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Informe del prior provincial • 2008 75
ellas y, sin embargo, ellos mismos reconocen su
poca participación. Falta colaboración y renuncia
a lo propio para volcarse en la dedicación a
los proyectos comunes.
Hacer depender el trabajo apostólico de personas
particulares y no vincularlo con las comunidades
hace que los cambios de personal no
sólo provoquen cambios en la forma de llevar a
cabo los proyectos -que sería razonable hasta
cierto punto- sino cambios en los mismos proyectos.
6) Continuidad en la misión
La evaluación de los objetivos que la Provincia
se ha marcado en los últimos capítulos
muestra claramente que un trienio es insuficiente
para desarrollar cualquier proyecto serio
y darle firmeza. Es necesario proseguir consolidando
lo iniciado. Por eso es conveniente, si no
imprescindible, que los objetivos que se establecen
converjan en un proyecto a más largo
plazo, que puedan dar continuidad a la vida de
la Provincia.
La misión realizada en comunión -en equipodará
solidez y hará más eficaz y fecunda la continuidad
en los objetivos de Capítulos anteriores:
es la corresponsabilidad en la Pastoral
Vocacional, en la Vida Espiritual, en la Formación
Permanente.
7) Objetivo fuente de renovación
Es indudable que la comunión es causa de
conversión, de renovación. Implica una serie de
desprendimientos y renuncias: a planes particulares
y propios, a autonomías que distancian de
la comunidad, a proyectos que marginan.
La comunión y la misión realizada en colaboración
permanente es una realización continua
del mandamiento del amor y de la unificación
del alma y corazón que sabemos que convierte
y renueva.
La misión realizada
en comunión —en equipo—
dará solidez
y hará más eficaz y fecunda
la continuidad
en los objetivos
de los Capítulos anteriores
Conclusión
Desde el principio de este Informe, ya éramos
conscientes de sus limitaciones para que
sea una visión completa de nuestra realidad.
Nuestra Provincia es una realidad compleja y
rica, llena de variedad en personas, en ministerios,
en situaciones, en historias y proyectos. Es
inevitable la parcialidad de una información que
tiene sus límites de espacio y de expresión, pero
además se añaden también las limitaciones propias
de quien hace el mismo Informe.
Hemos intentado, no obstante, cumplir la
finalidad que se le da a un Informe sobre el
estado de la Provincia: ayudar a los religiosos a
conocer mejor nuestra comunidad, a reflexionar
sobre ella y descubrir por qué caminos nos quiere
llevar el Señor en este momento de nuestra
historia.
El conocimiento de nuestro presente y los
caminos de nuestro futuro serán también objeto
del próximo Capítulo.
Queremos, al final de este Informe, pedir a
todos los religiosos su colaboración para ambos
objetivos. A través de la Comisión de Publicaciones
y del resto de los organismos de la Provincia,
de los delegados al Capítulo, que serán
elegidos por todos.
Os pedimos ayuda para, en primer lugar,
completar esta visión general, en la que tendrían
que aparecer muchas más realidades de
nuestra vida y de nuestro trabajo; en segundo
lugar, os pedimos que hagáis propuestas que
marquen las líneas de construcción de nuestro
futuro a partir del Capítulo.
Confirmemos nuestro propósito de trabajar
con empeño e ilusión en el plan de salvación del
Señor. Seamos sensibles a las urgencias que
padece la Provincia en el momento presente.
Destaco dos:
— La necesidad de religiosos que respondan
con generosidad a la llamada de estar presentes
en los ministerios de frontera,
— La necesidad de formadores, tanto para la
formación inicial como para la permanente.
En fin, os invito a todos a que elevemos
nuestra acción de gracias al Señor por los hermanos
que forman con nosotros la comunidad
provincial. Pidamos que sea Él quien nos ayude;
sabemos que San Nicolás de Tolentino nos acompaña
siempre en esa oración de petición.
Madrid, 30 de diciembre de 2008
XI. Misión Compartida