Marquez Del Amor.pdf - Serwis Informacyjny WSJO
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Se fue enardecido por la revelación de que algo inmenso e irreparable había<br />
empezado a ocurrir en su vida. La guardiana le recordó al salir, de parte de la<br />
abadesa, que estaba prohibido llevar comida de la calle por el riesgo de que alguien<br />
les mandara alimentos envenenados, como ocurrió durante el asedio. <strong>Del</strong>aura le<br />
mintió que había llevado la canastilla con licencia del obispo, y sentó una protesta<br />
formal por la mala comida de las reclusas en un convento célebre por su buena<br />
cocina.<br />
Durante la cena le leyó al obispo con un ánimo nuevo. Lo acompañó en las oraciones<br />
de la noche, como siempre, y mantuvo los ojos cerrados para pensar mejor en Sierva<br />
María mientras rezaba. Se retiró a la biblioteca más temprano que de costumbre,<br />
pensando en ella, y cuanto más pensaba más le crecían las ansias de pensar. Repitió<br />
en voz alta los sonetos de amor de Garcilaso, asustado por la sospecha de que en<br />
cada verso había una premonición cifrada que tenía algo que ver con su vida. No<br />
logró dormir. Al alba se dobló sobre el escritorio con la frente apoyada en el libro que<br />
no leyó. Desde el fondo del sueño oyó los tres nocturnos de los maitines del nuevo<br />
día en el santuario vecino. «Dios te salve María de Todos los Ángeles», dijo dormido.<br />
Su propia voz lo despertó de pronto, y vio a Sierva María con la bata de reclusa y la<br />
cabellera a fuego vivo sobre los hombros, que tiró el clavel viejo y puso un ramo de<br />
gardenias recién nacidas en el florero del mesón. <strong>Del</strong>aura, con Garcilaso, le dijo de<br />
voz ardiente: «Por vos nací, por vos tengo la vida, por vos he de morir y por vos<br />
muero». Sierva María sonrió sin mirarlo. Él cerró los ojos para estar seguro de que no<br />
era un engaño de las sombras. La visión se había desvanecido cuando los abrió, pero<br />
la biblioteca estaba saturada por el rastro de sus gardenias.<br />
Gabriel García Márquez 53<br />
<strong>Del</strong> amor y otros demonios