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vida y compañía, y que se pongan al servicio<br />
de algún habitante capaz y honrado”. En<br />
1597, el Parlamento inglés establecía a través<br />
de su legislación una asociación explícita<br />
entre la condición gitana y la picaresca de los<br />
vagabundos. La lógica específica de dichas<br />
acusaciones tenía un claro impacto: los gitanos<br />
son delincuentes marginales y los delincuentes<br />
marginales son vistos como gitanos. Entre 1614<br />
y 1868 un número desconocido de gitanos<br />
y gitanas fueron deportados principalmente<br />
hacia colonias americanas y a Australia<br />
(Gómez Alfaro, Lopes da Costa & Dillers<br />
Floate, 1999). Es así como en 1713, el código<br />
se hacía extensible a “todas las personas<br />
que pretendían ser gitanos, o deambulen<br />
en el hábito o forma de los falsos egipcios, o<br />
pretendan tener habilidades de fisonomía,<br />
quiromancia o ciencias astutas, o pretendan<br />
adivinar el futuro o similares imaginaciones<br />
fantásticas, o que utilicen cualquier destreza<br />
sutil, o juegos o representaciones de teatro<br />
ilícitas” (Fraser, 2005).<br />
· FRANCIA<br />
Desde 1504 a 1561 a los gitanos y gitanas se les<br />
prohíbe la residencia en el país. En 1597, los<br />
Estados de Languedoc prohibieron a los gitanos<br />
la entrada en sus territorios y les negaron el<br />
derecho al pasaporte básico. A partir de 1609,<br />
bajo el reinado de Enrique IV se les prohíbe<br />
ser gitanos bajo penas de castigos destinados<br />
para “vagos y maleantes”. Durante el reinado de<br />
Luis XIV, se vuelve a prohibir la residencia para<br />
acto seguido prohibir ser gitano bajo penas de<br />
galeras a perpetuidad para hombres, pelo a<br />
rape para las mujeres y la reclusión hospitalaria<br />
para los niños. A partir de 1700, le legislación<br />
antigitana implementada en Francia insistirá en<br />
aplicar a gitanos y a los denominados “vagos”<br />
y “maleantes” las mismas condenas en base<br />
al carácter de sus delitos comunes. La idea se<br />
repite: los gitanos y gitanas no son más que<br />
bandas de vagabundos delincuentes, por<br />
ello deben ser expulsados y disciplinados.<br />
Para ello, no dudan en excitar el odio popular<br />
contra los mismos: En el París de la época<br />
una ordenanza de Châtelet se refiere “a todos<br />
los que lleguen llamándose bohemios o<br />
egipcianos, sus mujeres, sus hijos y lo que<br />
vayan con ellos (…) en el caso de que se<br />
les encuentre (…) se ordena tocar a rebato<br />
las campanas, y los municipios deberán<br />
echarse sobre ellos” (J. P. Liégeois, 1988).<br />
· ALEMANIA<br />
En 1577 se exigió el abandono de todo el<br />
territorio por parte de los gitanos y gitanas<br />
que se encontraran en cualquier País Alemán.<br />
Inspirándose en los prejuicios atribuidos a la<br />
comunidad gitana durante el antiguo Sacro<br />
Imperio Romano Germánico, esta vez se<br />
percibía a nuestros ancestros como traidores<br />
y enemigos de la cristiandad y como<br />
espías de los turcos al igual que en Croacia,<br />
Hungría y Eslovaquia. A lo largo de 1600 se<br />
promulgaron numerosas leyes que prohibían<br />
el comercio o la dispensación de alojamiento<br />
o refugio alguno para los gitanos y gitanas.<br />
En 1710, Federico, hijo de Federico Guillermo,<br />
el Gran Elector de Brandeburgo promulgó un<br />
edicto “mejorado contra los gitanos y otra<br />
chusma vagabunda y ladrona”. En el mismo<br />
año, el Estado de Mecklemburgo-Strelitz<br />
ordenaba la sustracción de los niños gitanos<br />
menores a diez años para ser entregados a<br />
“buenos cristianos”. A partir de 1711 se les<br />
comenzó a llamar Zigeunergesindel (chusma<br />
gitana). En 1714, se procedió a la prohibición<br />
de las formas de vida de los gitanos y<br />
vagabundos ladrones parecidos, los cuales<br />
podían ser condenados a diferentes castigos<br />
corporales inimaginables sin necesidad de<br />
celebrarse juicio alguno (Fraser, 2005).<br />
66 GUÍA DE RECURSOS CONTRA EL ANTIGITANISMO