08.11.2014 Views

ariel-14

ariel-14

ariel-14

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

efecto, ¿qué significan en contextos específicos<br />

lo uno y lo otro? ¿Cómo ambos se<br />

entremezclan e hilvanan en las acciones<br />

educativas concretas que se siguen en un<br />

colectivo? ¿La acción educativa no es el<br />

resultado de una constante tensión de fuerzas,<br />

reflejo de los conflictos de intereses que chocan<br />

al interior de cada colectivo? Estimo, entonces,<br />

que es imprescindible preguntarse siempre:<br />

educación para qué, para quién, por quiénes y<br />

por qué, a efectos de que estos conceptos<br />

adquieran carnadura y puedan ser examinados<br />

en condiciones concretas.<br />

Veamos esquemáticamente y a modo de<br />

ejemplo. Una acción educativa<br />

reproductivista y/o homogeneizadora<br />

convendría –más allá de su dudosa<br />

probabilidad de pleno éxito por el siempre<br />

díscolo e inesperado factor humanoperfectamente<br />

a un proyecto<br />

industrializador que tenga, por citar un caso<br />

emblemático, a la “línea fordista” por<br />

paradigma organizacional. Presumo que no<br />

convendría plenamente, en cambio, a un<br />

proyecto industrializador con<br />

características más flexibles, donde la<br />

opinión del asalariado es hasta cierto punto<br />

valorada (círculos de calidad, etc.). Y no<br />

convendrá, desde luego, a quienes colocan<br />

en la educación la posibilidad de que por su<br />

intermedio se concrete la emancipación<br />

individual o colectiva o aspiren a considerar<br />

muy especialmente la preservación de la<br />

diversidad étnica, ideológica, cultural y su<br />

probable impacto en la construcción de<br />

nuevas configuraciones sociales que rompan<br />

con los moldes y modelos heredados.<br />

De lo anterior se sigue que de ningún<br />

modo la acción educativa es una esencia eterna<br />

sobrevolando las civilizaciones, sino un saber y<br />

una práctica específicos. Tampoco es el<br />

resultado de una decisión por completo<br />

arbitraria o antojadiza sino el fruto de una<br />

construcción –y por tanto históricamente<br />

variable- que resulta de los conflictos y<br />

tensiones que se verifican peculiarmente en un<br />

contexto social. Por lo que hablar de<br />

emancipación o de atontamiento como<br />

categorías absolutas tiende a confundir la<br />

discusión. Pecado que en cierta forma comete, a<br />

mi entender, el Jacotot de Rancière.<br />

Recordemos brevemente el argumento<br />

del texto de Rancière. En él se nos cuenta que<br />

54<br />

corrían los primeros años del siglo XIX y<br />

Jacotot se encontraba en Bélgica imposibilitado<br />

de instruir a sus discípulos en el uso del idioma<br />

francés (su lengua materna) dado que sus<br />

discípulos sólo manejaban el flamenco y él lo<br />

ignoraba. Para intentar remediar la situación<br />

hace circular entre sus alumnos una edición<br />

bilingüe de una obra literaria de segundo orden,<br />

el Telémaco, a efectos de que ellos se apañaran<br />

como mejor pudiesen para empezar a elaborar<br />

una traducción rudimentaria de sus lecciones en<br />

francés. Se sabe que la necesidad es la madre<br />

de algunas proezas, sin embargo Jacotot quedó<br />

estupefacto por los logros de sus alumnos,<br />

quienes, según nos cuentan, no sólo<br />

consiguieron manejar unos pocos rudimentos<br />

sino que, al poco tiempo, ya componían<br />

oraciones en francés mejor que muchos<br />

franceses. Logro alcanzado con el solo auxilio<br />

de la mentada edición bilingüe y la avasallante<br />

voluntad de saber que animaba a sus alumnos.<br />

Esto suscitó en Jacotot la convicción de que<br />

una voluntad de saber apenas enmarcada por<br />

las sugerencias de un maestro promovería un<br />

aprendizaje distinto y emancipador, por cuanto<br />

la búsqueda del saber, al estar guiada por el<br />

deseo del propio educando y no por la<br />

imposición del educador, echa andar<br />

mecanismos asociativos, búsquedas personales<br />

de acuerdo a inquietudes propias que dinamizan<br />

el entendimiento, la comprensión y la<br />

inteligencia de las cosas 31 .<br />

Esta propuesta de Jacotot difiere<br />

notoriamente de cómo se ha entendido la<br />

instrucción desde, al menos, el advenimiento de<br />

la civilización moderna occidental, ya que es<br />

condición de esta forma de instruir que el<br />

maestro transmita y/o inculque un saber sobre<br />

el discípulo que ha concurrido a recibir lo que<br />

desconoce. Es claro que el discípulo apenas<br />

tiene intervención en la elección de lo que<br />

quiere aprender. Esta circunstancia, para<br />

Jacotot, produciría el atontamiento del<br />

discípulo, ya que en lugar de promover en él<br />

una actitud activa, lo convierte en mero<br />

receptáculo pasivo de saberes preelaborados y,<br />

en el peor de los casos, presentados para un uso<br />

instrumental y no para uno crítico-reflexivo.<br />

Aunque en verdad el Jacotot de<br />

Rancière es todavía más radical. No sólo<br />

31 Nótese que es prerrequisito querer aprender. Punto no<br />

menor, puesto que probablemente mucha gente entienda<br />

que no precisa aprender.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!