29.04.2015 Views

27042015204308

27042015204308

27042015204308

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

los gitanos y gitanas no tienen lengua, sino una<br />

jerga caracterizada por su hermetismo y utilidad<br />

marginal en ambientes de delincuencia.<br />

Tampoco en este punto, las palabras del autor<br />

se caracterizan por su originalidad. La negación<br />

de la existencia y consistencia del romanó es una<br />

de las constantes antigitanas más persistentes<br />

y antiguas en el continente, especialmente<br />

promocionada por los intelectuales del Antiguo<br />

Régimen.<br />

Para ilustrar lo dicho, recordemos las siguientes<br />

palabras: “Así, esta vil canalla no es otra cosa<br />

que hombres y mujeres huidos por delitos o<br />

deudas (…) Y esto hace creer algunos que no<br />

son españoles sino naturales de otra tierra tan<br />

abrasada como África o Egipto, ayudando al<br />

engaño el lenguaje y vestido que usan”. Nos<br />

encontramos ante las palabras pronunciadas<br />

por uno de los mayores adalides de la ideología<br />

antigitana durante el siglo XVI, Juan de Quiñones.<br />

Dicho fragmento forma parte del infame “Discurso<br />

contra los gitanos”. Dos años más tarde, Felipe IV,<br />

les dedica estas palabras: “Estos que se dicen<br />

gitanos, ni lo son por origen ni por naturaleza,<br />

son porque han tomado esta forma de vivir para<br />

tan perjudiciales efectos como se experimenta”<br />

(Consejo de Castilla, 1633). Curiosamente, todo<br />

el recrudecimiento de los esfuerzos destinados a<br />

negar la existencia de los gitanos y gitanas en la<br />

Península coinciden con las expulsiones masivas<br />

de otro grupo humano, los moriscos. Las razones<br />

son claras: si no se les puede expulsar por<br />

completo físicamente, se procederá a expulsarlos<br />

del espacio simbólico. Tal y como escribe Bernard<br />

Leblon “Si los gitanos no constituyen una nación,<br />

en el sentido etimológico del término, es decir, un<br />

pueblo, una etnia, entonces sólo puede tratarse<br />

de una asociación de malhechores o de una secta<br />

abyecta”.<br />

Así mismo, volviendo al texto que nos<br />

ocupa, las conclusiones de Alice Becker-<br />

Ho, en su romántica y estereotipada trilogía<br />

Les Princes du Jargon, L’Essence du Jargon<br />

y Du Jargon, Héritier en Bastardie, y también<br />

en Paroles de Gitans, son elogiadas por el<br />

autor como muestra de “un notable trabajo<br />

de investigación en torno a las lenguas de<br />

germanía, el argot de las clases delincuentes,<br />

la jeringonza de gitanos y bohemios”. Para<br />

rematar la exaltación de tal estudio, afirma: “Una<br />

rigurosa filología de estos argots, con sus leyes<br />

no sistemáticas y sus etimologías bastardas,<br />

no puede hacerse sin compartir experiencias.<br />

El trato frecuente con gitanos, la asistencia<br />

a festivales de la Camargue, como el de Arles,<br />

donde eclosionan fenómenos como los Gipsy<br />

Kings, y el intercambio de experiencias alteradas<br />

–juergas, alcohol, drogas– de la realidad son<br />

un campo de trabajo imprescindible”.<br />

De todo lo dicho se infiere que los gitanos no<br />

somos un pueblo, sino el resultado de mezclas<br />

entre grupos de banderizos; que no tenemos<br />

lengua, sino una jerga bastarda y que para<br />

conocer todo ello nada mejor que acudir a<br />

los ambientes marginales y fraternizar con<br />

los delincuentes y artistas del Lumpen. Por<br />

supuesto que no nos olvidamos de un dato<br />

de importancia sin igual: los gitanos mienten<br />

sistemáticamente, por lo cual no debemos<br />

considerar sus opiniones, sus estudios ni su<br />

percepción sobre su propia identidad, historia<br />

y lengua.<br />

Toda esta retahíla de insultos se encuentra<br />

en la base de los pensamientos expresados,<br />

de forma consciente o inconsciente, a través<br />

de las palabras citadas anteriormente. Para<br />

relativizar el carácter antigitano de tales<br />

aseveraciones, nuestro autor asegura que: “no<br />

se trata de una discusión étnica, apartando<br />

aquí cualquier debate racial. Los gitanos aquí<br />

nombrados son los supervivientes europeos de<br />

las distintas emigraciones gitanas, propiamente<br />

son grupos sociales marginales que alcanzan<br />

distintos nombres según situaciones distintas u<br />

ocupaciones sociales”. Es evidente que para<br />

numerosos académicos, las circunstancias,<br />

la historia y la lengua del Pueblo Gitano no<br />

representan materias de reflexión dignas de ser

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!