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36 Informe del Prior Provincial • 2008
V. Formación inicial
“Ni el que planta es algo, ni el que riega,
sino Dios que hace crecer.” (1Co 3,7)
A cada uno de nosotros se le ha dado la
gracia según la medida del don de Cristo
[…]; hasta que lleguemos todos […] al
hombre perfecto, a la medida de Cristo en
su plenitud. Para que ya no seamos niños
sacudidos por las olas y llevados al retor -
tero por todo viento de doctrina […] sino
que, realizando la verdad en el amor,
hagamos crecer todas las cosas hacia él,
que es la cabeza: Cristo (Ef 4,7-16)
En su Asamblea General en Roma del año
2006, los superiores generales afrontaron
la formación como una continuación de la
Asamblea anterior y prolongación de un tema
que preocupa en la vida religiosa: la fidelidad.
La cita de Juan Pablo II que introduce el apartado
de las Ordenaciones dedicado a la formación
inicial destaca lo mismo: “fidelidad dinámica
a Cristo y a la Iglesia, al carisma del fundador
y a nuestro tiempo” (Ordenaciones V). La
visión es complementaria, equilibrada y completa.
Cada una de las cuatro fidelidades han de
tenerse en cuenta en ese orden de importancia.
Aquella Asamblea de la USG quiso ser también
una reflexión en torno al mundo presente y
su incidencia en la formación. El presidente
recogió las inquietudes de los asistentes de continuar
una reflexión “a partir de una antropología
teológica, que nos permitiera profundizar
las bases en que se sustenta la vida religiosa
hoy, y nos ayudase a conocer mejor a los jóvenes
y a revisar nuestras ratio formativas para
que respondieran mejor a la realidad que hoy
vivimos”.
El Espíritu Santo ha influido en el nacimiento
de las familias religiosas a lo largo de la historia
de la Iglesia (cf. Constituciones 1). Para
ello ilumina a los fundadores, que descubren las
necesidades de su tiempo y las iniciativas para
ayudar en la salvación de la humanidad.
En la mayor parte de las familias religiosas,
y particularmente en nuestra Provincia, se ha
realizado un esfuerzo especial para dar mayor
calidad a la formación en las primeras etapas y
Sala de ordenadores de la Casa de Formación
San Agustín de Las Rozas (Madrid)
responder así mejor al tiempo presente. Nos
hemos visto limitados por la falta de formadores,
con aptitudes y capacitados, con los que
atender a todas las casas de formación. De ahí
que tengamos que reconocer que no hemos
podido o sabido responder como quisiéramos a
lo que piden las Ordenaciones en este ámbito.
Aparte de acontecimientos concretos, puedo
decir que en muchos casos la situación de la formación
en la Provincia es similar a la relatada
para el Capítulo anterior. Por eso destaco los
elementos que han cambiado.
Aspirantados y postulantados
Brasil
En Brasil se mantiene el número de formadores
y formandos en las dos casas. Gracias a Dios
también se mantiene el número de candidatos
que asisten a las convivencias vocacionales, que
son acompañados e ingresan finalmente en Guaraciaba
o en Fortaleza.
El apoyo mutuo en las comunidades y el
entendimiento entre los religiosos favorece la
estabilidad de la formación e influye positivamente
en el proceso de los formandos.
V. Formación Inicial