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113 URUGUAY PRODUCCION INTEGRAL DEL HABITAT SOCIAL TRADICION Y SOLIDARIDAD COOPERATIVA CENTRO COOPERATIVISTA URUGUAYO Expositor RAÚL CANALE EQUIPO DE TRABAJO - ANA GRAVINA, ADA BIGOT, RAÚL CANALE, ARQUITECTOS, CARLOS TURCATTI, ARQUITECTO INGENIERO, LUIS E. ZAFFARONI, RICARDO TOSAR, INGENIEROS. PRESENTACION Para ubicar a las Cooperativas y el Movimiento Popular Pro <strong>Vivienda</strong> en el Uruguay, tenemos que partir de la legislación. En el año 1968 se simplificaron las leyes relacionadas con la habitación popular, y se unieron en una Ley General de <strong>Vivienda</strong>. A través de esta ley se logró una planificación de las políticas habitacionales, pues todo gobierno debe enviar al parlamento su respectivo Plan General en el transcurso de su primer año de gestión. Podemos decir que por lo menos existe el marco formal para la política y la planeación habitacional nacional, en el Uruguay. En este marco también están incluidas las políticas de subsidio y los mecanismos de financiamiento público de vivienda, que establece el Banco Monetario de Uruguay. Están definidas también las reglas para otros mecanismos, como son las cooperativas, los fondos sociales integrados por las empresas, los sindicatos obreros y la producción privada, así como la iniciativa habitacional de particulares en el campo. Está el Fondo Nacional de <strong>Vivienda</strong>, que opera a través de un impuesto del 2% sobre el ingreso de los asalariados. Este Fondo hace posible la producción de vivienda social. A su vez la ley también ha creado los institutos de asistencia técnica, que sirven para asesorar a los grupos que construyen casas habitación. Este marco jurídico está pleno de posibilidades que se han concretado a través de un desarrollo histórico. Desde su creación, la ley ha servido en forma muy importante para la comprensión de soluciones a la vivienda. En los cuatro primeros años de vigencia de la ley, el movimiento cooperativista tuvo una acción amplia y dinámica, creando casi el 50% de la vivienda. Esta vitalidad del movimiento permitió la acumulación de experiencias muy importantes y el fortalecimiento de un sector, que posteriormente, durante la dictadura, fue castigado. Aún hoy en día, a pesar del giro hacia la democracia, el cooperativismo no ha logrado obtener el espacio que había ganado originalmente dentro del Plan Nacional de <strong>Vivienda</strong>. El cooperativismo de vivienda en el Uruguay tiene una antigüedad un poco mayor a la vigencia de la ley. Esta experiencia previa sirvió de marco para fundamentar la Ley de <strong>Vivienda</strong>. Las cooperativas establecieron los elementos normativos en coordinación con la población. También se creó una organización nacional denominada Federación de Cooperativas que tuvo vigencia incluso durante la dictadura, cuando prácticamente no existían los sindicatos. El gobierno no pudo desbaratar la organización de las cooperativas. Con el surgimiento de los primeros movimientos opositores a la dictadura, esta organización sirvió para la formación de los cuadros actuales de dirigentes sindicales y populares en el Uruguay. El trabajo mancomunado permitió la creación de las cadenas de solidaridad. Los socios de distintas cooperativas que habían logrado la construcción de su vivienda, se unían a través de ellas a grupos que todavía estaban luchando por obtener un préstamo o crédito. Los cooperativistas provienen de sectores de ingresos menores y medios. Alrededor de un 20% de ellos tiene ingresos marginales. Entre un 20 y 35% de la población no tiene acceso a mecanismos de préstamos. Principalmente son personas menores a treinta años. Las cooperativas se organizan democráticamente para realizar las diversas tareas del proceso de producción en la etapa de construcción: la relación con los proveedores; con el personal contratado; con el Banco Hipotecario que otorga el préstamo; con el Instituto de Asistencia, que es la base técnica; con el Consejo Técnico del Trabajo que es interno; y con el núcleo de las cooperativas. Antes de realizar las obras, se desarrolla un periodo de formación social. Las materias son dos: la ayuda mutua, que consta del estudio de la psicología social; y ante todo la concepción del programa urbanístico general que organiza el hábitat en torno a la vivienda. Se da