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El enfoque metodológico
La evaluación de todo proceso social parte de los
siguientes interrogantes: ¿qué se quiere evaluar?,
¿desde dónde?, ¿para que se quiere evaluar? y
¿quiénes son los sujetos de la investigación? Determinar
una de estas cuestiones implica discutirla en relación
con todas las demás. Definir qué o desde qué enfoque
o punto de vista se evalúa, facilita tanto la delimitación
como las formas de acceder al campo que se intenta
analizar.
¿Qué se quiere evaluar? Cabe señalar que un mismo
proceso puede ser evaluado desde múltiples
perspectivas. Por ejemplo, el proceso de formación y
desarrollo de la cooperativa Calpulli del Valle puede
evaluarse desde el punto de vista político, económico,
organizativo, psicocultural, etc. Desde cada uno de
estos aspectos, pueden reconocerse en su interior
"recortes" también diversos. Por ejemplo, desde el punto
de vista político, se evalúa su vinculación con
movimientos, frentes y partidos o bien se privilegian los
aspectos internos de liderazgos, grupos, individuos, etc.
Este enfoque no prioriza un nivel de análisis que excluya
a otros. Se centra en la determinación de un punto de
vista desde el cual se obtuvo, se ordenó, se clasificó, se
cruzó y se interpretó la información pertinente a la
descripción del proceso, y fundamentalmente la que
es conducente al análisis del mismo, y permite una
lectura integral aunque acotada de todo el proceso.
¿Para qué se va a evaluar? La importancia de esta
cuestión estriba en que las posibles respuestas a la misma
no solo reflejan los alcances de la evaluación en términos
de profundidad, amplitud etc., sino también los
compromisos intelectuales en términos valorativos,
epistemológicos e ideológicos que tengan las personas
encargadas de definir y diseñar la evaluación. Se
reconoce así el "campo normativo" al cual se hace
referencia -implícita o explícitamente- cuando se
evalúa. Esto no significa de manera alguna la pérdida
de la cientificidad en la investigación, ni que sean
admisibles en ella "juicios de valor".
Hay que tener en cuenta que no es lo mismo evaluar
una experiencia en sí misma, que confrontarla con otras
similares, con la intención de hacer generalizaciones,
por ejemplo. Evaluar la relación de los procesos con un
determinado "marco normativo" o dilucidar el grado de
correspondencia que tengan con lo esperado,
tampoco es igual que hacerlo en relación a criterios de
evaluación abiertos a diversas interpretaciones. En otras
palabras, hay que tener en cuenta si evaluar es
cuantificar resultados en función de metas
preestablecidas, o si evaluar es reconstruir procesos para
reconocer el significado que diferentes factores tienen
en ellos. "Reconstruir para reconocer" es el sentido de la
presente evaluación. No se trata de justificar acciones,
sino avanzar en la discusión, formulación y reformulación
de las estrategias de los grupos asesores.
¿Quiénes son los sujetos de la investigación? Todo
proceso social involucra la relación entre dos o más
actores sociales. Estos actores juegan diversos roles en
el proceso y los conciben de acuerdo con las
expectativas que han cifrado en él. En otras palabras,
los actores han elaborado con mayor o menor
sistematicidad interpretaciones acerca de la
experiencia en cuestión y de su papel en él. A menudo
estas interpretaciones conllevan la evaluación de la
experiencia que en este plano generalmente es ofrecida
por los actores como la contrastación de lo ocurrido con
lo esperado, desde su punto de vista. Así el proceso y
los hechos que en el se dan, son interpretados en el
sentido expuesto. Por esto es muy importante para la
investigación, que se dé una discusión sobre la relación
que guardan estas interpretaciones por un lado con los
criterios y el análisis científico y por otro, con los marcos
normativos según los cuales se elaboraron.
En este contexto, los investigadores que llevan a cabo
la evaluación son también actores. Ellos mantienen a lo
largo de la investigación una posición analítica y
objetiva evitando imponer su propia interpretación de
los hechos, para lo cual ellos recurren expresamente a
las diversas interpretaciones para profundizar en su
significado, en el contexto del proceso que se evalúa.
Para la comprensión del enfoque con que se realizó esta
evaluación, algunas definiciones. Por campo normativo,
se entiende la posición del investigador ante el
conocimiento y la forma de conocer, lo que implica una
posición metodológica tanto valorativa como
ideológica, siempre presente y generalmente implícita
en toda investigación. Por marco normativo, se entiende
la posición que asumen los actores de un proceso, el
cual ponderan o califican de acuerdo con lo esperado.
El enfoque en esta investigación sobre la cooperativa
Calpulli del Valle es reconstruir el proceso, para
reconocer los distintos factores que intervienen en su
conformación, así como el significado de los mismos.
Esto, a partir de los actores del proceso, pero elevando
a categorías científicas, lo que inicialmente sólo era una
interpretación dentro de sus marcos normativos. Es aquí
donde actúa el investigador, no para crear su propia
versión, sino para construir el proceso real, con los otros
sujetos de la investigación.
EL CONTEXTO
El problema de la vivienda en México y en otros países
no desarrollados industrialmente, dependientes o del
tercer mundo, se debe principalmente a los escasos
ingresos de la mayoría de la población, basados en la
baja productividad de la sociedad en su conjunto. Los
procesos explosivos de urbanización, producto del
desequilibrio entre el campo y la ciudad, agravan el
problema. En zonas urbanas se concentran las fuentes
de trabajo y los recursos de todo orden, lo que impide
el desarrollo del campo y atrae a sus habitantes que
optan por migrar hacia las ciudades en busca de