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estas condiciones, sólo podría realizarse una división de la república en cantones<br />
étnicos por medio de éxodos o por la asimilación forzada de comunidades enteras.<br />
El régimen serbio ha provocado la destrucción de Yugoslavia jugando la carta nacionalista<br />
durante años.<br />
Cuando, en marzo de 1991, los críticos del régimen de Belgrado se manifestaron<br />
para exigir una democratización, Milosevic decidió desencadenar las hostilidades.<br />
En adelante, la prioridad fue la "salvación" de las comunidades serbias en Croacia y,<br />
posteriormente, en Bosnia. Sin embargo, la guerra con Croacia no apaciguó las protestas<br />
en Serbia, mientras el régimen sufría una presión permanente y creciente de los<br />
dirigentes serbios de Croacia y Bosnia y del Ejército federal.<br />
Para preservar la unidad entre todas estas fuerzas, Milosevic pretende formar la<br />
Gran Serbia, presentada al mundo como la "tercera Yugoslavia", en la cual los territorios<br />
arrancados a Croacia y Bosnia se añadirían a Serbia y Montenegro. En realidad,<br />
según este proyecto, toda Bosnia debía integrarse en el nuevo Estado, pero puesto<br />
que los croatas y los musulmanes de esta república oponen una fuerte resistencia,<br />
lugar, apoyando un federalismo centralista contra la voluntad de soberanía de las república^<br />
(empujando a éstas a declaraciones de independencia en orden disperso, según<br />
el principio de "cada uno por su cuenta"); después, reconociendo la independencia<br />
de tal o cual república, sin ningún principio coherente y sistemático de tratamiento<br />
de cuestiones nacionales imbricadas en el conjunto del espacio considerado.<br />
Mañana, la guerra en Kosovo y el estallido en Macedonia pondrán a la Comunidad<br />
Europea ante esta evidente realidad: no hay tratamiento separado eficaz de las cuestiones<br />
nacionales de la antigua Yugoslavia (es decir, permitiendo evitar matanzas y el<br />
incendio general de la región). Tampoco hay principios de fronteras intangibles, o<br />
criterios para saber quién constituye un pueblo y quién no, que permitan negar a cualquier<br />
comunidad que se sienta -con razón o sin ella- amenazada en un Estado-nación<br />
que no es "el suyo", separarse de él. El único medio de evitar un cuestionamiento sin<br />
límites de las fronterasexistentes es la extensión de los derechos de las "minorías", es<br />
decir, de todos los pueblos, que en ocasiones son minoritarios o mayoritarios en unas<br />
u otras circunstancias. Se trata de hacer las fronteras porosas por medio de derechos<br />
de ciudadanía múltiples o, mejor, por la formación de una confederación balcánica de<br />
Estados multiétnicos y democráticos, es decir, pluralistas de cultura y de derechos.<br />
Esto jamás se impondrá por la guerra. Menos aún por una intervención exterior de la<br />
OTAN o de un nuevo imperialismo de una Europa "civilizada" que no puede ser<br />
controlada por sus propias poblaciones. (...)<br />
Es la lógica del Estado-nación y, en primer lugar, la de la Gran Serbia, a quien hay<br />
que combatir como promotora de la guerra. Una guerra que tiene todas las posibilidades<br />
de concentrarse mañana en Kosovo. Ahí está la prueba de la verdad de la oposición<br />
a Milosevic, si éste se retira o es derribado.<br />
Inprecor/ 4 de Junio de 1992/ París<br />
VIENTO SUR Número 3/Junio¡992 35