Vivienda latinoamericana - HDRNet

CHILE / CONSTRUYENDO JUNTOS
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y en el complemento institucional de la formalidad. Todo
ello en el horizonte del aporte técnico específico en lo
organizativo social, la capacitación y formación técnica,
la propuesta innovativa tecnológica y arquitectónica,
la conducción organizada del proceso productivo y la
creación de la capacidad evaluativa y del seguimiento
por los propios beneficiados.
¿Qué tipo de instrumentos usaron ust1edes para que la
población aceptara las tecnologías innovotivas?
El punto de partida de los programas de vivienda social
del Taller Norte es la carencia, que se manifiesta en una
variada gama de cosas. La carencia organizativa es el
punto de partida para cualquier programa. El énfasis es
permanente en las cuestiones organizativas y se puede
decir que todo el equipo cumple el rol de agente
dinamizador de la organización. También existe la carencia
de saber hacer. La capacitación del constructor popular
tiene como objetivo último el de formar para la comunidad
un agente activo que dinamiza grupos interesados en la
vivienda y en el mejoramiento del hábitat barrial. En este
esquema de formación, organización, construcción y
agente técnico, la comprensión de las propuestas
asociativas, solidarias o reivindicativas pasa por lo que se
define como “oigo y olvido, veo y recuerdo, hago y
entiendo”. El ver y el hacer son la base de la comprensión
de las propuestas. Las propuestas innovativas son una
forma de mejorar la vida a partir de la casa como cobijo
de la familia. La innovación es comprendida y aceptada
a través de la organización, capacitación, práctica, crítica
y el mejoramiento de lo hecho.
¿Qué tan importante ha sido esta experiencia y otras
que ha desarrollado el Taller Norte como antecedentes
para el nuevo programa de gobierno?
A partir de la práctica de las organizaciones no
gubernamentales, el nuevo gobierno democrático ha
abierto canales de comunicación para incorporar las
experiencias alternativas como políticas estatales. En la
actualidad existen en el ámbito de la vivienda y el
mejoramiento del hábitat iniciativas para incorporar
también organismos no gubernamentales a los
programas de gobierno, cosa aún no resuelta porque
la participación del sector requiere de bases legales.
Estas deberán ser normalizadas por un decreto con
fuerza de ley presidencial. Aún no existen mecanismos
legales que reconozcan el estatuto de ong, lo que
resulta en una relación contractual similar a la de una
empresa privada.
Lo anterior ha hecho difícil echar a caminar programas
formales entre el sector gubernamental y el no
gubernamental. Sin embargo, el Taller Norte está
experimentando la colaboración con los programas de
gobierno en una línea muy específica, sin que ésta haya
sido aún declarada como política general. Esta línea es
lo que hemos donominado “densificación urbana en
régimen de condominio”.
Esta experiencia se ha centrado en una comuna, la de
Peñalolén, donde hay un importante camino recorrido
en programas de ayuda mutua apoyados por el Taller
Norte. Ello consiste en la radicación de “allegados”,
familias que viven en terrenos que no son suyos. Los
propietarios les permiten por lazos familiares o
económicos la construcción de una o más casas
precarias. La intención es mejorar la vivienda del
propietario e iniciar una primera fase de una segunda
vivienda, acogida a los programas de subsidio estatal
existentes: una unidad sanitaria y pisos en crecimiento
progresivo.
Este programa se está desarrollando actualmente a
través de los mecanismos de los proyectos del Taller
Norte, con financiamientos y subsidios autónomos del
sistema del estado. De resultar el convenio con el
Ministerio de la Vivienda, el programa amparará un
mayor grupo de familias y servirá como experiencia
demostrativa para densificaciones futuras realizadas en
el marco de políticas gubernamentales.
¿Cuál es el papel de las organizaciones populares en
estas experiencias? ¿Se robustecieron con esta acción?
Como esquema organizativo, los programas
Construyendo Juntos son una puerta de entrada más
que una finalidad para la organización de base.
Significan varios logros y exigencias que involucran a la
comunidad en su conjunto en actividades como la
participación en la decisión y en la planificación; la
educación para el desarrollo; la capacitación para la
organización; la acción directa en la ejecución de los
programas; la administración y la evaluación.
En función de la autonomía de los grupos, no hay una
intención declarada de mantener una relación
permanente con los mismos. Sin embargo, existe un
cierto seguimiento de la asistencia técnica, ya que los
asesores aspiran ser “concertadores de voluntades”. Es
el constante reforzamiento de las actividades
económicas como una forma de crear empleos en los
grupos de desarrollo popular.
¿Cuál ha sido el efecto multiplicador de la experiencia?
A partir de 1988, el Taller Norte ha estado trabajando en
las provincias. Todo esto ha ocurrido más que nada por
la apertura de los cursos de capacitación a alumnos
que viven fuera de Santiago. A través de las
metodologías, informaciones y ejercicios didácticos
desarrollados se han diseminando las propuestas y los
métodos del Taller Norte en otros ámbitos y lugares. Estos
cursos de capacitación se centraban en un principio
en líderes y técnicos de base provenientes de
organizaciones barriales, comités de vivienda, grupos
de allegados, dirigencia política, y organismos de
trabajo social de la Iglesia. Hoy se han abierto a
funcionarios de municipios y de otras dependencias
oficiales.