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64 Informe del Prior Provincial • 2008
No es valorada tan positivamente la eficacia,
que no depende únicamente de los organismos.
En las respuestas a las preguntas libres podemos
encontrar líneas de mejora que deberán ser
sometidas a debate y discernimiento.
Documento de San Millán
Al presentar las conclusiones del Encuentro
en San Millán (Prot. 136/2008) describíamos el
momento en el que nos encontrábamos en el
proceso de la Ordenación 50. Se trataba de
“sacar conclusiones prácticas
para el futuro”, dejando abierto
el debate para dar a todos ocasión
de participar y así concluir
una reflexión conjunta antes del
Capítulo.
Las primeras propuestas de
ese documento se refieren a
ajustes en el organigrama. En la
Provincia existen bastantes organismos.
Cuando se constituyen y
se nombran sus miembros, hay que pensar en
personas activas que faciliten la comunicación y
que trabajen en la ejecución de esos planes de
animación y servicio.
La escasez no es tanto de religiosos, sino de
quienes estén dispuestos a ser miembros activos
de los organismos, tengan aptitudes, sean capaces
de ilusionarse y poner voluntad en su labor,
trabajen en equipo o aprendan a hacerlo.
La siguiente propuesta se refiere a la dedicación
al trabajo del organismo. Al menos algunos
de sus miembros debieran disponer de más
tiempo para un trabajo más intenso y periódico,
para diseñar planes de acción, establecer estrategias
de ejecución y hacerse presentes en las
comunidades para una animación más directa.
La geografía de nuestra Provincia, tan dispersa,
exige a los órganos de consulta y servicio
estar presentes en lugares dispares y distantes.
La figura de los enlaces ha querido ser una solución
para ello, pero necesitamos una definición
más clara y concreta del perfil de estos religiosos
y sus funciones.
En los últimos años se ha progresado en la
comunión con los laicos haciéndoles participar
más de cerca en nuestra espiritualidad y en
nuestra misión. Participan en la animación y
organización de la Pastoral Vocacional, en la
promoción misional y obras sociales, en el Apostolado
Educativo. De ahí el convencimiento del
gran beneficio que aporta su presencia y colaboración
en nuestros organismos.
La extensión
y dispersión
nos obligan a encontrar
medios y formas
para una labor eficaz
de los consejeros
En San Millán hubo una preocupación e interés
particular en la preparación del Capítulo
como momento especial para que surja un programa
práctico y viable en cada trienio. Los
organismos tienen un papel muy importante en
la propuesta de planes de acción. Por ello varias
de las propuestas se orientaron en ese sentido.
El Consejo ha valorado esas propuestas en el
momento en que preparamos un nuevo Capítulo.
Varias determinaciones que afectan a la
Comisión Precapitular están fundamentadas
en las líneas establecidas
Consejos
en San Millán. Y se ha aceptado
abrir un foro de participación para
todos que nos estimule a presentar
sugerencias y propuestas.
En sintonía con las ideas expuestas,
sabemos de la importancia de
las reuniones y capítulos locales.
Animamos a una participación activa
y responsable en este medio
integrador de la comunidad.
Los Consejos (Provincia, Vicarías, comunidades)
son organismos constitucionales de gobierno
y animación de nuestra vida religiosa.
Los miembros del Consejo Provincial y vicariales
normalmente asumen la responsabilidad
de los Secretariados y de otros organismos.
Nuestras Constituciones enumeran una serie de
cualidades y capacidades para ello (cf. Const.
408; cf. Const. 358-359). También describen las
funciones de los miembros de los Secretariados
(cf. Const. 413; cf. Const. 369-379).
La extensión y dispersión de nuestra Provincia
nos obligan a encontrar medios y formas de
llevar a cabo más eficazmente la labor de consejeros,
asesores económicos y presidentes de
los Secretariados. Las Constituciones dan libertad
y posibilidades suficientes, pero es necesario
tener en cuenta las nuevas necesidades surgidas
en la misma Provincia y la variedad de
situaciones, lo que hace necesarias la presencia
y animación directas. Esto mejoraría la comunión
en los criterios y en la ejecución de proyectos
en toda la Provincia.
El mundo en que vivimos y en el que se
encuentran nuestros ministerios es cada vez
más exigente y plantea desafíos como el fenómeno
de la increencia y de la indiferencia religiosa,
los cambios en la comprensión de valores,
de derechos, de situaciones, el profundo cambio
en las comunicaciones humanas.
IX. Gobierno