30.01.2015 Views

Sexualidades adolescentes : amor, placer y control en la - codajic

Sexualidades adolescentes : amor, placer y control en la - codajic

Sexualidades adolescentes : amor, placer y control en la - codajic

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Daniel Jones<br />

Esteban: No, no es gay. El chico al final le terminó contando a <strong>la</strong> directora [de <strong>la</strong><br />

escue<strong>la</strong>] que estaba cansado de que le digan gay, y no le gustaba a él. Porque si<br />

él se s<strong>en</strong>tía hombre, ¿por qué le t<strong>en</strong>ían que decir otras cosas Y a él no le gustaba<br />

andar peleando, <strong>en</strong>tonces directam<strong>en</strong>te no le prestaba at<strong>en</strong>ción. […]<br />

Entrevistador: ¿Y cómo p<strong>en</strong>sás que sería <strong>la</strong> vida de un gay a esta edad <strong>en</strong> Trelew<br />

Esteban: La verdad, difícil, porque si a este chico que no lo era lo discriminaban<br />

un montón, le decían cosas, y hasta algunos le llegaban a pegar. Porque <strong>en</strong> mi<br />

barrio le tiraban piedras...<br />

Entrevistador: (Interrumpi<strong>en</strong>do) ¿Le tiraban piedras sólo porque p<strong>en</strong>saban...<br />

Esteban: (Interrumpi<strong>en</strong>do) Porque p<strong>en</strong>saban que era gay, por eso... Me parece totalm<strong>en</strong>te<br />

estúpido, porque si lo hubies<strong>en</strong> visto… lo mataban directam<strong>en</strong>te si era gay.<br />

(Esteban, heterosexual, 15 años).<br />

En síntesis, <strong>en</strong> este proceso <strong>la</strong> expresión de género (afeminada) ti<strong>en</strong>e tanta o más<br />

importancia que <strong>la</strong> ori<strong>en</strong>tación del deseo y <strong>la</strong> actividad sexual (homosexual) como razón<br />

para hostigar a un varón. En <strong>la</strong> base de este rechazo opera una id<strong>en</strong>tidad masculina<br />

tradicional, que se define por varias oposiciones a sost<strong>en</strong>erse simultáneam<strong>en</strong>te:<br />

“Ser hombre significa no ser fem<strong>en</strong>ino, no ser homosexual; no ser dócil, dep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te,<br />

sumiso; no ser afeminado <strong>en</strong> <strong>la</strong> apari<strong>en</strong>cia física o <strong>en</strong> los modales; no t<strong>en</strong>er re<strong>la</strong>ciones<br />

sexuales o demasiado íntimas con otros hombres” (Badinter, 1994: 192). La re<strong>la</strong>ción<br />

<strong>en</strong>tre masculinidad y heterosexualidad se reve<strong>la</strong> así como el trasfondo de <strong>la</strong> estigmatización<br />

y discriminación a varones homosexuales. No es casual que qui<strong>en</strong>es los<br />

discrimin<strong>en</strong> sean, principalm<strong>en</strong>te, otros varones: participar de agresiones a afeminados<br />

y/u homosexuales sirve como prueba de su masculinidad y despeja <strong>la</strong> sospecha<br />

de homosexualidad sobre uno mismo. Por eso el proceso que estamos analizando es<br />

c<strong>la</strong>ve <strong>en</strong> <strong>la</strong> propia construcción de <strong>la</strong> heterosexualidad: excluir simbólica y físicam<strong>en</strong>te<br />

a homosexuales y afeminados del círculo de pares ayuda a producir y recrear <strong>la</strong><br />

id<strong>en</strong>tidad social como varones heterosexuales.<br />

Agresiones físicas<br />

Esta dinámica implica un salto significativo respecto de <strong>la</strong> anterior, al pasar del registro<br />

verbal al de <strong>la</strong> viol<strong>en</strong>cia física. Tirar piedras y golpear a los homosexuales no son<br />

prácticas excepcionales <strong>en</strong> Trelew. El apedreami<strong>en</strong>to se da <strong>en</strong> <strong>la</strong>s calles y los agresores<br />

son otros varones <strong>adolesc<strong>en</strong>tes</strong>, “porque algunos se cre<strong>en</strong> re machos”, explica Bruno<br />

<strong>en</strong> tono crítico. Si bi<strong>en</strong> <strong>la</strong> viol<strong>en</strong>cia actúa <strong>en</strong> diversas circunstancias como prueba de<br />

masculinidad, muestra ciertas particu<strong>la</strong>ridades cuando apunta a los homosexuales:<br />

“El afeminado de <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se o del barrio es el b<strong>la</strong>nco de ataques de los compañeros y, al<br />

<strong>en</strong>carnar lo que no se debe ser, permite a los jóv<strong>en</strong>es reafirmar su id<strong>en</strong>tidad masculina”<br />

(Fuller, 2001: 102).<br />

133

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!