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72 Informe del Prior Provincial • 2008
XI. Misión Compartida:
Propuesta de futuro
“En cada uno, el Espíritu se manifiesta
para el bien común” (1Co 12,7)
“Por medio de la caridad poneos los unos
al servicio de los otros” (Ga 5,13)
“Llevad los unos las cargas de los otros,
así cumpliréis la ley de Cristo” (Ga 6,2)
Objetivo prioritario
Progresivamente se ha querido dar mayor
importancia y relieve al objetivo prioritario,
es decir, concentrar nuestros esfuerzos
durante los tres años en una dirección, pero sin
descuidar el resto de objetivos que debíamos
lograr.
En nuestra Provincia se ha hecho ya común
asumir en los Capítulos objetivos prioritarios. El
Capítulo del año 2000 estableció dos: Formación
Permanente y Pastoral Vocacional. El Capítulo
del 2003 fijó como objetivo prioritario la Vida
Espiritual, remitiéndose a la instrucción Cami -
nar desde Cristo. El Capítulo del 2006 señaló
como objetivo prioritario la Formación Permanente.
En ella habían insistido frecuentemente
numerosos documentos de la
Iglesia como una necesidad
urgente.
El Consejo Provincial se planteó
en determinado momento
proponer que se continuase un
trienio más con el mismo objetivo
prioritario de la Formación
Permanente, pues tiene la percepción
de que se está en los
comienzos de un camino que no
se debe abandonar, en el que hay que perseverar
y que es de capital importancia para nuestra
vida y renovación. Cambiar pronto de objetivo
puede reducir su importancia y hacer que no se
le dedique suficiente tiempo.
Los religiosos
necesitan abrirse
a una novedad,
re-ilusionarse
con un objetivo
Reunión de la Comisión de Publicaciones
Sin embargo, el mismo Consejo desechó esa
propuesta. Nuestra experiencia nos dice que, en
el caso del objetivo prioritario propuesto en
Capítulos anteriores, ha sucedido algo semejante:
no podemos pretender mantener un objetivo
prioritario hasta que no haya una satisfacción
en los frutos conseguidos.
Los religiosos necesitan abrirse a una novedad,
re-ilusionarse con un objetivo a partir de
un capítulo. Al mismo tiempo, se consideran
echadas las bases de los valores pretendidos en
Capítulos anteriores. En las Ordenaciones del
nuevo Capítulo, sin el rango de objetivos prioritarios,
se siguen manteniendo las interpelaciones
a vivir y madurar en esos desafíos.
Así, no se repitió ni ha vuelto a plantearse
como objetivo prioritario la Pastoral Vocacional.
No obstante, ha estado presente
en los Capítulos sucesivos y se ha
intensificado su importancia, se
ha progresado en su comprensión
y todos entendemos mejor sus
implicaciones.
Lo mismo ha sucedido con la
Vida Espiritual y con la Formación
Permanente. Hemos recibido
un impulso para hacer una
reflexión, aclarar y afianzar una
comprensión mejor, adquirir una auténtica cultura
espiritual, vocacional, formativa. Leemos
textos, escuchamos conferencias, participamos
en talleres, recibimos comunicaciones frecuentes
con lo que se va configurando una comprensión
más precisa y rica de esas realidades que
han de configurar nuestra vida y nuestra respuesta
a la misión que el Señor nos ha encomendado.
XI. Misión Compartida