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MEXICO / VIVIENDA PROGRESIVA Y EQUIPAMIENTO
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ejidos; por incrementar la producción; por superar los
problemas de organización y financieros; y por mejorar
el nivel de vida de nuestros socios ejidatarios.
ANTECEDENTES EN VIVIENDA POPULAR
En 1980 un ejido de nuestra agrupación logró obtener
un crédito para la adquisición de materiales, y con la
aportación decidida de su mano de obra edificó 65
viviendas que fueron el inicio de los programas masivos
de vivienda campesina del sur de Sonora. Más adelante,
en 1981, se creó el Plan Yaqui y Mayo para el desarrollo
y reestructuración habitacional de los ejidos colectivos
de los valles del sur de Sonora. Con este programa se
beneficiaron 17 ejidos agrícolas de nuestra organización,
los cuales construyeron 1,586 pies de casa de 1982 a
1985, mediante el procedimiento de autoconstrucción
organizada y remunerada operando recursos financieros
del Fondo Nacional de Habitaciones Populares,
FONHAPO, a través del gobierno estatal.
Actualmente los ejidos beneficiados con esas viviendas
han avanzado notablemente en sus zonas urbanas
respecto a la introducción de servicios públicos como
drenaje, luz eléctrica, agua potable, alumbrado público,
escuelas y parques de recreación. En 1985 solicitamos
formalmente créditos para la construcción de viviendas
en 19 ejidos. Dicha solicitud surgió de las constantes
demandas que presentaron estos grupos de campesinos
para 1,310 acciones. La solicitud fue turnada hacia el
gobierno federal: a las secretarias de Desarrollo Urbano
y de Agricultura y Recursos Hidráulicos, para que fuera
atendida con recursos del Programa Nacional de
Desarrollo Rural Integral.
En octubre del mismo año presentamos nuestra solicitud
al gobierno estatal y en noviembre nos dirigimos al
fonhapo. En febrero de 1986 recibimos contestación.
Debido a los sismos del año 1985, el fonhapo no contaba
con recursos propios disponibles. La otra vía referente a
créditos provenientes del exterior, sólo era para las
ciudades medias del país. Así, no se podía atender a
nuestra solicitud. En agosto de 1986, como producto de
una comunicación enviada al titular de la Secretaría
de Desarrollo Urbano y Ecología, recibimos contestación
de una de sus dependencias, la dirección de apoyo a
programas de vivienda, que nos señaló que
desarrollemos el trámite ante el fonhapo. Reiniciamos
las pláticas con esa institución.
CARACTERISTICAS DE LA GESTION
Los trámites para llegar a concretar los objetivos finales,
se desarrollaron por autogestión directa encabezada
por una coordinadora en la cual participan un
representante del consejo de administración de la
asociación, un representante de cada uno de los ejidos
involucrados en el programa y un representante del
cuerpo técnico y de promoción como asesor para dar
cumplimiento en las negociaciones a la normatividad
en la presentación y defensa del proyecto ejecutivo.
Dicha gestión se encaminó en forma paulatina iniciando
el trato con las organizaciones hermanas de un nivel
más avanzado, mismas que fueron el conducto para
llegar con funcionarios de los tres niveles de gobierno.
Es indudable que para realizar cualquier actividad se
requiere de crear buenas condiciones y un buen clima
de trabajo para que las relaciones se conduzcan en
armonía y con voluntad de darle respuesta a la
problemática que planteamos. Sin duda, la autogestión
de este programa de vivienda nos ha costado mucho
esfuerzo y sacrificio, principalmente en lo económico y
organizativo ya que nosotros mismos nos afectamos para
resolver los gastos que origina esta actividad. De allí se
deriva que la organización sea autónoma de
productores.
ELABORACION DEL PROYECTO EJECUTIVO
Para encontrar las directrices que deberían regir el
diseño del proyecto, se realizó una investigación a fondo
sobre las costumbres y tradiciones de los socios, y los
usos que ellos dan a la vivienda. Así se efectuó también
un profundo estudio socioeconómico. Se diseñó un
modelo de vivienda que diera respuesta a las
necesidades habitacionales de las familias de estos
ejidatarios respecto a funcionalidad, iluminación y
ventilación natural y aprovechando al máximo los
recursos naturales que existen en cada una de estas
comunidades.
Otro factor que marcó la pauta en el diseño de estos
modelos de vivienda fue la capacidad de
endeudamiento que se determinó en los estudios
socioeconómicos; ya que si bien es cierto que el
problema habitacional es evidente, también lo son los
bajos ingresos de los productores. Evitar compromisos
de crédito que en el futuro resulten imposibles de cumplir,
es algo que tenemos muy en cuenta.
El modelo de vivienda consta de 43 m2 de construcción
distribuidos en las siguientes áreas: una recámara, un
cuarto multivalente de usos - cocina, sala y comedor- y
un baño completo con todos los servicios sanitarios. Este
tipo de obra se denomina pie de casa, ya que las futuras
ampliaciones que contempla el programa, están
determinadas para aprovechar al máximo los ejes y las
colindancias ya construidas, respetando la
funcionalidad de la obra.
Un 60% de los materiales utilizados en la construcción se
obtienen en la región y se producen o extraen mecánica
o manualmente. El resto es de transformación industrial,
principalmente aceros, polvos cementantes y material
de instalaciones sanitarias. Los materiales de producción