Elementos nº 49. CIORAN - El Manifiesto
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Cioran y el fascismo<br />
_______________________<br />
José Ignacio Nájera<br />
I – Escenarios y personajes<br />
Cuando Cioran constató que se había<br />
secado literariamente tomó la determinación<br />
de que se tradujeran al francés sus obras<br />
rumanas, y así sucedió a partir de 1986. Su<br />
amigo Constantin Tacou habló de sus<br />
resistencias a volver a la prehistoria, ¡a aquel<br />
joven atolondrado! ¡Pero al fin Cioran<br />
transigió! Al poco, cayó el muro de Berlín,<br />
luego el resto del telón, y eso permitió el<br />
acceso a ciertos archivos y a cierta<br />
documentación, amén de establecer un<br />
tráfico de opiniones e información con<br />
Rumanía. A partir de entonces y a lo largo<br />
de la década siguiente empezó a ser vox<br />
populi que había otro Cioran. En puridad<br />
habría que decir más bien que el otro Cioran<br />
no había sido meramente episódico. Se<br />
trataba del Cioran plenamente identificado<br />
con el fascismo de entreguerras. Los trabajos<br />
de P. Bollon, Alexandra Laignel-Lavastine,<br />
Leon Volovic, Marta Petreu, Ion Vartic,<br />
Alexandru George…, y en menor medida el<br />
de Liiceanu, han sido los más señalados en<br />
el rastreo de los años delicados de E.M.Cioran.<br />
Fascismo, odio a la democracia,<br />
antisemitismo, nacionalismo, hitlerismo…<br />
fueron las especies que desfilaron por buena<br />
parte de sus escritos en los años 30, y con<br />
unas apreciaciones tan contundentes y<br />
extensas que no dejan lugar a dudas.<br />
Aquello no fue un sarampión juvenil, como<br />
Cioran repitiera en varias ocasiones. Duró<br />
bastantes años y el sujeto al final no era tan<br />
joven.<br />
Para más inri, cuando Cioran<br />
emprendió en sus últimos años la reedición<br />
rumana de los escritos peligrosos los censuró.<br />
Tanto La transfiguración de Rumanía como sus<br />
artículos periodísticos de naturaleza política<br />
—a los que restó más de cien páginas—<br />
sufrieron una profunda expurgación.<br />
Asimismo, Yannick Guillou (representante<br />
52<br />
de Gallimard) solicitó ante los tribunales que<br />
Ediciones L’Herne se abstuviera de publicar<br />
la traducción al francés íntegra de La<br />
Transfiguracion de Rumanía —felizmente por<br />
fin eso ha sucedido en 2009—. Ante tantos<br />
incidentes, el antiguo rumor que corría por<br />
París de boca de su enemigo por excelencia,<br />
Lucien Goldmann, se confirmaba hasta<br />
extremos sonrojantes. Hay que señalar, de<br />
paso, que Goldmann (Bucarest, 1913-París,<br />
1970) conoció de primera mano el pasado<br />
nazi-fascista de Cioran por haber sido su<br />
coetáneo en Rumanía en los años feroces.<br />
Los años feroces de Cioran pueden<br />
contabilizarse a partir de 1928 —cuando<br />
entra en la universidad— hasta 1941 con<br />
toda certeza, que se establece<br />
definitivamente en París. Ya no volvería a<br />
Rumanía. <strong>El</strong> joven y brillante bachiller que<br />
ingresa en la facultad de filosofía viene<br />
pertrechado de abundantes lecturas y<br />
enseguida empieza a destacar en el seno de<br />
la llamada Joven Generación de 1927. Una<br />
generación especialmente dotada y poblada<br />
de intelectuales donde caben todas las<br />
tendencias, pero que en su inmensa mayoría<br />
acabará escorada hacia el fascismo. ¿Y eso<br />
por qué? Para responder a la pregunta<br />
habría que hacer una visita a la historia de<br />
Rumanía y al contexto del momento.<br />
<strong>El</strong> nacionalismo rumano estaba entonces<br />
recién estrenado y por eso lo retoma la Joven<br />
Generación. A consecuencia de la I Guerra<br />
Mundial, Rumanía sale gananciosa y en 1920<br />
pasa a ser un territorio de casi 300.000 kms<br />
cuadrados al unírsele Transilvania y otros<br />
territorios. De pronto, se duplica y se<br />
convierte en la Gran Rumanía (trescientos<br />
años y pico después de Miguel el Bravo). En<br />
1923 la nueva constitución ha instaurado el<br />
sufragio universal y ha quedado establecida<br />
una monarquía constitucional. Por fin, el<br />
viejo sueño multisecular que se retrotraía a<br />
la Dacia prerromana se hacía realidad. En<br />
medio, quedaba un largo pasado<br />
constantemente frustrado por otomanos,<br />
húngaros y rusos, los acechantes<br />
permanentes de valacos, moldavos y<br />
transilvanos. <strong>El</strong> camino parecía expedito,<br />
mas había que trazarlo, había que<br />
construirlo, y los intelectuales iban a poner<br />
su granito de arena. Tal vez varios sacos de<br />
granos de arena. <strong>El</strong> hostigamiento histórico