08.05.2015 Views

Elementos nº 49. CIORAN - El Manifiesto

Elementos nº 49. CIORAN - El Manifiesto

Elementos nº 49. CIORAN - El Manifiesto

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

completamente distinta regida por el<br />

imperio austrohúngaro. <strong>El</strong> pueblo donde<br />

nació Cioran, Sibiu, forma parte de Hungría<br />

y tiene parte de la cultura rumana.<br />

Pero también están las culturas alemana<br />

y húngara, ya que el nombre de las calles<br />

está escrito en los tres idiomas. Así que,<br />

tanto el rumano como el húngaro, eran<br />

lenguas maternas para él.<br />

¿Alguna vez se planteó volver a<br />

Rumania?<br />

No, no podía. Su hermano fue enviado a<br />

prisión durante siete años y su hermana<br />

estuvo 4 años en la construcción de un canal,<br />

una especie de trabajos forzados donde<br />

moría mucha gente. <strong>El</strong>la también era una<br />

gran fumadora que consumía cerca de diez<br />

paquetes al día. Murió en 1966. Su madre<br />

murió un mes antes. Cioran siempre decía<br />

que su familia estaba atacada por la locura.<br />

Recuerdo que fue invitado por el embajador<br />

francés a visitar Rumania para presentar<br />

unos libros suyos, pero esta invitación le<br />

ofendió muchisimo. Decía, “cómo se atreve<br />

a invitarme a mi país”. Naturalmente no<br />

aceptó. Después de la revolución en<br />

Rumania, le pregunté por qué no iba y su<br />

respuesta fue que no quería ir porque aun<br />

quedaban muchos amigos suyos vivos y no<br />

quería volver a verlos. Al único lugar donde<br />

realmente le hubiera gustado volver era a su<br />

pueblo, a Sibiu.<br />

¿Frecuentaba los círculos intelectuales?<br />

No estaba muy interesado en los<br />

escritores, le interesaba la gente común, pero<br />

no los escritores. Por supuesto había<br />

excepciones, era muy amigo de Henri<br />

Michaux, incluso escribió sobre él. También<br />

le gustaba mucho Becket, como autor y<br />

como persona.<br />

En sus textos, algunas veces, Cioran<br />

ensalza a los mendigos. ¿Tenía algún amigo<br />

mendigo?<br />

Si, tenía un gran amigo, un vagabundo,<br />

que venía de vez en cuando a visitarle hasta<br />

que un día desapareció y ya no supimos<br />

nada más. Siempre decía que ese hombre era<br />

el único que había conocido con una cabeza<br />

realmente filosófica.<br />

¿Leía mucho?<br />

Sí, era un escape para él. Cuando estuvo<br />

en el hospital, pocos meses antes de morir, el<br />

director de la fundación Doucet -una<br />

fundación que se dedica a la conservación<br />

de manuscritos-, me propuso hacerse cargo<br />

de sus manuscritos. Yo tenía miedo de que<br />

después de su muerte, todo el mundo<br />

intentara apropiárselos y pensé que en esta<br />

fundación estarían bien. Al recoger todo el<br />

material para entregarlo a la fundación,<br />

encontré tres cuadernos en una maleta. En<br />

estos cuadernos estaba escrito en la tapa<br />

“para ser destruidos”.<br />

Decidí conservarlos un tiempo antes de<br />

entregarlos a la fundación. Cuando los leí,<br />

fue extraordinario, como si en esos textos me<br />

revelara un secreto. Me di cuenta de sus<br />

inseguridades y de su sensación constante<br />

de fracaso personal. Decía cosas como: “no<br />

estoy haciendo nada, no puedo escribir...”<br />

También describía allí su perpetua<br />

compulsión hacia la lectura, que era para él<br />

una forma de terapia, la única forma de no<br />

perder el tiempo. Cuando escribía se sentía<br />

siempre desesperado, escribía para liberarse<br />

de su angustia. Yo trato de consolarme<br />

pensando que no pudo ser tan infeliz como<br />

cuando dice: “solo escribo cuando tengo<br />

ganas de suicidarme”. En sus cuadernos de<br />

notas, aparecen frases del tipo: “ha sido una<br />

noche terrible, no he podido dormir ni un<br />

minuto”. Utilizaba estos cuadernos como<br />

copia de trabajo, por ejemplo, para escribir<br />

sus aforismos. En esos cuadernos podemos<br />

leer tres o cuatro versiones de algunos<br />

aforismos, y en cada una de ellas se observa<br />

un avance hacia la brevedad, la concisión.<br />

¿Cómo era la biblioteca de Cioran?<br />

Por supuesto, tenía sus libros, algunos<br />

llenos de anotaciones. Pero, sobre todo, los<br />

sacaba de bibliotecas. Al principio, iba a la<br />

Sorbona, pero, al poco tiempo, encontró un<br />

lugar que le gusto más, <strong>El</strong> Instituto católico.<br />

Está más cerca de casa y le caía muy bien el<br />

bibliotecario. Cioran consultó muchísimos<br />

libros. Solía dar cigarrillos a los empleados<br />

para que le atendiesen bien y le buscasen los<br />

volúmenes extrañísimos que a veces<br />

necesitaba con urgencia. Era muy querido<br />

por algunos bibliotecarios.<br />

81

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!