Sexualidades adolescentes : amor, placer y control en la - codajic
Sexualidades adolescentes : amor, placer y control en la - codajic
Sexualidades adolescentes : amor, placer y control en la - codajic
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Capítulo 7. Homosexualidad: discreción o viol<strong>en</strong>cia<br />
peyorativas, como “puto”, “trolo” o “maricón”. Es importante notar que <strong>en</strong> el l<strong>en</strong>guaje<br />
discriminatorio “no es tanto que haya una verdad previa por deve<strong>la</strong>r, sino que el mismo<br />
discurso que refiere al discriminado lo constituye como tal” (Belvedere, 2002: 60),<br />
por eso p<strong>la</strong>nteamos que esta detección ya inicia el proceso de discriminación.<br />
¿Cómo detectan a los varones homosexuales Porque se juntan sólo o mayoritariam<strong>en</strong>te<br />
con mujeres, por su modo de vestirse (por ejemplo, con remeras muy<br />
ajustadas) y, sobre todo, por <strong>la</strong> forma afeminada de hab<strong>la</strong>r, gesticu<strong>la</strong>r y caminar (por<br />
ejemplo, movi<strong>en</strong>do <strong>la</strong>s caderas). Esto significa que <strong>la</strong> información sobre <strong>la</strong> homosexualidad,<br />
<strong>en</strong> tanto estigma, es corporizada: es transmitida por <strong>la</strong> misma persona a <strong>la</strong><br />
que marca a través de <strong>la</strong> expresión corporal (Goffman, 2001: 58), aunque luego sea<br />
expandida por otras vías (como el chisme).<br />
Vale <strong>la</strong> p<strong>en</strong>a ade<strong>la</strong>ntar que, a lo <strong>la</strong>rgo de este proceso, operan simultáneam<strong>en</strong>te<br />
dos criterios de detección y rechazo a los homosexuales: a <strong>la</strong> ori<strong>en</strong>tación del deseo y<br />
<strong>la</strong> actividad sexuales, se suma <strong>la</strong> expresión de género (cuán fem<strong>en</strong>inos o masculinos<br />
se muestran). Para estos <strong>adolesc<strong>en</strong>tes</strong>, los rasgos considerados fem<strong>en</strong>inos <strong>en</strong> un varón<br />
indican su pot<strong>en</strong>cial homosexualidad. ¿Cómo se explica esta re<strong>la</strong>ción En sociedades<br />
con valores patriarcales se id<strong>en</strong>tifica masculinidad con heterosexualidad, por lo que<br />
cada varón debe demostrar su id<strong>en</strong>tidad masculina conv<strong>en</strong>ci<strong>en</strong>do a los demás de que<br />
no es homosexual (Badinter, 1994: 62). Tal como apuntamos <strong>en</strong> el capítulo 4 sobre<br />
<strong>la</strong>s presiones a Pablo para que debute sexualm<strong>en</strong>te con una mujer, <strong>la</strong> prescripción de<br />
heterosexualidad está asociada a <strong>la</strong> masculinidad hegemónica: para <strong>en</strong>carnar dicha<br />
masculinidad, el varón sí o sí debe t<strong>en</strong>er re<strong>la</strong>ciones sexuales con mujeres. Como reverso<br />
de esta asociación, el desprecio a aquello visto como afeminado <strong>en</strong> un varón refleja<br />
cómo <strong>la</strong> heterosexualidad hegemónica (naturalizada y obligatoria) también prescribe<br />
un tipo de masculinidad específica: aquel<strong>la</strong> que pres<strong>en</strong>ta una estética y actitudes viriles,<br />
“de machos”. En este s<strong>en</strong>tido, <strong>la</strong> exist<strong>en</strong>cia de <strong>la</strong> homosexualidad es fundam<strong>en</strong>tal<br />
para <strong>la</strong> constitución de <strong>la</strong> id<strong>en</strong>tidad masculina heterosexual, pues materializa todo<br />
aquello que un varón no debe ser ni hacer <strong>en</strong> términos sexuales y de género.<br />
Tolerancia<br />
A pesar de su rechazo a <strong>la</strong> homosexualidad y a comportami<strong>en</strong>tos que atribuy<strong>en</strong><br />
a los homosexuales, muchos varones heterosexuales los toleran d<strong>en</strong>tro de ciertos<br />
límites:<br />
Leonardo: Yo te diría que <strong>la</strong> mayoría [lo] acepta, pero por lo g<strong>en</strong>eral le pid<strong>en</strong> que<br />
vaya paralelo: “Que seas puto sí, pero a mí no me toques”.<br />
Entrevistador: ¿Hay cierto temor al “<strong>la</strong>nce” [propuesta sexual] o...<br />
Leonardo: Y c<strong>la</strong>ro, sí, al “<strong>la</strong>nce” y a que esté cerca también. Los com<strong>en</strong>tarios por<br />
ahí son: “No hay drama que sea puto, pero que se mant<strong>en</strong>ga de <strong>la</strong>do, al costado,<br />
que no haga... que no te roce, que no te v<strong>en</strong>ga a hab<strong>la</strong>r” y ese tipo de cosas. [...]<br />
126