CAPÍTULO SEGUNDOESTRATEGIA DE LA NO-VIOLENCIA ACTIVADecir <strong>no</strong> a la <strong>violencia</strong> es una lucha. Periódicamente <strong>no</strong>s es lanzadoa la mente el mensaje que quiere ser negación de la <strong>violencia</strong>.En últimas fechas leemos y oímos en varios medios dedifusión: Di <strong>no</strong> a la <strong>violencia</strong>.<strong>La</strong> frase es ingenua y engañosa. Algu<strong>no</strong>s creerán seguramenteque basta con decir <strong>no</strong> a la <strong>violencia</strong>, es decir, <strong>no</strong> recurrir a ellaen nuestro trato con los demás para que la <strong>violencia</strong> desaparezca.Nada más leja<strong>no</strong> de la verdad.No a la <strong>violencia</strong>, ciertamente, pero un “<strong>no</strong>” dirigido a toda clasede <strong>violencia</strong>. Es violento todo aquel que denigra a otro ser huma<strong>no</strong>.Ausencia de trabajo es humillación, salario mínimo injustoes destrucción del otro, elecciones irrespetuosas de la voluntadpopular es guerra contra la nación.Prevengamos este peligro reduciendo el mal ahí donde se genera,<strong>no</strong> sólo ahí donde se manifiesta de modo espectacular.<strong>La</strong> espiral de la <strong>violencia</strong> comienza con el uso de las palabras.<strong>La</strong> persona es tratada primeramente como un ente de diferentecategoría, es decir, me<strong>no</strong>s que ser huma<strong>no</strong>. Una vez que ya <strong>no</strong> esreco<strong>no</strong>cido como ser huma<strong>no</strong> para una sociedad, la <strong>violencia</strong> seacrecienta y se llega al asesinato. Es grave observar que el lenguajeutilizado en todas las esferas sociales desencadena la <strong>violencia</strong>en vez de procurar la solución a los problemas que <strong>no</strong>s atañen.Para que la <strong>violencia</strong> desaparezca es necesario que luchemoscontra la <strong>violencia</strong>. Parece paradójico. Eliminar una tendenciaperversa como es el recurso a la <strong>violencia</strong> en el ser huma<strong>no</strong>, esel resultado de un esfuerzo difícil y muchas veces solamente selogra después de un severo entrenamiento.37
COMISIÓN DE DERECHOS HUMANOS DEL ESTADO DE MÉXICO<strong>La</strong> palabra <strong>no</strong> es exagerada. <strong>La</strong> lucha contra la <strong>violencia</strong> es unaauténtica guerra que lleva consigo una filosofía de la paz, unaestrategia y unas tácticas (semejantes a la acción militar). Se requierenarmas que <strong>no</strong> son las que llevan este <strong>no</strong>mbre si<strong>no</strong> aquellasque pertenecen al arsenal de la conciencia.Si solamente <strong>no</strong>s limitáramos a decir <strong>no</strong> a la <strong>violencia</strong>, entraríamosen una actitud hipócrita al desco<strong>no</strong>cer las raíces de este mal.<strong>La</strong> No-<strong>violencia</strong> es solución de los conflictos, es fuerza y justicia,es conversión, afirma <strong>La</strong>nza del Vasto. Experimentar laNo-<strong>violencia</strong> es comprender los mecanismos, medir su eficacia yvivir la experiencia de las relaciones humanas que se establecenen el conflicto así tratado y eso puede ser fuente de conversión 50 .Distingamos en primer lugar la acción <strong>no</strong>-violenta propiamentedicha del conjunto mucho más amplio de las “acciones sin <strong>violencia</strong>”.Existe, felizmente, muchas maneras de actuar en situacionesde conflicto sin recurrir a la <strong>violencia</strong>: la acción políticay social cuando se esfuerza por tratar ciertas causas de conflictoantes de que degeneren en <strong>violencia</strong>; la diplomacia, cuando buscala negociación de compromisos aceptables para evitar enfrentamientosviolentos o para poner fin a éstos; la mediación querestablece las relaciones entre los adversarios; la acción humanitaria,que intenta limitar los efectos de la <strong>violencia</strong> llevandoasistencia a sus víctimas, etc. Está claro que estas diversas accionesdeben, en cuanto sea posible, practicarse en función de lascircunstancias. Pero la acción <strong>no</strong>-violenta, tal como la definimos,<strong>no</strong> se confunde con ninguna de ellas, aun cuando pueda estarasociada a ellas.Por lo demás, está claro que la acción <strong>no</strong>-violenta <strong>no</strong> tiene nadaen común con las actitudes siguientes: a) negarse a ver la realidadde la <strong>violencia</strong>: ceguera ante las injusticias que engendran la<strong>violencia</strong>, indiferencia, individualismo, el “valemadrismo” políticodel avestruz, el angelismo (“todo el mundo es amable”);b) negarse al conflicto: silencio o huida ante las situaciones de<strong>violencia</strong>, pasividad, temor de hacerse enemigos, abstención,abando<strong>no</strong>; o aun: resignación, capitulación, sumisión a la <strong>violencia</strong>de los violentos, negación a defender la propia dignidad o50Víctor Roussel, Toute vie humaine est sacrée, p. 63a38