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Informe del Prior Provincial • 2008 39
Los dedicados a tiempo completo a la formación
son casi en exclusiva los maestros, excepto
en el caso de la última etapa de la formación
inicial. La escasez de formadores hace que en
ocasiones haya que recurrir a religiosos que no
han tenido oportunidad o tiempo para prepararse,
aunque por sus cualidades son apropiados
para esta tarea. En ese caso, han de formarse al
mismo tiempo que acompañan a los formandos.
Hemos podido integrar en la formación a religiosos
con experiencia de vida y de trabajo en
otros campos, pero ha sido a costa de sufrir una
adaptación rápida y casi sobre la marcha.
Los colaboradores de los formadores son
escasos, de tal forma que los equipos son mínimos,
con el perjuicio para la formación, al no
estar en comunidades suficientemente estables.
Se podría objetar que basta con que haya
unos pocos directamente encargados; pero la
experiencia dice que no podemos contar con el
mínimo de personas. Existiría el riesgo de tener
que recurrir a religiosos sin preparación para
asumir las tareas de formación directa.
Sería irresponsable aducir que en otros tiempos
hubo formadores que no precisaron de tanta
preparación. Aunque la virtud supla, eso no
evita que el formador no se sienta suficientemente
preparado. Y es innegable
que la exigencia es hoy mayor
que nunca, por la heterogeneidad
de los candidatos y la complejidad
cultural.
Una buena preparación es un
mínimo imprescindible en lo referido
al acompañamiento. Esto no
es sólo válido para la formación;
se trata de una forma relacional
cada vez más importante en la
pastoral. Cuantos más religiosos se prepararen
más se garantiza la formación inicial, la permanente
y nuestro servicio evangelizador.
Los equipos de formación necesitan reforzarse
con religiosos con el perfil adecuado. Cuanto
más cerca de la finalización de la formación inicial,
el formador necesita más preparación
específica. Una de las figuras más solicitadas
por los formandos es la de un religioso que
ofrezca acompañamiento espiritual.
Procesos formativos e itinerario común
La Ordenación 26 abogaba por un equilibrio
en la atención a la diversidad y la unidad en la
formación. Creo que se continúa por el buen
camino en tales aspectos.
V. Formación Inicial
Hoy día la exigencia
del proceso formativo
hace indispensable
la formación
del formador
TVE grabó un programa para el espacio “Pueblo de
Dios” en el noviciado de Monteagudo
Los Encuentros de formadores y la comunicación
a través del Secretariado han facilitado la
coordinación. Se ha dado una redacción estable
a los Reglamentos de formación con un esquema
común y unitario, editado en un libro conocido
por los formadores. También se transmite
la información necesaria sobre los candidatos
para dar continuidad al acompañamiento.
En el año 2007 tuvo lugar el
Encuentro de Formadores organizado
por el Secretariado General
para toda la Orden en Colombia.
Fue ocasión de enriquecerse
mutuamente y establecer una
unidad mayor entre todos.
El Encuentro de formadores
de la Provincia se celebró en
marzo de 2008. El tema central
fue el Itinerario formativo agustino recoleto. La
O r d e n a c i ó n 26§b pedía al Secretariado que
coordinase su elaboración. Al comienzo hubo
vacilaciones sobre el sentido del itinerario. El
Encuentro ha sentado las bases de su elaboración.
Los asistentes manifestaron gran satisfacción
en el planteamiento, pero todavía queda
un trabajo intenso para su redacción.
Se han hecho grandes esfuerzos para una formación
integral que abarque los aspectos señalados
por Vita Consecrata: formación humana,
intelectual y cultural, espiritual, apostólica y
carismática. Hay una conciencia y una práctica
común para la metodología del coloquio personal
y el acompañamiento. Las reuniones de los
equipos de formación se tienen regularmente.