartida cumple los criterios
exigidos a un objetivo prioritario?
1) Comunión en todos los ámbitos
En nuestra vida cotidiana hay diferentes
momentos para los que atender a nuestras obligaciones
correspondientes, diversas formas de
vida comunitaria y sobre todo de trabajo apostólico,
que es lo que más directamente incide
en el lema de “Misión realizada en comunión”.
XI. Misión Compartida