08.05.2015 Views

Elementos nº 49. CIORAN - El Manifiesto

Elementos nº 49. CIORAN - El Manifiesto

Elementos nº 49. CIORAN - El Manifiesto

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Cioran: el alarido lúcido<br />

___________________________________<br />

Luis Fraga<br />

Si difícil es ponerse a escribir un<br />

artículo defendiendo a Cioran (¿necesita<br />

Cioran ser defendido?), todavía mayores son<br />

los problemas para intentar lo contrario: hay<br />

que armarse de valor para arremeter contra<br />

quien sin duda está de moda desde hace<br />

años. Ponerle “peros” es ir contra corriente.<br />

Pero, ¿no es “ir contracorriente” lo que más<br />

se le ha reprochado y por lo que más se ha<br />

mitificado a este “heterodoxo de la<br />

heterodoxia”?<br />

Brillante anti-sistema<br />

A cualquiera que intuya las dificultades<br />

de pronunciarse sinceramente contra<br />

Cioran, sólo le queda el recurso de intentar<br />

imitar a aquellos herejes que, sometidos a<br />

tortura, sólo el buen gusto les hacía persistir<br />

en su herejía. Y es que deshacerse en loas a<br />

Cioran podría resultarle al afectado de tan<br />

mal gusto como, digamos, intentar ordenar<br />

en un sistema los escritos e interjecciones<br />

mentales de quien sentenció que “la peor<br />

forma de despotismo es el sistema, en<br />

filosofía y en todo”.<br />

La ventaja del anti-sistema es su escasa<br />

vulnerabiliad a cualquier ataque consistente<br />

en objeciones organizadas sistemáticamente.<br />

Sólo de forma asistemática podría refutarse<br />

a Cioran, y siempre en el dudoso supuesto<br />

de que esa refutación superase al discurso<br />

del rumano en el punto por el que más llega<br />

a seducir: la brillantez.<br />

Se puede ser brillante desde la “lucidez”<br />

y también desde la “fe”, e incluso desde<br />

ambas a la vez (si es que esta cohabitación es<br />

posible), siempre y cuando se sea<br />

suficientemente subjetivo. La objetividad rara<br />

vez es brillante, y nunca llega a ser genial.<br />

Instalado en la lucidez, Cioran tiene el<br />

privilegio de por la fuerza tener que ser<br />

subjetivo.<br />

La lucidez y la subjetividad que Cioran<br />

despliega le otorgan la fuerza suficiente para<br />

hacer cara a lo que se le ponga por delante<br />

sin tipo alguno de ayudas o posibles<br />

escapatorias. Con una sinceridad aterradora,<br />

Cioran hasta parece disfrutar del modo<br />

atormentado con el que se inflinge la<br />

necesidad de rumiar sus interrogaciones –y<br />

hasta obsesiones- esenciales: la historia,<br />

Dios, la barbarie, el suicidio, el escepticismo<br />

y otros laberintos son brillantemente<br />

expuestos como restos sueltos de un<br />

inmenso desguace donde se hubiera<br />

separado la basura filosófica para dejar,<br />

desnudo, lo que nadie hubiera imaginado<br />

que era esencial.<br />

Voluntad de estilo<br />

Los grandes negociadores profesionales<br />

se distinguen ante todo por la claridad<br />

meridiana en la forma de exponer sus<br />

propuestas, al margen de la complejidad de<br />

lo que piensen o lo que pretendan. Lo<br />

mismo sucede con el estilo conciso y sencillo<br />

de Cioran. No pierde el tiempo por las<br />

ramas del lenguaje y el discurso<br />

pretendidamente “profundo”, y va al grano<br />

con precisión encomiable.<br />

Habiendo perdido la fe en la gramática<br />

(“seguimos creyendo en Dios porque<br />

todavía creemos en la Gramática”), el<br />

rumano conoce bien las limitaciones del<br />

lenguaje al que forzosamente ha de recurrir.<br />

Por eso lo domina. <strong>El</strong> francés no es su<br />

idioma materno, y sin embargo pocos<br />

escritores lo manejan con tanta eficacia. La<br />

proposición de Wittgenstein “todo lo que se<br />

puede expresar es posible expresarlo claramente”,<br />

deberían haber sido observada con mayor<br />

atención por muchos de los que pretenden<br />

minimizar el estito superficial de Cioran.<br />

La independencia<br />

Con sinceridad obvia, Cioran acepta el<br />

reto de ser de casi imposible etiquetación.<br />

Una carga más pesada de lo que pueda<br />

parecer: no es fácil ser apátrida, y a la larga<br />

son pocos los que sobreviven “sin oficio ni<br />

profesión conocidas”.<br />

Lunático, heterodoxo y otras calificaciones<br />

que con frecuencia aplican a Cioran quienes<br />

logran clasificarlo, son también las etiquetas<br />

que tienen que soportar esos escasos<br />

22

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!